El PP andaluz acusó hace días al portavoz parlamentario socialista y secretario general del PSOE de Huelva, Mario Jiménez, de haber intermediado para que medios de comunicación onubenses «afines al PSOE» hubieran recibido 750.000 euros, «camuflados como ayudas sociolaborales», provenientes del «fondo de reptiles».

Los populares relacionan esas ayudas a medios «afines» con la construcción de la sede del PSOE de Huelva. El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, anunció que su partido ha trasladado a la juez titular del Juzgado de Instrucción Número 6 de Sevilla, Mercedes Alaya, la documentación que implicaría al portavoz socialista con ese supuesto «desvío» de partidas del «fondo de reptiles» a esos medios de comunicación afines.

Pero el paso más que ha dado el PP tiene que ver con una nueva documentación que relaciona empresas “ayudadas” con el dinero del fondo de reptiles con las empresas encargadas de construir la sede del PSOE. Por ejemplo, cuenta ABC, la ampliación de las oficinas del PSOE onubense fueron adjudicadas a la empresa constructora Gómez Domínguez S. A., por un importe de 154.343,80 euros.

El certificado final de esta obra tiene fecha en la época en la que Jiménez era el secretario de Organización del PSOE de Huelva. Nada casualmente el administrador único de la constructora que amplió la sede socialista es Francisco Urbano Gómez Domínguez, empresario vinculado al sector de las televisiones locales en Huelva y que actualmente es el presidente de Odiel Press S. L., la empresa editora del diario Odiel.

A partir de estos documentos, la implicación de Jiménez está clara para el PP andaluz. En opinión de Sanz, no puede ser una casualidad que las subvenciones del «fondo de reptiles» finalmente tengan que ver con la construcción, por parte del mismo empresario, de la sede del PSOE, ya que supone un «monumental escándalo» que Jiménez sea el «hombre de confianza de estos empresarios». «Estamos hablando de los mismos empresarios que recibieron dinero de los ERE para pagar y comprar medios de comunicación afines al PSOE», dijo.

Mario Jiménez y el precedente Velasco

El equipo inicial de José Antonio Griñán se vio salpicado por la prematura caída de su número 2, el cordobés Rafael Velasco. El vicesecretario general del PSOE de Andalucía, Rafael Velasco, decidió a finales de octubre presentar su dimisión por haber recibido una importante cantidad de subvenciones de la Junta de Andalucía vía empresa de su esposa cuando estaba precisamente en situación de pérdidas y que no ha sabido explicar. Luego dimitió irrevocablemente de su cargo de vicesecretario general del PSOE.

Al número 2 le sucedió el número 3, Mario Jiménez, que desde el principio dio muestras de su aptitud para la agresión política. Ido Zarrías y laminado Pepe Caballos, quedaba vacante el puesto de coceador oficial, “portacoz” le llamaron a su antecesor, José Caballos.

Recordemos que Mario Jiménez, hombre fuerte de Griñán, tiene ya un puesto en la historia universal de la descalificación. Fue mucho más allá que sus antecesores y calificó al PP de dar un “golpe de estado económico” junto con los controladores aéreos

Poco antes, el mismo Jiménez había acusado al PP de estar detrás del movimiento autónomo de funcionarios y laborales de la Junta que se opone al “decretazo” del enchufismo. Y no contento con ello, precisó que el PP financia económicamente el movimiento de empleados públicos, lo que le valió la respuesta inmediata del PP andaluz que, vía su portavoz parlamentaria, Esperanza Oña, ha anunciado una querella criminal por calumnias e injurias. Eso sí, uno de sus acompañantes fue acusado por los funcionarios de agresión injustificada.

Hace unos meses, el mismo Jiménez declaró que Javier Arenas era el delantero centro de la “quinta de la Gurtel” lo que valió otro querella por injurias. Luego incluyó a Manuel Olivencia, suegro de Arenas, en la misma trama de los ERE. Posteriormente descalificó a la actual alcaldesa de Jerez, María José García Pelayo, por lo que tiene interpuesta una querella.

Ahora, para poner fin a esta lista cada vez más interminable, es el propio Mario Jiménez quien deberá dar explicaciones, no descalificaciones, sobre el dinero de los ERE, su amistad “empresarial” y el ahorro socialista en la construcción de su sede onubense.