Se ocultan los datos del agresor, lo que descarta que sea de extrema derecha: apuñalados un sacerdote y una monja en una iglesia de Niza
Un sacerdote y una monja han sido apuñalados este domingo en la iglesia de Saint-Pierre-d’Arène de la ciudad francesa de Niza. Ambos han tenido que ser atendidos por los bomberos.
Un sospechoso se abalanzó sobre el sacerdote y lo apuñaló varias veces a las 10.00, poco antes de la misa. Una monja de 72 años que intentó desarmar al agresor también ha resultado herida. El religioso es Krzyzstof Rudzinski, de 57 años y de origen polaco, según ‘Le Point’.
Según este diario, el hombre gritó “debemos matar a Macron” al entrar a la iglesia, justo antes de actuar. Este domingo se celebra la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, que enfrenta al actual mandatario, Emmanuel Macron, y a Marine Le Pen.
El alcalde de Niza, Christian Estrosi, explicó que el atacante fue rápidamente reducido por los agentes municipales y nacionales que acudieron cuando se dio la alerta. Había dado varias puñaladas al párroco, que fue evacuado en estado grave aunque no se teme por su vida. El alcalde, que pudo hablar con él, contó que lo encontró “pese a todo bastante fuerte y lúcido”. Una monja que acudió en su ayuda para intentar quitarle el arma al atacante también resultó herida “superficialmente”.
Por el momento se desconocen la identidad y los motivos concretos del atacante, que fue rápidamente detenido por la Policía, según informa el diario local ‘Nice Matin’. La zona ha sido acordonada por las fuerzas de seguridad.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha enviado un mensaje tranquilizador ha informado de que el pronóstico de las dos víctimas no es grave. “Mi solidaridad con los feligreses y mi agradecimiento a la policía, que rápidamente detuvo al autor”, ha explicado Darmanin.
Sobre las motivaciones del agresor, el canal BFMTV afirmó que es un hombre de 31 años de nacionalidad francesa. Según sus informaciones, no tenía antecedentes, no se privilegia la pista terrorista y podría tratarse del acto de un desequilibrado.
Estrosi hizo notar que su acto parece haber sido premeditado, ya que había comprado el cuchillo hace varios días.
Como suele ser ya habitual en este tipo de sucesos violentos, se oculta la identidad del agresor, lo que descarta que se trate de un miembro de la extrema derecha gala. También se señala que el criminal podría problemas psicológicos, algo también habitual.
Todos sabemos de sobra quienes son el o los agresores, la religión de la paz pongo mi mano en el fuego.