Entre Casado y Xi Jinping
El Casado es bobo, o se le ha caído un tornillo, y… o se le defenestraba de inmediato hasta escuchar el golpe en el patio, o terminaba con todo lo que tiene en su entorno. No vale y lo ha patentizado. Se ha toxificado con las malas compañías y su escasa cultura.
Aparece en la tarde, al fondo a la derecha, tipo Bélmez, el ectoplasma de la virtud en forma de casto José de la Corte del Faraón, pero hablando en gallego. Ignoro (¡muy gracioso el ignorito!) si fue un aventajado seminarista en Mondoñedo, o surgió de una caja china en el mismo Bilderberg, así, de golpe, pero no me fío de su gesto taimado. No le daría la espalda en un callejón y menos en uno sin salida como es este. Esa miradita traicionera y borrosita hace temer un aguijón emponzoñado. ¿Tiene algún retrato con sotana, o con la púrpura, a lo Niño de Guevara? También me lo imagino en una ventanilla aduciendo, socarrón, que me falta la póliza de tres pesetas, por joder no más. De ningún modo me lo imagino en una partida de poker canalla, no. No vale para eso, aunque engole la voz y levite en las curvas.
Creo que -a más de suavecito en la sodosuya- es inútil que le intenten descender por la fachada ayudándose de cuerdas y poleas entre cantos de querubines de las nuevas generaciones para adorarle y aclamarle. Al PP no le vuelve a votar ningún español que se precie y no sea sordo o socialista arrepentido. Todo, verdad, por la reincidencia y reiterancia de sus engaños y mofas permanentes en la bilateralidad de la alternancia y de los espejuelos bipartidistas.
Se acabó, como cantaba la María Jiménez, que no guarda parecido con la Gamarra riojana de tan escaso recorrido por el río Nervión y poco carácter, ni con el Zarzalejos de la fobia a la patria hispana. Muy moderno se muestra el hombre este con los cordones sanitarios para Vox. Para más de cuatro millones de españoles votadores, nada menos a los que quiere amordazar, que se abre de piernas anuentes y parece que ungidas a brochazos –a tanto el metro lineal, como el Pedrojota- ante los golpistas, separatistas, mentirosos, etarras arnaldistas, asesinos, comunistas y demás hierbas aromáticas a ponzoña.
Echo de menos a los anarquistas durrutianos de solera, que no se avienen a la disciplina que impone la masonefría y calculadora y el puto comunismo. Siempre me han caído simpáticos por eso. El Zarzalejos… según está contra tantos millones de españoles… cuatro millones de escupitajos no sé si los aguantaría en pie el hombre este y si encontraría la salida del charco.
“Paz, piedad, perdón” pedía el guaperas del Azaña dos meses antes de bombardear Cabra –eso sí, con aparatos rusos y pilotos republicanos de raigambre española, de los del Hidalgo de Cisneros- y hacer más de doscientas víctimas -amén de a pollos, porque era día de mercado- entre mujeres, niños, aldeanos y ancianos, ignorados al día de la fecha por la egabrense –cabrense en latín- Carmen Calvo, y para los que no llega la memoria democrática ni el justiprecio de chiringuito, sin acertar a un solo morituri, de los del bando que ganaba a cuatro meses y a ojos vista, irremisiblemente y vestido de combate, hasta el desarme y la cautividad. ¿Era una añagaza edulcorada para que bajaran la guardia? Ahora, un propio aragonés, del PSOE parece ser, quiere lo mismo con los cuatrocientos casos de asesinatos de españoles a manos del terrorismo etarra, que va a investigar la Unión Europea, porque la fiscalía española no encuentra las gafas de ver.
¿A dónde vamos por ahí? ¿Qué pasa con los derechos humanos y los inhumanos?
¿Van a ser los tres que decía el genial Chumi Chumez: ver, oír y callar?
El déspota tiránico ruso, el Putin de la película, con ciento cuarenta millones de súbditos -EEUU tiene 330 millones- diecisiete millones de kilómetros cuadrados -el país más extenso del planeta- y un PIB de 1.159.545 millones de euros, que nadie cita y que no pasa del de Italia y es un 3% superior al de España, ¿a dónde va? ¿Ande irá?
¿Busca que no le asesinen sus esclavos, o los francotiradores millonarios que le rodean y no quieren problemas con Occidente donde tienen sus ahorros de toda una vida, que se pueden poner de acuerdo con la OTAN, o que la oposición creciente se distraiga mirando al dedo con el que dirige una guerra enloquecida que nadie entiende a santo de qué viene, a la vez que envenena con plutonio a la disidencia, pudiéndolo hacer a sartenazos que es más barato?
Su única exportación es el petróleo, el gas y las matrioskas, que vende a Europa, y la KGB, que está muy bien para repúblicas bananeras. ¿Querrá estimular el turismo de masas?
Que mire a sus espaldas, al Xi Jinping, a su “amigo”, a la China comunista, que son mil cuatrocientos millones de criaturas -10 veces más que Rusia- con un PIB tipo Europa, en una economía parásita y a la que le vendría muy bien tanto espacio vital a la puerta de sus fronteras septentrionales –que suman cuatro mil kilómetros putineros- para abrir nuevos bazares de productos tóxicos… Que lo piense. Eso sí tendría explicación y a la ONU, -a su consejo de seguridad, donde ambos se sientan- no sé lo que le parecería.
Es cosa personal, suena a eso, a su mantenimiento que ve que se le acaba la juerga… No tiene explicación racional alguna tanta amenaza. Ya nos contará el andoba sin olvidarse del retrovisor. ¡Qué no se agache a recoger nada del suelo, que no se distraiga ni le tiente, que menudo amigo es el chino!