Maduro, representado con su barba ampliamente reconocible, aparece con un atuendo casi idéntico al del superhéroe estadounidense Superman, que incluye una capa y calzoncillos azules que se usan en la parte exterior de las mallas rojas. El pueblo venezolano parece clamarle por resolver un apagón nacional luego de que Trump enviara un misil no especificado para sobrevolar Venezuela y deshabilitar su red eléctrica.

En realidad, Venezuela sufre apagones regulares como resultado de la mala gestión del sistema eléctrico por parte del régimen de Maduro. Durante el reinado de Maduro, el régimen autoritario socialista no ha logrado garantizar el acceso seguro a la electricidad, la gasolina (a pesar de las prodigiosas reservas de petróleo de Venezuela), los alimentos, la atención médica y casi todas las demás necesidades básicas de la vida diaria en un país desarrollado. Antes de que el dictador socialista Hugo Chávez asumiera el poder en 1999, Venezuela era el país más rico de América Latina.

La caricatura de Super Bigote muestra a Trump conspirando con representaciones indecorosas de dos miembros de la oposición del establishment venezolano, el exlegislador Julio Borges y el actual vicepresidente de la Internacional Socialista Henry Ramos Allup, para dar un golpe de estado contra Maduro.

“¿Son unos idiotas, no pueden derribar a un simple conductor de autobús?” pregunta el estilizado villano de Trump a los dos líderes de la oposición en una llamada desde la Oficina Oval. Maduro trabajó como conductor de autobús antes de ascender abruptamente al puesto de ministro de Relaciones Exteriores bajo el madato de Chávez.

“Hemos intentado de todo: trampas, mentiras … la OEA [Organización de los Estados Americanos], ¡pero nada!”, responden los dos venezolanos.

La conversación termina cuando Trump decide ejecutar lo que parece ser un ataque EMP que apaga toda la electricidad en el país, provocando un caos en todo el país y provocando que personas al azar pidan al “Super Bigote” para salvarlos.

Maduro, en respuesta, vuela hacia el cielo y golpea un malvado avión estadounidense, lo rompe en pedazos y restaura la red eléctrica. La relación entre la aeronave y el ataque EMP permanece sin explicación, ya que la aeronave parece estar sobrevolando Venezuela mucho después de que la red eléctrica deja de funcionar.

La ciencia defectuosa y la atribución incorrecta a Maduro de cualquier funcionalidad que la red eléctrica venezolana conserve actualmente se hacen eco de las afirmaciones de la vida real del régimen de Maduro de que Estados Unidos cerró deliberadamente el suministro eléctrico en el país en 2019. En marzo de ese año, un apagón nacional privó a Venezolanos en el poder en 22 de los 23 estados y en el distrito capital nacional, Caracas: el apagón más largo del país en tres décadas. El apagón pareció ser causado por una severa negligencia por parte del régimen de Maduro, que ha permitido que la infraestructura central, desde las centrales eléctricas hasta las refinerías de petróleo, se deteriore sin posibilidad de reparación.

Maduro, sin embargo, culpó a Estados Unidos.

“¡La guerra eléctrica anunciada y dirigida por los Estados Unidos imperialistas contra nuestro pueblo será derrotada!” él escribió en las redes sociales.

“¿Cuál fue el objetivo de este nuevo ataque? Para privar al pueblo de Venezuela de la electricidad ” , dijo en ese momento la“ vicepresidenta ”de Maduro, Delcy Rodríguez, quien una vez afirmó falsamente que la ayuda humanitaria estadounidense era“ cancerígena ” , y culpó del “ataque a la derecha fascista”.

El apagón nacional de marzo fue uno de varios eventos similares de ese año que han continuado hasta el día de hoy, y que por lo general ocurren en rachas a nivel regional en lugar de sumir a todo el país en la oscuridad simultáneamente, lo que desacredita en gran medida la afirmación de que los apagones son el resultado del sabotaje estadounidense. Un grupo de defensa venezolano documentó más de 80.000 fallas en la red eléctrica en todo el país en 2019.

Aparte del Super Bigote , el régimen de Maduro aún no ha mostrado públicamente ninguna evidencia que vincule los cortes de energía con el gobierno de EE. UU.

“Super Bigote” hizo su debut durante los comentarios de Maduro en 2019 en una extensa perorata contra el entonces presidente ecuatoriano Lenin Moreno. Moreno, elegido en el marco de una coalición de partidos de izquierda, pero que rápidamente abandonó esa afiliación y rechazó al establecimiento socialista en su país, estaba trabajando en ese momento para reducir los disturbios en todo el país organizados por izquierdistas enojados contra una propuesta para limitar un subsidio al gas de larga data. En escenas que se han vuelto comunes en todo el continente americano, incluida la propia nación de Estados Unidos, los izquierdistas saquearon negocios, lanzaron cócteles Molotov a las fuerzas del orden y participaron en actos de violencia grupal hasta que Moreno cedió en su política de gasolina.

Lenin anunció luego de las investigaciones policiales que las autoridades habían encontrado vínculos entre los alborotadores y el régimen de Maduro, lo que provocó la perorata del dictador.

“Lenin Moreno salió a decir que lo que está pasando ahí es culpa mía”, dijo Maduro, “que muevo mis bigotes y caen los gobiernos, eso dice Lenin Moreno”.

“No soy Superman, soy Super Bigote”, bromeó Maduro.

La red de propaganda estatal de Maduro, VTV, incursiona regularmente en la animación para promover la agenda del régimen socialista. Desde el inicio de la permanencia de Maduro en el poder, en 2013, VTV comenzó a transmitir caricaturas del recién fallecido Chávez en las que llega al cielo y se une al padre fundador venezolano Simón Bolívar y al asesino masivo Ernesto “Che” Guevara.

VTV también ha emitido caricaturas que muestran a Maduro como un conductor de autobús amistoso, en medio de años de protestas violentas y violaciones de derechos humanos que han dado lugar a una investigación de la Corte Penal Internacional (CPI), y a los líderes de la oposición como villanos feos que intentan destruir el país.