Teléfonos españoles para salvar a primates africanos
¿Puede un teléfono viejo y aparentemente pasado de moda salvar a un chimpancé africano? Sin duda. ¿Y es capaz de contribuir a la supervivencia de un gorila un smartphone que a miles de quilómetros de distancia va a ser desechado por su dueño porque ha dejado de gustarle? Pues también. Exactamente ese es el planteamiento de la campaña de reciclaje Movilízate por la selva, del Instituto Jane Goodall en España, que pretende alargar la vida de estos dispositivos para preservar el medio ambiente reduciendo una demanda de componentes que, en opinión de sus impulsores, se está volviendo insostenible y amenazando muy seriamente el hábitat de los primates.
El organismo que ha tenido esta idea, que cuenta con el apoyo de la conservacionista Jane Goodall, mensajera de la paz de las Naciones Unidas, Premio Príncipe de Asturias en 2003 y embajadora del Año del Gorila en 2009, aboga por la reutilización de ciertos elementos de los terminales de un país, España, en el que hay muchos más celulares que habitantes –casi dos por individuo– y en el que apenas se recicla el 5% de los móviles. Así recauda fondos esta entidad para proyectos de desarrollo en la República Democrática del Congo, donde, entre otros, está el Centro de Recuperación de Chimpancés de Tchimpounga, con aproximadamente 150 ejemplares rescatados tras soportar pésimas condiciones por culpa de cazadores y traficantes.
Gran parte de las reservas del coltán empleado en la fabricación de la tecnología cotidiana –móviles, ordenadores, consolas y demás– y en la industria armamentística de todo el mundo está localizada en el este del Congo, un área en permanente conflicto que a lo largo de los años ha acumulado millones de muertos y desplazados. La extracción de este valioso mineral se basa en el recurso de una mano de obra prácticamente esclavizada. Sin embargo, en zonas como la del Parque Nacional Kahuzi-Biega, esta actividad además pone en peligro a las poblaciones de chimpancés y gorilas. De ahí esta iniciativa del Instituto Jane Goodall, que está siendo coordinada desde Barcelona con un “presupuesto cero”, como recuerda su director ejecutivo, Federico Bogdanowicz. Paralelamente, dos de los grupos en el Congo de otro de los programas de esta organización, Roots & Shoots, que trabajan en Heri Kwetu y en Lwiro, donde también hay un centro de recuperación de primates, siguen incorporando a niños ilusionados por implicarse en las labores de concienciación y mejora de su entorno.
Bogdanowicz destaca: “A finales de junio se habían reunido en España más de 15.000 móviles. En ello han intervenido particulares, escuelas, universidades, ayuntamientos, empresas y asociaciones. Por cada 30 móviles recopilados, se opta al apadrinamiento anual de un simio”. A partir del lunes 18 de julio, por ejemplo, “el Puerto de Barcelona hará una recogida de teléfonos entre las 300 compañías que allí operan”, añade. Y es que, con la finalidad de reducir el impacto que causa el proceso derivado del comercio del coltán, desde el instituto proponen reciclar gratuitamente los aparatos que vayan a retirar los usuarios españoles.
Cabe la posibilidad de dejar el terminal, tanto si todavía está en funcionamiento como si ya no lo está, en un punto establecido, solicitar que los colaboradores de la campaña lo busquen en un domicilio determinado o mandarlo por correo. “Ninguna de estas tres vías le acarreará gastos al ciudadano”, insiste Federico Bogdanowicz. En cambio, su móvil seguirá prestanto un servicio, tal vez diferente de las llamadas y mensajes habituales entre personas, pero igualmente útil, incluso para los primates.