JN.- Su Santidad, sin duda habéis decidido complacer, no a San Pedro, del que sois el sucesor, ni a Jesucristo, que le dijo en tres ocasiones: “Apacienta mis ovejas”, sino al “mundo, aquél a quien Jesús se refirió cuando dijo: “En el mundo habréis de sufrir, ¡pero tened valor! Yo he vencido al mundo”.

Está lejos el tiempo en que el Espíritu Santo que habitaba a los cristianos transformaba el “mundo”. Ahora, es el “mundo” quien transforma a los cristianos, desde el más humilde al más encumbrado, es decir usted mismo. Ciertamente, la Iglesia no goza de popularidad, la Iglesia tiene mala prensa, se puede decir incluso que es copiosamente denigrada, no sin razones, ¿pero cuáles son éstas?

Ciertamente, la razón no puede ser porque la Iglesia refleja cada vez menos a Cristo y ha dejado prácticamente de ofrecer el Evangelio a todos los que tienen hambre de verdad. Si sólo fuera por eso, la Iglesia merecería más bien los elogios y las felicitaciones de aquellos de los cuales deseáis la aprobación. No, a los censores contemporáneos y a los ingenieros sociales no les importan el mensaje evangélico que les hace huir como la luz hace huir a los murciélagos. La hiel que derraman profusamente sobre la Iglesia tiene una única meta: incitarla a transformarse en espejo, para reflejar el “mundo” que se esfuerzan en remodelar.

Gracias a usted, la Iglesia está viviendo una metamorfosis, ha dejado de ser conservadora, se conforma a las normas del “mundo” y ha entrado dócilmente en el molde de una “vanguardia” conformista y estéril, cuya obsesión es la de seguir la corriente dominante.

De acuerdo con el espíritu del tiempo, a través de vuestras declaraciones oficiales, la Iglesia no dice toda la verdad, únicamente la que es correcta o políticamente rentable. Vuestras palabras contra el aborto a bordo del vuelo en el que regresaba a Roma desde Eslovaquia no eran sinceras. “El aborto es un homicidio” y quien practica un aborto es un “sicario” que “mata”, dijo usted entonces.

“El aborto es más que un problema, el aborto es un homicidio. Sin medias palabras: quien realiza un aborto, mata”, agregó.

En contradicción con sus declaraciones de entonces, se aviene ahora a darle la santa comunión a Nancy Pelosi, una de los principales baluartes globales que tienen los abortistas.

Nancy Pelosi, calificó de “insulto” y de “bofetada” para las mujeres el fallo de este viernes del Tribunal Supremo del país que revoca la protección del derecho al aborto.

“Esta decisión cruel es escandalosa y descorazonadora”, dijo Pelosi visiblemente afectada en una rueda de prensa en el Capitolio.

Esto no ha impedido que la activista proaborto recibiera la comunión durante la misa papal de imposición de la estola a 45 nuevos arzobispos (entre ellos, Luis Argüello, arzobispo electo de Valladolid). Por si fuera poco, su desconcertante actitud ha servido para desautorizar al arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, quien le prohibió a Pelosi recibir el sacramento de la comunión en su jurisdicción hasta que la política demócrata se retractase de su declarada posición favorable al aborto o que dejase de presentarse en público como creyente católica.

Al pensar en sta nuva contradicción moral del jefe de la Iglesia, no pudo privarme de recordaros este pasaje del Evangelio según San Mateo:

“¡Cuidado con los falsos profetas! Vienen a vosotros difrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Por sus frutos los conoceréis. Pues no se recogen uvas de los espinos ni higos de los cardos. Así, todo árbol bueno da buen fruto, pero el árbol malo da fruto malo. Todo árbol que no da buen fruto será cortado y arrojado al fuego.”

Los frutos envenenados de las abortistas los podemos recoger en todas partes. ¡Tal vez deberíais empezar a preocuparos!

Nancy Pelosi recibe la comunión en el Vaticano 

Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, a quien se le prohíbe recibir la comunión en su ciudad natal de San Francisco porque apoya el derecho al aborto, tomó el sacramento en una misa celebrada por el Papa Francisco el miércoles.

Un testigo dijo que la demócrata, que es católica y está de visita en Roma, recibióla comunión de un sacerdote en una sección de la basílica de San Pedro durante una misa papal en la fiesta de San Pedro y San Pablo. El Papa no da la comunión él mismo en tales ceremonias.

Aunque el arzobispo conservador de la ciudad, Salvatore Cordileone, le prohíbe a Pelosi recibirla en San Francisco, Pelosi recibe regularmente la comunión en una parroquia en Washington, D.C., donde el arzobispo de la capital lo permite.

El Papa no tiene control sobre quién recibe la comunión durante las misas papales y no estaba claro si sabía que Pelosi estaba en la basílica. Cualquiera que desee tomar el sacramento simplemente se acerca a uno de las docenas de sacerdotes que se abren en abanico a través de la enorme basílica.

El mes pasado, Cordileone emitió una orden en contra de que Pelosi tomara la comunión en su archidiócesis. La orden decía que «no debe ser admitida a la Sagrada Comunión a menos y hasta que repudie públicamente su apoyo al ‘derecho’ al aborto y confiese y reciba la absolución por su cooperación en este mal».

Pelosi ha descrito como cruel, escandaloso y desgarrador la sentencia del Tribunal Supremo de la semana pasada que anuló la decisión de 1973 de Roe vs. Wade que reconoció el derecho constitucional de la mujer al aborto en todo el país.

Irónicamente, a la misa también asistió el republicano Newt Gingrich, que también fue presidente de la Cámara, que es uno de los adversarios políticos de Pelosi y que ha acogido con satisfacción la decisión de la Corte Suprema del viernes.

Tanto Pelosi como Gingrich asistieron a una recepción el martes por la noche del Día de la Independencia en la residencia de Joe Donnelly, el embajador de EE.UU. ante el Vaticano.

Visita de Biden al Vaticano

En octubre pasado, el presidente de EE.UU., Joe Biden, quien también es católico de pacotilla, recibió la comunión mientras asistía a misa en la iglesia de Roma, un día después de conocer al Papa Francisco. Biden dijo más tarde que el pontífice le había dicho que es un «buen católico» que puede recibir el sacramento.

Biden es e l segundo presidente católico de EE.UU., después de John F. Kennedy. Ha dicho que personalmente se opone al aborto pero, como funcionario electo, no puede imponer sus puntos de vista a los demás.

El Papa Francisco no apoya la politización de la comunión que los obispos de Estados Unidos. «La comunión no es un premio para los perfectos. La comunión es un regalo, la presencia de Jesús y su Iglesia», dijo el Papa a los periodistas el año pasado cuando se le preguntó sobre el debate en los Estados Unidos.