De la brecha salarial a la brecha urinaria: Las feministas radicales se sienten discriminadas en los aseos públicos
Por Magdalena del Amo.- “Los aseos segregados no solo dificultan el acceso y el uso por parte de algunas personas TRANS y por parte de aquellas que se alejan de las construcciones binarias de SEXOGÉNERO, su segregación, además, privilegia a los hombres en su construcción más normativa”. Aunque parezca increíble o suene a broma esto va en serio. Las feministas de género y todo el tropel de gente que engloba el colectivo LGTBI, creo que ahora hay que añadir la “Q” de queer, este movimiento extravagante que lleva como bandera la transgresión, y cuyo gurú e ideólogo Foucault, un pobre diablo desquiciado e insaciable ante todo tipo de perversión, tuvo una muerte más amarga que dulce. Como decía, estos grupos, antaño marginales, que ahora nos quieren dar lecciones de todo, incluso de antropología, están preocupados por los aseos públicos y el clásico “ladies”, “men”, “hombres”, “mujeres”. Resulta que estos colectivos se sienten agredidos por estas diferencias al nominar los excusados y ha sido motivo de un estudio para visibilizar ante la sociedad esta injusticia milenaria, porque la culpa de todo la tiene el patriarcado.
Es la matraca de los ociosos, resabios del Estado del bienestar que, con todo casi resuelto, se enreda en menudencias magnificadas y llevadas a dogmas de la doctrina laicista. La cosa esta de los aseos públicos es el tema de una tesis que publica la Universidad de Granada –hay que ver en que se gastan el dinero público los progres— que lleva por título: “Aseos públicos y ficciones de sexogénero: prácticas artísticas para el análisis y la transformación del discurso espacial”. Oihana Cordero Rodríguez es su autora, licenciada en Bellas Artes y artista, es decir, hace cosas y las expone, aunque nada que ver con Leonardo, Juan de Juanes o Sorolla. Es una artista cuasi religiosa de los colectivos aludidos en la que yo destacaría un gran componente freudiano. Sus “obras” se refieren a inodoros y su relación con los genitales y el espacio. Parece ser que esta sociedad patriarcal nuestra no ha sabido dar con el punto de sensibilidad para satisfacer estas modernas necesidades fisiológicas.
Las obras de un artista denotan no solo su estado de ánimo sino su salud mental. Por poner un ejemplo, el cuadro “El grito” no dice nada bueno de las interioridades mentales de Munch, como tampoco lo hacen muchas de las obras que cada año sufrimos en Arco, firmadas por los seudoartistas de la sociedad alocada y frívola del momento que representan la prostitución del arte y el culto a lo feo. La autora del estudio siente debilidad por los aseos públicos; por eso, durante diez años, se ha dedicado a fotografiarlos.
En un redactado sobre su trabajo leemos: “… a través del análisis de las prácticas artísticas [propias y ajenas] y de textos y normativas arquitectónicas, desvela las relaciones del aseo con el cuerpo, con la historia de sus posturas, con la sexualidad, con el miedo, el asco, la diversidad funcional, la raza y la clase, entre otras facetas”. Y establece que “los aseos segregados no sólo dificultan el acceso y el uso por parte de algunas personas trans y por parte de aquellas que se alejan de las construcciones binarias de sexogénero, ‘su segregación, además, privilegia a los hombres en su construcción más normativa. Esto puede parecer extraño para aquellas personas que nunca hayan visitado ambos aseos [les animo a hacerlo]: los hombres tienen más espacios para orinar que las mujeres [esto está incluso regulado por ley]”. Pues nada, el próximo tour lo dedicaremos a visitar aseos, eso sí, bien provistos de cámara de fotos para tomar todos los detalles.
Mira que hay problemas a dónde dirigir nuestra mirada y nuestro esfuerzo para hacer un mundo mejor. Sin embargo, esta gente rara está preocupada por los urinarios públicos como objeto de discriminación. Lo de rara lo digo más bien por el tema que les quita el sueño. Y no solo eso, sino que filosofando, filosofando han descubierto que la brecha salarial no es nada comparada con la llamémosla “brecha urinaria”. Una vez más, los varones, esos seres repelentes que nos pegan porque son maltratadores de nacimiento, y antes incluso, porque llevan el gen del maltrato impreso, nos discriminan porque sus urinarios –palabra de honor— son más grandes y más cómodos.
