La formación en VR es toda una revolución para el sector industrial
Las nuevas tecnologías plantean un sinfín de herramientas y soluciones que hacen la vida más fácil al mundo entero. Hay sectores que se benefician más que otros de los últimos avances en tecnología. De hecho, si hubiera que apuntar a uno en concreto, sin duda el sector industrial sería el que más rápido acoge y adopta las propuestas más avanzadas en lo tecnológico.
Incluso las propuestas que parecen menos orientadas al sector profesional, encajan con el industrial. Uno de los casos más interesantes es el de la Realidad Virtual. Esta, que permite a las personas sumergirse de lleno en entornos virtuales e interactuar con ellos prácticamente como si existieran de verdad. Hasta el momento se ha concebido como algo orientado al ocio, pero está demostrando su gran utilidad fuera de ese terreno.
El caso más ejemplar es el de la formación en realidad virtual. Las píldoras formativas en VR ayudan a toda clase de profesionales a adquirir nuevos conocimientos, pulir destrezas y tener nuevas aptitudes que les ayuden a ejercer mejor su labor. Son una forma de preparación de lo más puntera e interesante, y lo están demostrando sobre todo en la industria.
Numerosas empresas están adoptando este sistema de formación por las comodidades que brinda y la eficiencia que ha demostrado. Asimismo, muchas empresas se han especializado en ofrecer formación a través de herramientas de Realidad Virtual, diseñando y desarrollando toda clase de píldoras de formación especializadas en distintas actividades o disciplinas.
¿El resultado? Tremendamente positivo. Los trabajadores salen formados y preparados gracias a una formación tanto teórica como práctica. Aunque vamos a ahondar más en eso a continuación.
¿Cómo cambia la formación a través de la Realidad Virtual?
Lo primero que debe quedar claro es que un buen módulo formativo VR va a trasladar a los estudiantes o trabajadores a entornos prácticamente reales. Las personas que participan en ellos van a poder operar de primera mano con maquinaria, experimentar casos reales y analizar situaciones cotidianas en la industria sin riesgo alguno, pero con el máximo realismo posible.
Centros como Innovae se han especializado en el desarrollo de soluciones de Realidad Aumentada y Realidad Virtual centradas en la Industria 4.0. Este nuevo tipo de industria, en el que las nuevas tecnologías y las soluciones Smart pasan a ser un engranaje más de cualquier planta de producción o empresa, casi no se puede entender sin estas propuestas de VR o AR.
Con este tipo de formación, los usuarios se sumergen por completo en el espacio de trabajo sin necesidad de desplazarse a este en la realidad. De hecho, la interactividad que ofrecen estas cápsulas VR es tal, que pueden experimentar lo que es trabajar con cualquier clase de maquinaria, o incluso supervisar cualquier proceso, como si estuvieran en una planta de verdad.
Es un planteamiento especialmente interesante porque, por ejemplo, no implica que haya que detener la producción en algún sector para ver las máquinas y explicar su funcionamiento. Transcurre completamente en paralelo y sin afectar a la productividad, de hecho, ésta se ve aumentada, en beneficio para la propia empresa.
Por supuesto, también implica un importante ahorro económico. Para empezar, por el gasto energético que supondría apagar y encender la maquinaria; para terminar, porque no hay que abonar gastos de transporte.
Asimismo, también se ahorra la producción de elementos de prueba que luego se vayan a tirar, con lo que esto implica, de nuevo, a nivel energético y de recursos.
Junto a todo esto, también supone una importante mejora en seguridad para los profesionales que se forman. Al estar inmersos en un entorno digital, no hay riesgo de accidente con maquinarias o con elementos habituales de una planta industrial. En caso de equivocarse durante la práctica, esto tampoco repercute en la empresa y su ritmo de trabajo.
La formación en VR ofrece una preparación totalmente práctica y real, pero con las ventajas que supone el estar en un entorno realista a la par que libre de riesgos. Ofrece un grado de inmersión y profundización que solo se podría alcanzar interactuando con las máquinas reales, estando dentro de una fábrica o planta, pero sin repercutir en costes, sin riesgos, solo con comodidades y seguridad.
Es una solución fácil de implantar, sobre todo porque hay empresas que se encargan de cubrirlo todo, y su coste es una nimiedad si comparamos con lo que supondría una formación práctica “real”.
Además, la escalabilidad y flexibilidad de los entornos VR permiten que haya toda clase de formaciones y especializaciones diferentes a las que acceder desde un mismo dispositivo.
En resumidas cuentas, son todo ventajas para los profesionales actuales. La Industria 4.0 plantea muchas mejoras, pero la normalización de la enseñanza a través de módulos de Realidad Virtual es, sin duda, uno de sus aspectos más revolucionarios.