Carta abierta de un policía a Marlaska: “Usted solo será aquel que nos vendió siempre que pudo”
Samuel Vázquez.- Ya queda poco Sr. ministro, algo más de año y medio para que las luces se apaguen.
La pomposidad, los coches oficiales, las cenas de postín, los premios, las fotos oficiales, los agasajos… toda la arrogancia del poder se termina en un abrir y cerrar de ojos, da igual que ganen o pierdan las siguientes elecciones porque es usted un personaje amortizado, no le echan ahora por el coste político que eso tendría, nada más.
Han utilizado su imagen de juez valiente y usted mismo se ha ofrecido voluntario a escupir sobre ella.
Cuando llegue ese día, yo seguiré vistiendo uniforme y usted sólo será otro ex político más, el peor ministro del Interior de la democracia, aquel que nos vendió siempre que pudo, aquel que no dedicó un solo día de su mandato a proteger ciudadanos, y puso todo su empeño desde el primer día en proteger el discurso del gobierno”.
Cuando todo acabe, Sr. Ministro, se preguntará usted todas las noches antes de acostarse si mereció la pena tener que negociar a diario la ética para mantener su sillón, y dilapidar una imagen forjada durante años de trabajo, por cuatro años del glamour del poder, anestesiado bajo su influjo.
Ya le adelanto yo la respuesta: no, no habrá merecido la pena pasar a la historia como pasará usted, sólo por sucumbir a la atracción de sentarse en la silla de Frank Underwood y dar dos golpes con los nudillos en la mesa.
Ha llegado usted a un nivel tan bajo de interlocución, que ante la mentada manifestación convocada por organizaciones policiales contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, y a la que se unieron partidos en la oposición como sucede siempre (también cuando ustedes estaban en la oposición y se pusieron detrás de nuestras pancartas durante el gobierno de Rajoy), su única y mediocre respuesta ha sido repetir de manera goebbeliana: “derecha y ultraderecha”. Si se junta usted con los Pablos Iglesias de turno, acaba indefectiblemente descendiendo a su nivel Sr. Ministro.
Si mantiene durante años la mentira de que el derecho de manifestación estaba amenazado en un país en el que se producen miles de manifestaciones al año (sólo en Madrid más de 3000), acabara confundiendo el derecho fundamental a manifestarse con la estupidez de creer que ese derecho te deja libertad para pisotear con violencia los derechos de los que no se manifiestan. Si compra usted el mantra de que son los antidisturbios los que generan la violencia, a pesar de que estos sólo cargan en el 1% de las manifestaciones, siempre con los mismos, acabará usted aplaudiendo una modificación legal que vigila más a los que mantienen el orden que a aquellos que llevan años queriendo imponer su ideario a través del caos.
Pero da igual cuán grande sea su aparato propagandístico y el control que ejerzan sobre gran parte del cuarto poder. Los policías sabemos que bajo su gobierno se han batido records de utilización de una ley de seguridad ciudadana, al igual que nunca antes se habían realizado tantas devoluciones en caliente, aunque ahora, por fin , las llame usted por su nombre: rechazos en frontera, avalados por todos los órganos judiciales europeos.
Nosotros, los policías, sabemos quiénes somos, ¿sabe usted en lo que se ha convertido? Recuerde siempre que todavía existen personas que nos guiamos en la vida por una máxima que usted decidió enterrar a cambio de poder: La ética no se negocia.
Se vistió de vanidad,
,ropaje de la soberbia
que sólo trae miseria
y jamás felicidad….