Se tambalea la economía china y amenaza con provocar una recesión mundial
La economía de China vuelve a registrar cifras recesivas sobre el sector de los servicios, el más dinámico y representativo de toda su estructura productiva (más del 50% del PBI y más del 40% del empleo). El índice de ventas minoristas se derrumbó casi un 2% solamente en el mes de marzo, la caída más drástica desde enero de 2020.
En lo que va del año, las ventas minoristas en China no sólo no crecieron nada, sino que se derrumbaron un 1,2% con respecto al mes de diciembre del año pasado. El Índice de gestores de compras Caixin, que mide y cuantifica la evolución de la economía de servicios, se derrumbó violentamente en abril y cayó a los 36,2 puntos en abril, cuando en el mes de marzo llegaba a los 42 puntos.
Este indicador permite registrar que la tendencia recesiva se profundizó en el mes de abril, siendo que un puntaje por debajo de los 50 puntos refleja una contracción del nivel de actividad general.
El índice de confianza de los consumidores cayó a los 113,2 puntos del indicador, siendo el nivel más bajo registrado desde junio de 2020. La confianza empresarial corrió la misma suerte y se derrumbó al nivel más bajo desde el primer trimestre de 2020.
La dictadura comunista de Xi Jinping volvió a introducir restricciones extremas con el motivo del Covid-19, aplicando incluso una cuarentena estricta en Shanghái, la ciudad más importante de China. Esta política fue calificada por el propio dictador como “tolerancia cero contra el Covid-19”.
Aunque aún no se registra una contracción consecutiva de dos trimestres, como es requisito para hablar técnicamente de una recesión, los indicadores mensuales de actividad muestran que la economía china está en un proceso de estancamiento. Esto tendrá un fuerte impacto tanto en la demanda como en la oferta de bienes y servicios a nivel mundial.
Las importaciones chinas se mantienen en retroceso desde noviembre de 2021, acumulando una caída de US$ 24.000 millones hasta marzo. Esta tendencia se habría agudizado en el mes de abril según las estimaciones preliminares, e implica un problema importante para el sostenimiento de la demanda global.
Por otra parte, las exportaciones de China se derrumbaron en US$ 63.960 millones desde diciembre del año pasado, provocando así un shock de oferta sobre el precio de estos bienes y servicios en los distintos mercados a nivel internacional.
El impacto de una eventual recesión china sobre el comercio internacional, así como el efecto contagio sobre el mercado financiero, tiene el potencial de arrastrar a la economía mundial a una recesión similar a la de 2008.
Genial. Así podemos echarle la culpa a Pedro Sanchez