Abascal, algo flojo
Algo decepcionado con el discurso de Abascal. No es que fuera malo, ha sido bueno, pero los ha tenido mucho mejores, y en el último no estuvo a la altura de las circunstancias. Hay en la actualidad un tema que los resume todos y es la ley chekista de memoria. Su sentido es destruir la obra del franquismo, que resumí ayer en el blog. Encierra un proyecto a largo plazo que revive el del Frente Popular con diversos matices, trata de destruir el proyecto implícito en el referéndum de diciembre de 1976, y permite a los chekistas y sus actuales sucesores presentarse como definidores de la democracia. El discurso debió haber comenzado algo así como: “Su ley les define y les retrata como enemigos de la democracia, las libertades de los españoles y la integridad nacional. No es extraño que venga apoyada por comunistas, separatistas y etarras. O por su partido, principal causante de la guerra civil y que no parece haber aprendido de sus pasados crímenes y de sus aliados igualmente criminales. Desde ahora les advierto a todos ustedes que esta ley antidemocrática será desafiada, desobedecida y llevada a todos los ámbitos para que su aplicación se impida o encuentre los mayores obstáculos”. Porque, o se define a esa gente como lo que son, los mayores enemigos de la democracia, o se termina cayendo inevitablemente en su juego.
Este sería el nervio principal del tema, en lugar de afirmar que VOX reconstruirá lo que ellos demuelen, que viene a coincidir con la promesa de Pujoliño. ¿Y mientras tanto permitirán que se aplique esa ley, sin rebelarse? Una vez causado el estrago, ¿va a ser fácil, incluso posible, remediarlo, incluso con elecciones favorables? Uno de los defectos de los políticos de tres al cuarto es estar pendientes de las encuestas, y en función de ellas hacer jactancias como en la campaña andaluza. No existe la menor seguridad de que el Dotor vaya a perder las próximas elecciones, con un PP que en realidad es auxiliar suyo, o con un VOX poco efectivo y medio perdido en asuntos menores. Como ocurrió en Andalucía, donde la aljofifa y Blas Infante fueron olvidados, cuando son el punto clave, por el proyecto político general que condensan… VOX es un partido en formación, que lógicamente comete y cometerá errores. La cuestión es si sabrá rectificarlos.