Arzobispo Viganò: “La vacuna es una herramienta de la ideología globalista que es antihumana, antirreligiosa y anticristiana”
El arzobispo Carlo Maria Viganò denunció la naturaleza satánica de la vacuna contra el virus PCCh (covid-19) que utiliza -entre otros componentes- tejido de bebés abortados en su producción y prueba.
Para el ex nuncio apostólico, la vacuna es una herramienta de la ideología globalista que es “antihumana, antirreligiosa y anticristiana”.
Tales declaraciones fueron firmadas por él en un prólogo del libro italiano llamado Mors Tua Vita Mea (Tu muerte es mi vida), el cual aborda los problemas de la vacuna contra el virus PCCh, entre ellos su ineficacia, sus motivos ulteriores y sus cuestionables componentes.
Viganò ve que «el aborto es propuesto por los satanistas como un rito religioso verdadero y apropiado», argumentando que en esta cosmovisión satánica, a través de una vacuna contaminada con el aborto, uno se convierte en miembro de la anti-iglesia satánica.
Además, es bien conocido por todos que los sacrificios infantiles son considerados “ofrendas” en los rituales satánicos.
“A través de las compañías farmacéuticas que utilizan tejido fetal de abortos para fabricar una supuesta vacuna que se presenta en el delirio del Covid-19 como sacramento de salvación por el cual uno se incorpora al ‘cuerpo místico’ de Satanás, la anti-iglesia globalista”, escribió Viganò.
Para el arzobispo Viganò, no hay duda de que las vacunas contra el coronavirus nunca pueden justificar la matanza de los bebés por nacer. Por el contrario, esta vacuna parece utilizarse como un medio para acostumbrarnos cada vez más a la matanza de bebés por el “bien de la humanidad”.
En parte de su prólogo expresó:
“La barbarie en la que se encuentra nuestra sociedad es ahora evidente: sus valores se han ido borrando paulatinamente como vestigios odiosos de un mundo extinto, en beneficio de los delirios de la ideología globalista, que se muestra cada vez más antihumana, antirreligiosa y anticristiana”.
“El principio más antitético de esta barbarie infernal con respecto a la civilización cristiana es el infanticidio, el sacrificio humano de víctimas inocentes ofrecido a Satanás; ya pesar del horror de verlo admitido descaradamente, no podemos sorprendernos si los satanistas proponen el aborto como un verdadero y propio rito religioso, al que hay que proteger en nombre de la libertad de culto”, agregó.
“El suero genético que se denomina vacuna, como muy bien han demostrado científicos y especialistas y como admiten sus propios productores, no garantiza la inmunidad; no descarta efectos secundarios graves a corto y largo plazo; no es eficaz contra ciertas variantes de Covid; no elimina la necesidad de máscaras y distanciamiento social; en la mayoría de los casos aumenta el número de pruebas positivas, por lo que también aumenta el terrorismo mediático y el endurecimiento de las medidas de contención. Propuesta como panacea, la llamada “vacuna” ha resultado solo ser la fuente de enormes y escandalosos beneficios para las grandes farmacéuticas y, al mismo tiempo, sirve de pretexto para imponer pasaportes sanitarios y otros sistemas de control de masas y limitación de las libertades naturales”, dijo.
“No podemos dejar de ver cuán instrumental es [la vacuna], precisamente en su valor “místico”, para la aceptación colectiva del sacrificio humano como algo normal y de hecho necesario: la criatura más inocente e indefensa, el bebé en el útero en el tercer mes de gestación, es sacrificado y desmembrado para extraer tejido de su cuerpo todavía palpitante con el que producir una no cura, una no vacuna, que no solo no cura del virus, sino que con toda probabilidad causa un mayor porcentaje de muerte que el propio Covid, especialmente en ancianos o enfermos”. (…)
Carlo Maria Viganò es un arzobispo católico italiano retirado que desempeñó diversos cargos dentro de la curia vaticana siendo su último cargo como Nuncio Apostólico en Estados Unidos de 2011 a 2016. Es considerado como uno de los principales críticos del pontificado del papa Francisco.
Viganò ha escrito varias cartas abiertas y participado en libros denunciando una agenda globalista totalitaria y la corrupción operante en el Vaticano, el cual -según él- responde a los intereses de esta agenda.
Creo que este arzobispo se juega la vida al ir contra la corriente globalista..Sospecho que pronto tendremos noticias de su suicidio o que murio en un “lamentable” accidente. Le deceo mucha suerte.
La pregunta es: ¿por qué no hay manera de que muera ninguno de ‘ellos’?
A este buen señor nadie le va a matar, porque permite que la iglesia de Bergoglio se muestre abierta a la discrepancia – cosa que es absolutamente falsa- . Si Vigano es tan independiente como dice , debería abandonar una iglesia- la del CVII-, que él mismo señala como corrupta y desviada. Pero no, sigue de arzobispo, y se ha beneficiado de pertenecer a la aristocracia eclesiástica como embajador en USA…..¿ hasta que vió que no le hacían cardenal ?
Cuando asesinar a un bebe forma parte de un derecho la sociedad huele a mierda.
Menuda barbaridad tergiversada acabas de decir…
La “vacuna” es una lobotomización química de precisión. Va a por ciertas áreas, a anularlas (específicamente las que distinguen al humano evolucionado) y por supuesto a convertir el cerebro de los que logren adaptarse biológicamente en un terminal informático controlable a distancia. Ese control no sólo permitirá implantar, borrar o alterar pensamientos y recuerdos, sino que será un acceso directo a las penitencias -imaginen que se entretienen con el área del dolor, o la de las psicosis, o las de la depresión- e incluso de pena de muerte súbita [switch OFF]. El viejo sueño del comunismo colmenero hecho realidad biológica.… Leer más »
Estamos acostumbrados a leer declaraciones de personas religiosas de las altas esferas sobre temas de los que no tienen ni idea y de los que hablan como si fueran expertos, ya sea de la familia, el matrimonio, el sexo y ahora la vacuna. Nada nuevo, mejor no hacer caso de gente que habla tanto y sabe tan poco.
Darío, o Darío, mientras tú no eres nada, el cardenal Vigano no tiene nada que demostrar, sus niveles intelectual, académico y personal no son objeto de duda, ni siquiera por sus enemigos, por eso tiene los huevos de enfrentarse al Mal. Es decir: Tiene los huevos de defender la verdadera libertad, y no claudicar.
Leer las estupideces que escriben acá los idiotas con cerebros miniaturizados, me explica porque cuesta tanto que la sociedad avance
Si el genial payaso Toto, levantara la cabeza y viera que un gilipollas, le está suplantando sin licencia, le diría que es vuesa excrecencia quien tiene el cerebro jibarizado.
Tú “vacúnate”, que no sé si tu cerebro quedará miniaturizado, pero taladrado como el de Baselga no lo descarto.
Bien al contrario: tu comentario explica el retraso intelectual de la sociedad en la que vives y pareces feliz.