Kiko Méndez Monasterio, “el hombre de confianza” de Santiago Abascal, servidumbre del clan Ariza
Enrique de Diego (R).- “Hoy he comido con Santiago Abascal y con Kiko Méndez Monasterio”, me dice un destacado prohombre de la sociedad civil. El vetusto pornógrafo Fernando Sánchez Dragó, uno de los mayores peseteros de la nación, confirma, en su libro-entrevista con Santiago Abascal, que Kiko Méndez Monasterio es “el hombre de confianza” del líder de Vox.
Kiko Méndez Monasterio es nieto del general José Monasterio Ituarte, que como coronel del regimiento Castillejos número 9, fue clave en la sublevación de 1936 en Zaragoza. Luego, como general de la 1ª División de Caballería, en febrero de 1938, llevó a cabo una escena relativamente romántica como la última carga de caballería en la batalla de Alfambra, Teruel. El general Monasterio tenía una veta monárquica.
Su nieto es un peón del polémico y oscuro clan de los Ariza. En el último tramo del año 2010, cuando el desastre gestor de Julio Ariza ya se mostraba con signos claros en Intereconomía, se empezó a difundir en el interior de la empresa la puesta en marcha de una renovación generacional, que contemplaba un mayor peso de los hijos, Yulen y Gabriel, y de una especie de generación emergente en la que estaban Kiko Méndez Monasterio, Gonzalo Altozano, Gonzalo Bans, y algunos que llegaron de la mano de estos, como el historiador Fernando Paz, dimitido como candidato de Vox por Albacete, y Juan Ernesto Pflüger, jefe de prensa de Vox.
En los dos primeros hay una vocación literaria frustrada. Es gente que cuida su estilo, con una admiración romántica hacia José Antonio Primo de Rivera y hacia los literatos malditos falangistas y especialmente hacia Agustín de Foxá. Periodísticamente dieron un juego discreto. Gonzalo Altozano dirigió el semanario católico Alba y Kiko Méndez Monasterio, el digital La Gaceta. El primero se cerró tras una la correspondiente estafa de Julio Ariza a algunos inversores católicos y la segunda, dentro de la indigna estafa a Alfonso Arteseros, agoniza. Gonzalo Bans, próximo a los Legionarios de Cristo, está hoy en Espejo público, para equilibrar a Susanna Griso. El más preparado y con más bagaje intelectual es, sin duda, el historiador Fernando Paz, quien se dispone a dar la batalla de las ideas dentro de Vox.
Provienen de familias de dirigentes franquistas, tienen una buena formación y se consideran reaccionarios. Como dice Kiko Méndez Monasterio, “lo único transgresor hoy en día es ser reaccionario”.
Gonzalo Altozano le escribió una biografía autorizada a Santiago Abascal, “No me rindo”, y lo propio hizo Kiko Méndez Monasterio, “Hay un camino a la derecha”. Parecen carecer de la energía vital para formar una familia y escribir una novela (Kiko ha escrito cuentos). Para un hombre muy poco leído y sin bagaje cultural como Santiago Abascal es claro que les resulta deslumbrante.
Han crecido profesionalmente en un ambiente corrupto como el de la última Intereconomía sin hacer el más mínimo aspavientos ni mostrar la más mínima repulsa. Todos ellos forman parte de la servidumbre de los Ariza, no sólo del padre, Julio, sino también de los hijos, de los que son siervos y personal de servicio, tanto de Yulen, como Gabriel, que parece el más interesado en situarse como el empresario de un núcleo intelectual de Vox, que hasta el momento no ha demostrado creatividad ni poso.
Kiko Méndez Monasterio fue despedido como director de La Gaceta y su cese se vendió como el interés por abrirse a una derecha más amplia, pero seguramente fue una farsa, pues inmediatamente apareció en la editorial Homo Legens, que está en concurso de acreedores dentro de Intereconomía Corporación, pero que los Ariza siguen utilizando dentro de un presunto alzamiento de bienes. No tiene cargo orgánico alguno dentro de Vox, por lo que esa condición de “hombre de confianza” de Abascal se mueve en el terreno de la influencia y sugiere enlace entre los Ariza y el dirigente de Vox, que parece estar avalando o participando en el presunto alzamiento de bienes de los Ariza.
Dada su elevada tolerancia a la corrupción moral y su servilismo, estamos probablemente ante el embrión de una corrupción en gran escala. Vox y el clan de los Ariza son, a día de hoy, una simbiosis político-económica.