Claro, conciso y contundente, Alfonso Guerra se ha convertido en el primer político socialista en condenar la actuación de las fuerzas marroquíes en El Aaiún. El diputado ha sido preguntado en los pasillos del Congreso si tenía algún inconveniente en condenar el desalojo por la fuerza del campamento saharaui a cargo de policías de Marruecos, a lo que el ex vicepresidente del Gobierno ha respondido: “Ninguno”.

Tras días de críticas al Ejecutivo por parte de los partidos de la oposición y diversos agentes sociales por no mostrar una postura crítica clara frente a la situación que se ha producido en el Sahara, las declaraciones de Guerra se producen precisamente hoy, el día en el que la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, comparece en la Cámara Baja para dar cuenta de la postura tomada por el Gobierno con respecto a los incidentes que se iniciaron hace diez días en el campamento en el que se habían concentrado más de 20.000 saharauis que pedían mejores condiciones de vida.

La titular de Exteriores ya ha advertido con anterioridad que el Gobierno no se pronunciaría oficialmente hasta conocer con detalle lo que sucedió en el campamento y el número de muertos marroquíes y saharauis con que se saldó el desalojo. Desde la oposición se ha censurado la tibieza con que el Ejecutivo ha actuado con Marruecos, su inacción ante el veto impuesto a la prensa española y su falta de apoyo al pueblo saharaui en el contencioso de la ex colonia.