Que pase el siguiente: dimite la vicecoordinadora de Vox en Mijas (Málaga), el sexto cargo que abandona el barco en menos de una semana
A baja diaria en Vox Málaga. Hoy le ha tocado el turno a la vicecoordinadora del partido en Mijas, la hispanobritánica Shainy Thomas, una persona que hasta ahora gozaba de la máxima confianza de quien mueve los hilos del partido en ese municipio, Pablo Sáenz de Tejada. Tal vez en este dato encontremos la razón de su marcha. Eso al menos es lo que piensan ex dirigentes mijeños del partido, como son los casos del ex coordinador Alberto González y del ex responsable de Acción Social, Javier Santos. Shainy Thomas aduce motivos laborales para justificar su dimisión. Al final parece que ha comprendido que en Vox tenía menos futuro que un puesto de frutas en una película de acción. ¿Servirá este caso para que se caigan del guindo quienes ingenuamente pensaban que hallarían algo distinto al resto de la casta política? A la dimisión de Shainy Thomas hay que sumar la del ex coordinador en Málaga capital, Fernando Olea, así como la de los cuatro miembros del equipo jurídico. Y todas en menos de una semana.
La Gestora de Vox Málaga sigue ahondando en la herida del partido. El goteo de bajas empieza a convertirse en desbordante riada ante el desdén de la dirección nacional de Vox. Pocos entienden que Bambú (sede nacional del partido verde) siga sin poner freno a la gestión de Antonio Luna y de Pablo Sáenz de Tejada como líderes en la sombra. ¿Qué empresa privada seria tendría a cualquier de estas dos prendas en su equipo directivo?
El hecho que activó la espoleta que hizo estallar a Vox Málaga fue sin duda la expulsión de Antonio Pulido, el líder de la Plataforma Antigestora, con la excusa de una carta publicada en AD. En ella contaba que había prohibido a sus hijas acudir a la sede del partido mientras el presunto acosador sexual Álvaro Pinazo siguiera siendo militante. Pocs entendieron la expulsión de Pulido a instancias de Jacobo Vázquez mientras el recientemente nombrado coordinador en Coín, Javier Barranquero, insultó gravemente a Abascal en redes sociales. ¿Se atreverán a explicarnos algún día las razones de este doble rasero?
“La actual gestora, se está convirtiendo en el enchufe de los amigos de los miembros de esta, para que llegue a ser su medio de vida, prometiendo cargos y puestos en las listas. Están dando la espalda, ninguneando y apartando del partido, a los que realmente hemos trabajado, a las bases, afiliados y colaboradores, que nos hemos dejado la piel para que este proyecto saliera adelante, primando a los recién afiliados; lo están convirtiendo en un cortijo”, señaló en su carta de despedida Enrique Guerrero, un histórico de Vox Málaga que dijo “basta” a tanta ignominia.
El descontento de los afiliados crece de manera proporcional a las ridículas notas triunfalistas de la gestora. Solo hay que sumergirse en los grupos de WhatsApp y en las críticas que reciben a diario unos dirigentes provinciales que ya evitan sin ambages el contacto con los escasos militantes que van quedando. Puede decirse que la militancia y los cargos transitan en Vox Málaga por caminos diferentes. Existe en Vox Málaga un clima de absoluta hostilidad contra la Gestora, como se vio en las elecciones andaluzas del 19-J, donde no menos de una treintena de ex altos cargos hizo campaña para el PP.
Hay sobre todo un indicador que refleja la crisis monumental que el partido verde vive en la provincia. Nuestras fuentes habituales en la dirección nacional nos confirman que alredeor de 1.500 militantes de Vox Málaga han dejado de pagar sus cuotas. Se teme que la cifra de deudores, que ya representaría a casi dos tercios de la militancia, se incremente en los próximos meses si no se pone fin a una situación calificada de anómala de forma abrumadoramente mayoritaria.
Según parece, las personas que han decidido dejar de contribuir con sus cuotas quieren expresar de esta forma su descontento con unos dirigentes que no cuentan con ellos y que han recurrido a afiliados del PP y de Ciudadanos para repartir los cargos orgánicos en la provincia. Como muestra del pandemonium que está protagonizando la Gestora, la filtración interesada a AD de rescates de pantalla comprometedores para algunos coordinadores no afines, con el objetivo de ser sustituidos por personas afines a cargos provinciales del partido.
Así las cosas, se da por seguro que las municipales de 2023 será la puntilla a Vox Málaga. Ahora mismo nadie tiene claro que el partido pueda conservar un solo concejal de los 8 que obtuvo en 2019.
Y entre tanto, Santiago Abascal, con su vida de lujo, observando cuan Nerón el incendio pavoroso que él mismo ha provocado.
lo siento pero ya no me fio de vox
ahora Olona es la sonrisitas que hace genuflexiones al PP para que les dén algun ministerio cuando sean las generales
venga ya abascal, venga ya…. eres torpe