Enrique Guerrero.

AD.- Enrique Guerrero Rosado no ha sido un militante cualquiera de Vox Málaga. Fue durante años profesor universitario de Derecho del Trabajo y, tras su jubilación, se involucró a fondo en la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Málaga, de la que es su responsable de relaciones institucionales. Como tantos españoles de buena voluntad, Guerrero pensó que Vox representaría la mejor opción política para España. Al final, su ilusión de entonces se ha convertido en decepción y desesperanza. Y como tantos y tantos ex dirigentes y ex militantes de Vox Málaga, ha decidido dar el paso de romper amarras con el partido verde y expresar públicamente su apoyo a la candidatura de Juanma Moreno como presidente de la Junta de Andalucía.

Tener graníticos principios y hallarse en posesión de una situación económica sobradamente saneada, es incompatible con la pertenencia a un grupo liderado por auténticos indigentes intelectuales. Es imposible que personas con criterio se plieguen a los chanchullos de una ejecutiva donde las decisiones son tomadas a espaldas de sus miembros. Es imposible que una persona digna y con autoestima pueda aceptar la lista presentada por Vox Málaga para el Parlamento andaluz. La presencia de Antonio Sevilla, Purificación Fernández y Antonio Luna en los tres primeros puestos, es una burla a los afiliados.

La situación del partido verde en Málaga ya es insostenible. Ya advertimos que la diputada Patricia Rueda terminaría convirtiendo el partido en un juguete roto, más o menos lo que hizo al frente del Museo Automovilístico y lo que hará con todos los que hoy le ríen la gracia a tan infame personaje. A 72 horas del anunciado mitin de Abascal y Olona en un mitin en Málaga, todavía no han elegido el sitio. Chapuza tras chapuza. Rueda maneja el partido a su antojo, como si de un predio privado se tratase, arrastrando con su torpeza a un colectivo que cuenta cada día con más críticos a su penosa gestión, amparada y consentida por la dirección nacional del partido. Afortunadamente, no todos los miembros de Vox Málaga son tan despreciables como ellos. Enrique Guerrero es un ejemplo de ello.

Recuerda Guerrero que durante dos años perteneció al equipo del coordinador de zona José Manuel Sánchez, “recorriendo pueblos desde la Serranía de Ronda hasta los límites con Granada, presenciándonos en Antequera y todo el interior de la provincia, con un total de más de 60 pueblos donde manteníamos reuniones explicativas de las funciones de los coordinadores y su equipo de trabajo con los agricultores, ganaderos, asociaciones, empresarios, etc”.

“Me he volcado completamente al creer firmemente en los postulados que defendía Vox. Pensé ingenuamente que este partido era un movimiento de extrema necesidad que nació para poner a las instituciones al servicio de los españoles, en contraste con el actual modelo que pone a los españoles al servicio de los políticos. Pero me he dado  cuenta que lo que está ocurriendo en Vox Málaga, no tiene nada que ver con esos principios. La actual gestora, se está convirtiendo en el enchufe de los amigos de los miembros de esta, para que llegue a ser su medio de vida, prometiendo cargos y puestos en las listas. Están dando la espalda, ninguneando y apartando del partido, a los que realmente hemos trabajado, a las bases, afiliados y colaboradores, que nos hemos dejado la piel para que este proyecto saliera adelante, primando a los recién afiliados; lo están convirtiendo en un cortijo”, lamenta.

“La Gestora no es consciente, o si lo es, y le da igual, peor me lo pone, del formidable trabajo que muchos afiliados hemos realizado desinteresadamente, consiguiendo darlo a conocer  a la gente, consolidarlo como partido, y que se afiliaran muchísimas personas, concibiéndolo con la máxima transparencia y legalidad. Este comportamiento leal, siento mucho decir que no ha sido recíproco”, añade el responsable de relaciones institucionales de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Málaga.

Enrique Guerrero subraya que “la opinión de las personas que conocemos el partido, no importa”. Y agrega: “En vez de propagar más transparencia, más democracia, y más información por parte del partido a los afiliados, nos encontramos que no hay comunicación, ni diálogo, ni mucho menos un poco de humildad para pedir consejo a los militantes que conocemos el partido desde las entrañas y su evolución. Están colocando a sus amigos, personas que no conocen el partido, que no han ido a los pueblos a reunirse con sus gentes, ni a montar mesas informativas, que su forma de entender la política es para su beneficio, y eso ni de lejos, es el camino correcto. Como consecuencia de ello, Vox Málaga cada vez está más fraccionado, en la boca de todo el mundo, y a la deriva”.

“Esta Gestora ha conseguido que dejemos de creer que Vox se mueve por la ética, por el esfuerzo, por el trabajo, por la fidelidad y por los valores”, apostilla.

Enrique Guerrero dice tener claro que la de Juanma Moreno es la única opción “decente” que puede ser votada el 19 de junio en Andalucía. Destaca sobre todo el apoyo del PP a las cofradías semanasanteras malagueñas, el auge de las tradiciones católicas, el fomento de la tauromaquia y el apoyo institucional a entidades como la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios. En su condición de católico practicante, Guerrero dice sentirse muy emocionado con la reparación del techo de la catedral de Málaga con fondos de la Junta de Andalucía. “Nuestra identidad cultural y espiritual están garantizadas con Juanma Moreno, un grandísimo gestor y un político honrado, competente y afable que prestigia nuestra tierra malagueña”.

“Yo, que he vestido el uniforme del ejército español, con el espíritu de honor y honra, de compañerismo, de amistad, patriotismo, amor a España, su bandera e himno nacional, modestamente, he querido dar este testimonio para proclamar mi disgusto con Vox, porque como dice nuestro lema, lo más horrible es vivir siendo un cobarde”, concluye.