El Gobierno de Canadá accedió secretamente a la geolocalización de 33 millones de teléfonos móviles durante la pandemia
AC.- La Agencia de Salud Pública de Canadá (PHAC por sus siglas en inglés) admitió haber monitoreado el movimiento de 33 millones de personas al acceder secretamente a su geolocalización a través de la principal compañía telefónica del país, según el National Post de Canadá.
“Debido a la urgencia de la pandemia, (PHAC) recogió y utilizó datos de movilidad, como los datos de localización de las torres de telefonía, a lo largo de la respuesta a COVID-19”, dijo un vocero al Post de Canadá.
La Agencia de Salud utilizó los datos de localización para evaluar la eficacia de los encierros y permitirles “comprender los posibles vínculos entre los movimientos de población dentro de Canadá y la propagación del COVID-19”, agregó.
En abril de 2020, la agencia de salud canadiense entró en un contrato con la principal compañía de telefonía celular del país, Telus, que según su sitio web, los datos que comparte con el gobierno no son identificables y ‘se utilizaron para ayudar a las autoridades sanitarias y a los investigadores académicos a reducir la transmisión del COVID-19 sin comprometer la privacidad personal de los canadienses’.
El contrato caducó en octubre y desde entonces, PHAC dice que dejó de tener acceso a los datos privados de sus ciudadanos, no obstante, la agencia tiene planeado extender el programa de monitoreo cinco años más.
PHAC publicó un anuncio a principios de esta semana solicitando contratistas con acceso a ‘datos de localización de torres de telefonía móvil/operadores para la respuesta a la pandemia COVID-19 y para otras aplicaciones de salud pública’.
La agencia solicita ‘datos de localización sin identificar de torres de telefonía móvil de todo Canadá’ a partir de enero de 2019 hasta el 31 de mayo de 2023, con posibilidad de tres prórrogas de un año.
PHAC asegura que los usuarios tendrán la posibilidad de optar no compartir su ubicación con las aplicaciones y programas pertinentes y dado que los datos son anónimos y obtenidos a través de las compañías de teléfono, la agencia está segura de que no está violando ninguna de las leyes de privacidad de los canadienses.
No obstante, defensores de la privacidad contienden que lo que se comparte anónimamente puede fácilmente ser identificado posteriormente y que el gobierno canadiense debe ser más transparente en lo que hace con los datos privados de la gente, por ejemplo, si el haber espiado la ubicación finalmente sirvió para el bien público.
David Lyon, autor de la Vigilancia de la pandemia y ex director del Centro de Estudios de Vigilancia de la Universidad de Queen, opinó que:
“La pandemia ha creado oportunidades para un aumento masivo de la vigilancia a muchos niveles, no sólo para la salud pública, sino también para controlar a quienes trabajan, compran y aprenden desde casa”.
“Están llegando pruebas de muchas fuentes, de países de todo el mundo, de que lo que se consideraba un enorme aumento de la vigilancia -después del 11 de septiembre- está ahora completamente superado por la vigilancia de la pandemia”, añadió.