Pablo Casado muerde la mano de Isabel Díaz Ayuso
Pablo Casado logró el peor resultado electoral de la historia del Partido Popular con tan solo 88 escaños en el Congreso de los Diputados y 97 en el Senado en las pasadas generales del año 2019. Muy lejos quedan las elecciones generales de 2011, en las que los populares consiguieron su mejor resultado con 186 escaños, consiguiendo la mayoría absoluta. O los 137 que tuvieron en el 2016, en las que ya empezaron a perder representación en el congreso con una bajada de casi cincuenta diputados. Lejos de asumir responsabilidades decidió seguir al frente del Partido Popular y presentarse de nuevo a la presidencia del Gobierno de España.
La suerte de Pablo Casado cambia el 4 de mayo 2021 cuando Isabel Díaz Ayuso consigue la presidencia de la Comunidad de Madrid nada más y nada menos que con el 44,76% de los votos, consiguiendo así, 65 escaños en la Asamblea de Madrid para los populares. A partir de ese momento todas las encuestas ofrecían un balón de oxígeno al jefe de la oposición que supo aprovechar muy bien en ese momento; fotografías con la pareja política ganadora Almeida-Ayuso, paseos políticos por la comunidad autónoma gallega de la mano del presidente de la Xunta de Galicia Alberto Núñez Feijóo ganador de cuatro mayorías absolutas consecutivas para su grupo, en fin, el lavado de aquella imagen de perdedor estaba dando sus frutos.
Aunque los votantes populares y los indecisos no vieron con buenos ojos el gesto de apartar a Cayetana Alvarez de Toledo de la portavocía en el congreso y sustituirla por Gamarra que para él era más controlable en sus declaraciones públicas, es decir, seguía mejor el moderado argumentario popular que en ese momento quería el líder de la oposición.
Pero volviendo a la actualidad y como la cabra siempre tira al monte, decide morder el balón de oxígeno proporcionado por la presidenta de la comunidad de Madrid para obtener sus fines políticos decidiendo enfrentar en un ring con espectadores atónitos al tándem Almeida-Ayuso, por la presidencia del partido popular en esa comunidad. ¿Con qué objetivo? todo apunta a disolver a esa pareja ganadora que ya eclipsaba al futuro candidato popular al gobierno de España. Aunque hablando de traiciones de Casado dentro del PP tampoco gustó a las viejas glorias ni a las nuevas el anuncio del traslado el pasado mes de febrero de la sede de Génova tras la debacle en las elecciones catalanas. En fin, que en el PP de Casado los inmuebles son los responsables de sus fracasos políticos.
Hasta cuándo dejarán jugar a Casado al juego de la silla que recuerden consistía en lo siguiente:
– Se colocan las sillas formando un círculo…
– Se pone la música alegre, mientras los niños giran en torno a las sillas.
– Se detiene la música, mientras los niños deben sentarse en una de las sillas.
– Se extrae, en cada vuelta una silla, hasta que solamente quede una silla y dos participantes.
Esa última regla de juego se podría dar en el congreso nacional de los populares del mes de octubre en Valencia o quizás no… El caso es que con este juego incomprensible las expectativas de Pedro Sánchez para con Vox van viento en popa a toda vela.
Sí, y mientras “la luna riela
y en la loma gime el viento”
su electorado se hiela
viendo semejante esperpento…
“Que es mi banco mi tesoro…”