Suspenden el juicio por la agresión sexual a una concursante que puso en jaque al programa ‘Gran Hermano’
Este martes debía arrancar el juicio contra José María López Pérez por la presunta agresión sexual a Carlota Prado durante la participación de ambos en el conocido ‘reality’ de televisión ‘Gran Hermano’. Los hechos se remontan a hace algo más de cuatro años, en la edición de 2017.
Sin embargo, la vista oral fue suspendida debido a que la mujer tiene “problemas psiquiátricos”, según ha alegado su abogado en declaraciones a los medios de comunicación a las puertas del juzgado de lo Penal número 18 de Madrid.
La jueza ha concedido el aplazamiento del juicio sin fecha y ha requerido un informe médico que avale el estado de la víctima.
Este caso levantó una ola de indignación y supuso un antes y un después en los programas de telerrealidad. No solo se cuestiona la actitud del presunto agresor, sino la de los responsables de esa edición, conocida como ‘GH Revolution’, que no pararon la agresión cuando Carlota Prado se encontraba inconsciente y que posteriormente mostraron las imágenes a la víctima.
¿Qué se juzga?
Se juzga a José María López Pérez, acusado de un delito de abusos sexuales. La Fiscalía pide para él dos años y medio de prisión y una multa de 6.000 euros. La productora de ‘Gran Hermano’, Zeppelin, está citada en calidad de testigo y como responsable civil subsidiaria, de manera que tendría que hacer frente a la multa en el caso de que López se declarara insolvente.
Según el abogado de la denunciante, se juzga un delito de abusos sexuales sin penetración por un error en la instrucción. Sin embargo, sostiene que hay indicios serios de que se produjo la penetración, lo que elevaría la solicitud de pena al rango de entre 4 y 10 años de cárcel.
Zeppelin ha guardado silencio durante los últimos años sobre este caso después de un breve comunicado que emitió cuando estalló el escándalo, en 2017. Sin embargo, esta mañana se ha pronunciado para aclarar que “cualquier reclamación económica que no se deriva bajo ningún concepto de un hecho delictivo debe ser reclamada por la vía civil”.
Unos hechos grabados
Carlota Prado entró como participante en la casa de ‘GH Revolution’ en 2017, al igual que hizo su presunto agresor. Tenía tan solo 24 años. Durante la madrugada de los hechos, José María López presuntamente la agredió sexualmente mientras se encontraba inconsciente, después de haber ingerido una gran cantidad de alcohol.
Según recoge la Fiscalía, durante una fiesta en la casa, la joven apenas había ingerido alimentos y bebió al menos cuatro chupitos de tequila. Según transcurrían las horas comenzó a encontrarse mal, momento en que el acusado, con el que había iniciado una relación en el interior de la casa, se la llevó a la habitación.
Alrededor de la 1:30 de la madrugada, una vez que los dos estaban en el dormitorio, ayudó a Prado a descalzarse y meterse en la cama totalmente vestida, mientras todo estaba siendo grabado y observado por personal de la productora.
El acusado se metió en la cama mientras el estado de la concursante era de semiinconsciencia. Allí, “guiado por un ánimo libidinoso y a sabiendas del estado de semiinconsciencia en que se encontraba y aprovechándose de esta circunstancia, comienza a realizar bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que balbuceando débilmente, [la joven] dice ‘no puedo'”, recoge el escrito de acusación de la Fiscalía.
Hasta en dos ocasiones, Prado levantó la mano indicando que parara. Cuando Pérez le pregunta que cómo se encuentra, ella solo responde que se quite y se da la vuelta dando la espalda al hombre.
En esas circunstancias, el hombre continuó realizando tocamientos y movimientos de contenido netamente sexual bajo el edredón, despojando a la víctima de su vestimenta, quitándole la ropa interior, a pesar de que para entonces la mujer ya estaba inconsciente. Durante ese tiempo, “se volvieron a ocasionar desplazamientos por parte de José María que impulsaban a Carlota hacia arriba y hacia abajo, sin que ‘motu proprio’ esta reaccionara al estímulo”, relata la Fiscalía sobre lo que considera que pudo ser una penetración.
