El Papa desmiente los rumores de renuncia y habla sobre su estado de salud: “Todavía vivo”
Vive, puede comer de todo e inicia el 12 de septiembre, a sus 84 años, su 34º viaje pastoral, en esta ocasión a Hungría y Eslovaquia. Un viaje muy especial después de la operación de colon a la que fue sometido en el mes de julio y que ha propiciado muchos rumores, noticias, sobre el estado de salud del Papa Francisco y si estaría pensando en renunciar al pontificado. “Me dijeron que la semana pasada estuvo de moda eso” dice Francisco con la astucia que le caracteriza como buen argentino cuando Carlos Herrera le pregunta sobre el tema.
Es una de las respuestas del Santo Padre a la entrevista que ha concedido a Carlos Herrera para abrir la temporada 2021-2022 de “Herrera en COPE” y la primera entrevista del Papa Francisco a una radio española que además se une al hecho de que es la primera vez que el Pontífice responde a un periodista tras la operación de una estenosis diverticular sintomática del colon.
“Le debo preguntar en primer lugar, Santo Padre, ¿cómo se encuentra?”, le dice Carlos Herrera al Papa que contesta, “Todavía, vivo”, a la vez que ambos se ríen. “Su operación reciente, que fue una operación de envergadura, nos dejó una cierta preocupación, afirma Herrera. Responde Francisco: “Sí, estas cosas que nacen de los divertículos… y qué sé yo… por ahí se deforman, se necrosan… pero gracias a Dios fue tomada a tiempo, y ya me ve”.
El Santo Padre no ha esquivado ninguna cuestión sobre su salud, sobre la que bromea con todos los artificios lingüísticos de los que hacen gala los argentinos, “usted ha dicho, Santidad, que “mala hierba nunca muere”, le dice el comunicador de COPE al Papa que insiste en esa afirmación, “así es, así es, y eso vale para mí también, vale para todos”.
Siempre que un Papa está enfermo corre brisa o huracán de cónclave
¿Ha pensado en algún momento el Papa Francisco en renunciar al papado como se ha insinuado tras su operación?
Así ha abordado Carlos Herrera la insistencia de muchos medios de comunicación, especialmente italianos, la posibilidad de que Francisco estuviera pensando en abandonar la silla de San Pedro. “Cuando se pone en duda la salud del Papa muchos piensan o insisten en el viejo argumento de la renuncia, el me voy a casa, no puedo más? Es una constante permanente en su vida como Papa, ¿no? A lo que ha respondido el Santo Padre con una sonrisa en los labios que “sí, incluso me dijeron que la semana pasada estuvo de moda eso. Eva [en referencia a la corresponsal de COPE en Italia y el Vaticano Eva Fernández] me dijo eso, incluso me lo dijo con una expresión argentina muy linda, y yo le dije que no tenía idea porque yo leo un solo diario acá en la mañana, el diario de Roma. Lo leo porque me gusta el modo de titular que tiene, lo leo rápido y punto, no entro en el juego. Televisión no veo. Y recibo, sí, el informe más o menos de las noticias del día, pero de eso me enteré mucho después, algunos días después, que había una cosa de que yo renunciaba. Siempre que un Papa está enfermo corre brisa o huracán de cónclave”.
“Estaba todo programado”
El Papa Francisco ha querido dejar claro que la operación para extirparle los divertículos necrosados estaba programada, no fue ninguna sorpresa.
“Estaba todo programado y se avisó. Después del Ángelus me fui directamente, eso sería casi a la una, y se avisó a las 15.30h, cuando ya estaba en los preliminares”.
Había que pasar por el quirófano y así lo hizo, después de recibir una seria advertencia de un enfermero. Por segunda vez en sus 84 años, un enfermero, ha revelado el Santo Padre, le ha salvado la vida. “¡Me salvó la vida! Me dijo: “Usted tiene que operarse”. Había otras opiniones: “No, que con antibiótico…” y él me explicó muy bien. Es enfermero de acá, del servicio sanitario nuestro, del hospital del Vaticano. Hace treinta años que está aquí, un hombre de mucha experiencia. Es la segunda vez en la vida que un enfermero me salva la vida”. ¿Cuándo fue la primera?, pregunta Carlos Herrera, “la primera vez fue en el año 57, cuando pensaban que era una gripe, una epidemia de esas de gripe en el seminario, y me curaba el enfermero del seminario con aspirina. Y para los otros iba bien, pero conmigo no andaba y me llevaron al hospital, y me sacaron agua del pulmón. El médico dijo, no me acuerdo cuánto, digamos un millón de unidades de penicilina y tantas de estreptomicina –eran los únicos antibióticos de la época—y, cuando se fue, la enfermera dijo: “El doble”.
Preparado para su 34º viaje pastoral
Muestra de que el Papa se ha recuperado de la intervención quirúrgica de principios de julio, es que se mantiene su viaje a Hungría y Eslovaquia. El 34º viaje pastoral de su pontificado que va a tener lugar entre el 12 y el 15 de septiembre bajo el lema “Con María y José en el camino hacia Jesús”.
Viaje en el que una vez más va a tener que cumplir con una agenda llena de actos. “¿El programa va a ser igual de intenso? Yo creo que a los papas, Santidad, les hacen hacer una auténtica yincana. ¿Va a tener que medir más sus fuerzas después de la operación o no?”, pregunta Carlos. Responde Francisco riéndose: “Quizás en este primer viaje un poco más, porque uno tiene que reponerse del todo, ¿no?, pero al final va a ser igual que los otros, ya lo va a ver”.
El Papa admite que aún su cuerpo se está adaptando a los cambios que ha sufrido tras la operación, “ahora puedo comer de todo, cosa que antes con los divertículos no se podía. Puedo comer de todo. Todavía tengo las medicinas posoperatorias, porque el cerebro tiene que registrar que tiene 33 centímetros menos de intestino. Y todo me lo maneja el cerebro, el cerebro maneja todo nuestro cuerpo, y le lleva tiempo registrarlo. Pero vida normal, llevo una vida totalmente normal”.
Una vida normal en la que puede comer de todo, a la vez que continúa con la apretada agenda de cada día, “con toda la mañana en audiencias, toda la mañana”.