Pero hay más perlas: “Debemos señalar que en otros ámbitos [universitarios, institucionales, etc.] también se están empezando a generar aseos que buscan superar el discurso heteropatriarcal y cisexista que encierra la segregación espacial.
Sin embargo, hemos visto cómo estos nuevos espacios recaen en estrategias propias del sistema que se pretende confrontar. Es decir, lejos de eliminar las segregaciones identitarias, están generando una nueva segregación: Ellos, ellas y todo lo demás”.
Referente a la discriminación dice que “la más obvia es aquella que tiene que ver con las personas que no responden al binarismo de sexogénero: si no eres o no te defines como hombre o como mujer, no tienes un aseo al que acudir. […] Eliminar las segregaciones de los aseos y hacerlos multigénero o mejor aún, aseos a secas, es imprescindible para que aquellas personas que no encajan (o que no queremos encajar) en el sistema binario de sexogénero puedan y podamos ir al baño sin necesidad de exponer nuestros cuerpos, nuestras formas de sentir o de vivir cada vez que queramos orinar. Ir al baño debería de ser algo sencillo al alcance de todas las personas, no una batalla. Las personas que usan los aseos accesibles también saben mucho de ello”.
No puedo creer que alguien en su sano juicio pueda decir tanta insensatez. Llevar el acto de hacer el clásico pis rápido cuando estamos fuera de casa a rango casi de problema de Estado, me parece propio de cabezas muy intoxicadas, producto del gran indoctrinamiento que está degenerando las mentes de una parte de la sociedad. Pero es lo que hay. Y un acto tan íntimo como hacer pis, lo quieren convertir en un tema político, desde que desde determinadas cúpulas han dicho que lo privado es público. No compro el cuento.
Madre mía que pereza con el tema este cuándo se acabará…
subvenciones
De ahí a hacernos mear sentados, o en cuchillas, sólo hay un paso…
La pelea de la tapa….movimientos feminazis por la “bajada de la tapa” que somete a la mujer de tener que bajarla. Tambien la agresion que sufren al tener la tapa salpicada…van a pedir amputacion del miembro y camaras para vigilar los hombres se sienten.
Todo el rollo este del marxismo-cultural, es que ya aburren a las ovejas y a las vacas.
SPE.
Parece que aquellas sociedades decadentes y abocadas a la desaparición, se empeñan en discutir sobre el sexo de los ángeles, como así ocurriera en el ocaso de Constantinopla.
En cuanto a la Sra. Cordero, imagino que sus influencias artísticas vienen de la mano del Sr. Marcel Duchamp y su famoso urinario/obra de arte…
En fin, siempre habrá niños para señalar que el rey está desnudo.
Desde que Lee Harvey Oswald asesino a Simone de Beauvoir los derechos de las mujeres, los homosexuales, las lesbianas, los transexuales, los trisexuales, los polisexuales, los hermafroditas y los asexuales no han dejado de irse reduciendo en todos los paises civilizados y tambien en España. La Union Europea en concreto es a dia de hoy territorio legislativamente hostil para los derechos de los colectivos anteriormente mencionados, asi como tambien para numerosas minorias etnicas marginadas y discriminadas de manera sistematica, como por ejemplo las bandas de latinos y negros violentos a las que el abandono institucional obliga a ejercer sus labores… Leer más »
Pues el doctorado abre un campo del conocimiento humano poco desarrollado, hay que reconocer que desde que dejamos de hacer las necesidades en el corral, donde partíamos de una igualdad impuesta por la naturaleza, los servicios públicos han ido evolucionando con una perspectiva machista, me refiero a los aseos, para el resto la evolución ha sido a peor y más caro. Pero vamos a centrarnos, empezamos con la solución a porqué son más grandes los servicios de los hombres, es sencilla y producto de una casuística que se retroalimenta, mientras más heteros más espació, todo parte que aun con más… Leer más »