Los Mossos corrigen al portavoz de la Generalitat y advierten que poner el ‘CAT’ sobre la ‘E’ en las matrículas es sancionable
Los Mossos d’Esquadra han advertido hoy que estampar la pegatina CAT, identificativa de Catalunya, sobre la E de España en las matrículas de los vehículos es sancionable, pese a que ayer el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, afirmó que no era ilegal y que era “jurídicamente posible”.
En unas declaraciones radiofónicas, Homs aseguró que él llevaba la pegatina CAT sobre la E en la matrícula de su coche porque “no es ilegal”, ya que, “según los papeles del coche, lo que identifica la matrícula es la combinación de cuatro números y tres letras, la E no sale”.
Por este motivo, Homs afirmó: “quien quiera, que se ponga el CAT encima de la E. No es insumisión, jurídicamente es posible hacerlo”.
No obstante, un portavoz de los Mossos d’Esquadra consultado por Efe ha advertido hoy que enganchar la pegatina del CAT para tapar la E sigue siendo sancionable.
Desde que hace más de una década el Gobierno de José María Aznar modificó el sistema de matriculación y añadió una combinación de números y letras y la E de España, desoyendo la petición de varias comunidades para incorporar un distintivo autonómico, en Catalunya ha habido varias campañas impulsadas por partidos políticos y entidades culturales para promover el uso de las pegatinas con el CAT.
Sin embargo, tanto los Mossos d’Esquadra, cuando asumieron todas las competencias en tráfico en Catalunya, como la Guardia Civil, en el resto de carreteras españolas, han multado a varios conductores por llevar el CAT tapando la E de España en sus matrículas.
La primera multa que impusieron los Mossos d’Esquadra se formalizó en noviembre de 2000, cuando sancionaron a un conductor de Guissona (Lleida), aunque finalmente quedó sin efecto.
Tampoco han escapado a las sanciones compañeros de partido de Francesc Homs, como el diputado de CiU en el Congreso Carles Campuzano, que fue multado en Roses (Girona) en 2004, o Jordi Pujol Ferrussola, el hijo de expresidente catalán Jordi Pujol, que fue sancionado en octubre de 2010.
Nada más entrar en vigor la nueva matriculación, el entonces presidente Jordi Pujol hizo colocar en septiembre de 2000 adhesivos con las siglas CAT en los vehículos oficiales de la Generalitat, aunque no llegó a tapar la E de España, sino que las pegatinas se engancharon al lado de las matrículas.