Transcurrido 10 minutos, un movimiento dejó ver la cara de la joven, que se encontraba en estado inerte. Es entonces cuando interviene uno de los miembros del programa que estaba observando la escena, utilizando uno de los códigos de alerta que establecen con los concursantes.
En ese momento López se detiene, se levanta y se va a la cocina, donde continúa la fiesta y le dice a otro compañero que Carlota Prado no se encuentra bien. Al final de la noche, el hombre duerme con su víctima como si no hubiese ocurrido nada.
Comienza ‘la tortura’ en el confesionario
Los responsables del programa decidieron que había que mostrarle a la joven lo sucedido. Hasta ese momento, ella no era consciente de lo que había pasado.
Así, al día siguiente la llaman al confesionario y le advierten de que le van a enseñar unas imágenes de lo que sucedió la noche anterior que ella deberá valorar. La concursante las ve sola, observada por un responsable y psicólogos del programa. Durante su visionado, también fue grabada.
Aunque las imágenes no se hicieron públicas inmediatamente, sí se difundieron un par de años después, a través del medio El Confidencial, con el consentimiento de Prado. En ellas se observa el sufrimiento de la joven, que llora, y cómo pide que paren las imágenes, sin que le hicieran caso. De hecho, se oye a alguien que le dice: “Carlota, este tema, por el bien tuyo y de José María, no debe salir de aquí”.
Carlota Prado ha calificado esta escena en varias ocasiones de “tortura” y siempre ha denunciado esta práctica, aduciendo que “se tomaron la aberrante, deplorable y asquerosa delicadeza de editarlo e ir mostrándome diferentes planos, incluso enfocando bien de frente a mi violador”.
Se informó a la concursante de que López había sido expulsado del programa. Por su parte, ella fue sacada de la casa donde se realizaba el ‘reality’ y llevada a un hotel. Allí permaneció aislada durante cuatro días con psicólogos del programa. Mientras, se avisa a su familia y la productora pone una denuncia ante la Guardia Civil.
A continuación, la joven pide regresar a la casa de ‘Gran Hermano’, ya que se sentía más segura allí que en el exterior ante la repercusión mediática que lo sucedido pudiera tener. En aquel momento no ratifica la denuncia de la productora. Y solo unos días después es expulsada por los votos del publico.
Cuando terminó esa edición de ‘GH’, Prado se decidió a denunciar todo lo sucedido y casi cuatro años después llegaba este martes la fecha señalada para su juicio, un tiempo en el que la mujer ha estado luchando por obtener justicia: “No pienso parar hasta que cada uno que estuvo y/o colaboró, permitió, tolero o se jactó… No se parará hasta que todos seáis señalados”, escribió hace menos de un mes en sus redes sociales.
Cambio en los protocolos
Hasta aquella edición las fiestas en la casa de ese programa de telerrealidad eran frecuentes. Los organizadores proveían de alcohol a los concursantes, algo que ahora está totalmente prohibido.
Al parecer se les suministraba a cada participante la cantidad de alcohol equivalente a dos copas, pero no se controlaba si alguno de ellos se bebía lo que dejaba de ingerir otro.
Otro de los protocolos que fue modificado a raíz de este suceso fue que se obliga a los participantes en el ‘reality’ a levantar el pulgar en señal de que todo está bien si se meten debajo del edredón con otra persona.
Insidias y acusaciones durante cuatro años
Durante los últimos cuatro años, Carlota Prado ha tenido que hacer frente a acusaciones, insidias y calumnias de todo tipo.
“No he sido narco, ni trabajado para ninguna mafia. Nunca me he prostituido. Nunca he sido drogodependiente. Nunca he matado a nadie. Nunca le he pegado a mi padre”, ha llegado a decir la mujer a través de sus redes sociales. Unas palabras que dan cuenta de todo el odio que se ha vertido hacia ella en este tiempo.
Tras su paso por la casa de ‘GH’, y de soportar la relevancia mediática de su caso, tuvo que abandonar las redes sociales, aunque posteriormente las recuperó, y ponerse en tratamiento psiquiátrico y psicológico.
Telemierdas, que hacen programas basura…
Espero que caiga todo el peso de la ley sobre el autor y la cadena, como responsable civil subsidiario. (Caso de ser culpables, obviamente).
Para la señorita, todo mi apoyo y afecto. Siento mucho lo que le sucedió.