El presidente de la Cámara Baja de Marruecos pide a la UE que no se entrometa en la crisis con España
El presidente de la Cámara de Representantes de Marruecos, Habib El Malki, manifestó públicamente su malestar ante la opción de que el Parlamento Europeo condene el trato tributado por el país norteafricano a sus menores cuando permitió que miles de sus ciudadanos irrumpieran en Ceuta, arriesgando la vida, en una avalancha migratoria sin precedentes en los últimos años.
El próximo jueves está previsto que los eurodiputados evalúen, como figura en el cuadrante del Parlamento Europeo, «si la utilización de los menores por parte de las autoridades marroquíes supone una vulneración de la Convención sobre los derechos del niño». Y esta convocatoria no ha sentado nada bien en Rabat, desde donde El Malki ha lanzado un aviso a la Unión Europea (UE) a través de un comunicado dirigido a los medios de comunicación.
Considera que poner en cuestión el trato que Marruecos da a los menores responde a un intento por «desviar la atención» ante la crisis bilateral existente entre el país norteafricano y España surgida al calor del caso Gali. Por ello, el presidente de la Cámara Baja tilda de excepcional lo ocurrido en Ceuta, vincula la avalancha a la acogida que España dio al líder saharaui y recuerda que Marruecos es un socio importante para Europa en las cuestiones migratorias y de seguridad.
En esta línea, deja caer que «la instrumentalización del tema migratorio, y en particular el tema de los menores no acompañados en este contexto, se asemeja claramente a una maniobra destinada a europeizar una crisis bilateral». Por todo ello, advierte a Bruselas de que la Cámara Baja marroquí vigilará este asunto e incluso añade que espera «que prevalezca el espíritu constructivo de asociación [entre Marruecos y la UE] y que el Parlamento Europeo no caiga en la trampa».