El recaudador del ‘club de la ceja’, un hombre unánimemente detestado
Acumula tanto poder como inquina genera. Eduardo Bautista, Teddy desde sus tiempos al frente de ‘Los canarios’, es el imán de todos los odios desde que accedió a la cima del poder ejecutivo en la Sociedad General de Autores (SGAE). Bautista se convirtió en un ‘gran recaudador’ unánimemente detestado -lo confirma un paseo de de urgencia por Internet- al mando de un sociedad de gestión de derechos que recibe y distribuye cientos de millones de euros entres sus socios.
Un insaciable afán recolector que ‘toca el trigémino’ e incendia los ánimos de la sociedad civil que vuelca sus iras contra Bautista. El mismo que hasta el jueves llevó el timón de la implacable SGAE que vigila bodas, banquetes y concierto benéficos, (funerales no, que sepamos) para exigir, de acuerdo a la ley, las liquidaciones por derechos de autor. La misma SGAE que impide que la música suene en peluquerías o bares que no pasen por caja, que abrió el frente del canon digital y la persecución de los ‘manteros’ y que desbordó el vaso de las antipatías al declarar la guerra a la piratería y a la barra libre en Internet.
Eduardo Bautista presidía el Consejo de candidatura, en la quo él no figura nominativamente, volvía a ganar. Tenían cita con las urnas 8.271 socios de los más de 95.000 asociados, un 7,54% más que en las elecciones de 2007. De su lista salieron 30 de los 38 miembros que integrarán su Junta Directiva hasta 2015 y gestionarán casi 400 millones de euros al año.
Polifacético
Nacido en Las Palmas de Gran Canaria el 27 de mayo de 1943, Eduardo Bautista García es músico, arreglista, compositor y productor, e hizo sus pinitos como actor. Irrumpió en la música en los últimos 60, como voz, guitara y líder del grupo de rock ‘Los canarios’. Triunfaron con temas como ‘The incredible Miss Perryman’ para la película ‘Pepermint Frappé’, de Carlos Saura, y ‘Get on yor knees’ (Ponte de rodillas) grabado en Londres y canción el verano en 1968. Evolucionaron del soul al rock instrumental y progresivo. Pioneros en la música electrónica, se atrevieron a versionar las ‘Cuatro estaciones’ de Vivaldi en el álbum ‘Ciclos’.
Disuelto el grupo, Bautista inició una carrera en solitario y participo muy activamente en la versión ibérica de ‘Jesucristo Superstar’, encarnando a Judas Iscariote junto a Jesús-Camilo Sesto. Aprovechando el tirón del musical en los ochenta, también tomó parte en el musical ‘Annie’.
Camilo Sesto fue uno de sus pupilos cuando Bautista trató de enderezar su carrera como productor. Además del cantante alicantino, produjo a cantautores como Luis Eduardo Aute o Rosa León. Como compositor firmó temas para Ana Belén o Miguel Ríos.
Menos brillante es su paso por el cine, en el que debutó como protagonista de ‘Demasiado para Galvez’ en 1980. Insistió con papeles el filmes tan poco memorables como ‘Buscando a Perico’, ‘Café, coca y puro’ o ‘Terroristas’, y compuso de las bandas sonora de largometrajes como ‘Juana La Loca de vez en cuando’, ‘Las huellas del lince’ o ‘El aroma del Copal’.
Por entonces Bautista deja la creatividad y la interpretación en un segundo plano y aplica todas sus energías a su labor como gestor de derechos en una agonizante SGAE. No en vano, desde 1977 era miembro de su Junta Directiva de la SGAE entonces de talante y gestión decimonónicas. Cinco años después era vicepresidente, puesto desde el que pilotó la renovación y un radical modernización, dejando algo de lado el teatro y el cine y poniendo el foco en la música popular y en la internacionalización. Se mantuvo en el puesto hasta 1995, cuando fue elegido presidente del Consejo de Dirección.
Bautista es copresidente de la Fundación Autor (creada en 1997) y preside la Sociedad Digital de Autores y Editores (sDAE), que nació en 2000.
Las críticas a su contestada labor al frente de la SGAE arreciaron en los últimos años. El comité de empresa solicitó el años pasado al ministra de Cultura “auditorías externas e independientes” ante un situación de “deterioro alarmante”. Los internautas también alzaron el hacha de guerra cuando se legisló contra las páginas que facilitan descargas no autorizadas, un cáncer que alimentan más de siete millones de usuarios de unas páginas que facturarían más de10 millones anuales.
Internet echo humo y las redes sociales crujieron a la SGAE cuando reclamaron un 10% de lo recaudado en taquillas durante varios a años por las representaciones populares de ‘Fuenteovejuna’ y ‘El Alcalde de Zalamea’ en las localidades cordobesa de Fuente Obejuna y en pacense de Zalamea de la Serena.
Demonizado, la hoguera que consume a Teddy Bautista sigue alimentándose con todo tipo de ‘combustible’, contraponiendo la presunta mendicidad de su prime esposa, Paloma Siles, a las escandalosa cifras de su salario, un cuarto de millón de euros al año y el compromiso de una pensión de 24.000 euros mensuales para su jubilación.
Al final, los menos honrados al parecer serán ellos. Vaya por Dios. ¿ Investigarán a Ramoncin y sus pollos fritos ?. Ojo que ahora tambien es contertulio económico en la tele de la tela con tomate.
¡¡¡ Nos tachaban de piratas a toooooos, manda güebs !!!. A la carcel con ellos
Sin duda alguna la noticia del verano. Esta es la auténtica canción del verano…Han detenido al Bucanero que nos llamaba piratas.
http://altavoz-nosolonoticias.blogspot.com/2011/07/corrupcion-en-la-sgae-teddy-bautista-ha.html
Esperemos que nadie se olvide ni a uno solo del clan, empezando por Zapatero, González-Sinde, Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel, Alejandro Sanz…
¡Ni uno!