Decenas de miles de manifestantes vuelven a salir a la calle para protestar contra el certificado sanitario en Francia
Decenas de miles de personas salieron a la calle este sábado en Francia por noveno sábado consecutivo para protestar contra la obligación del certificado sanitario en muchos actos de la vida social, y como en semanas anteriores se produjeron incidentes en París y en alguna otra ciudad.
En la capital, donde hubo al menos cuatro cortejos con recorridos en diferentes distritos, se produjeron altercados entre grupos de manifestantes que se enfrentaron en los Grandes Bulevares -entre la plaza de la Ópera y la de la República- a los antidisturbios, que les respondieron con gases lacrimógenos y con algunas cargas.
También hubo escenas similares en torno al Palacio Real y al Museo Louvre, en la calle Rivoli, donde decenas de agentes con escudos bloquearon el paso en algunas calles adyacentes. Todo ello asociado a convocatorias vinculadas al movimiento de los “chalecos amarillos”.
En la capital, una vez más, la concentración más numerosa fue la organizada por el ultraderechista Florian Philippot, antigua mano derecha de Marine Le Pen con la que rompió en 2017 para crear más tarde su movimiento Los Patriotas.
Philippot se jactó en su cuenta de Twitter de haber movilizado a “decenas y decenas de miles de resistentes” en un movimiento que a su parecer “no hace más que subir y reforzarse”.
La Prefectura de Policía no quiso dar cifras de posibles detenciones o heridos hasta el final de la tarde y remitió al Ministerio de Interior para la publicación de datos de la participación en las cerca de 200 marchas convocadas en toda Francia.
El gran reto de los organizadores era invertir la tendencia a la baja en la participación en las últimas semanas. Según los datos del Ministerio del Interior, el 4 de septiembre hubo 141.000 personas en los cortejos, después de los 165.000 contabilizados el 28 de agosto, 175.000 siete días antes y 215.000 el 14 de agosto.
Esta nueva jornada de oposición a la ley adoptada en julio para luchar contra el coronavirus se produce a cuatro días de que entre en vigor una de sus disposiciones: la obligación de la vacunación para los sanitarios y otros colectivos que trabajan de forma cotidiana con personas frágiles, como mayores.
Desde comienzos de agosto, el certificado sanitario -que acredita tener la pauta completa de vacunación, haber superado la covid hace menos de seis meses o tener un test negativo de menos de 72 horas- es necesario para acciones habituales de la vida social, como tomar algo en un bar o en un restaurante, ir al cine, visitar un museo o presenciar un partido en un estadio.
Las democracias han muerto vuelve el totalitarismo.
El Totalitarismo kk komunista-islámico ya está en Uropa la masona, puesto que nos lo han traído a la fuerza las élites masonas y desconocidas que integran el Directorio. Aun así, en España hay dos “no-te-vacunes” que están tratando de aunar a los no vacunados para manifestarse, pero ha dicho la menestra de la Insanidad que “huy, no os procupís, que aquí estamos nosoltras pa haceros iguales”. Tranquilos, que todo llegará.