Por Luis Cornelio.- El Comité del 6 de enero regresó el 12 de julio y, como era de esperar, su audiencia estuvo llena de mentiras, fragmentos políticos y retórica hipócrita de la izquierda.

Comencemos con lo obvio. La audiencia del 12 de julio buscó profundizar en los supuestos vínculos del presidente Trump con “grupos extremistas”. El Comité afirma que los manifestantes fueron atraídos a D.C. (no al Capitolio) por el propio Trump. Sí, Trump realizó un mitin el 6 de enero y algunos de esos asistentes marcharon hasta el capitolio donde ocurrió el motín. Información revolucionaria.

Los Oath Keepers y los Proud Boys

Algunas de las organizaciones investigadas fueron Proud Boys y QAnon, que dependiendo el día de la semana, van desde organizaciones nacionalistas blancas hasta grupos de latinos de derecha. Incluso el liberal periódico The New York Times intentó vincular a QAnoncon la congresista Mayra Flores en un artículo sin sentido.

La audiencia contó con el testimonio de los testigos Jason Van Tatenhove (exportavoz de Oath Keepers) y Stephen Ayres (un manifestante que se declaró culpable en junio de alteración del orden público).

Se arrepintieron de involucrarse en los disturbios y creer que las elecciones fueron robadas a través de un fraude masivo. Si bien no está claro si estas personas testificaron deliberadamente, se informa que la audiencia de sentencia de Ayres está programada para el 13 de septiembre. ¿Por qué es importante? Cualquiera que esté familiarizado con los procedimientos penales sabe que cuanto más participe un acusado con los fiscales, menor será la sentencia. Será este el caso de Ayres? Usted llegue a sus propias conclusiones.

La congresista Cheney (una RINO y una verguenza para el movimiento conservador) afirmó que el expresidente Trump intentó contactar a uno de los testigos que aún no ha testificado públicamente ante el Comité. La intención de Trump sigue siendo desconocida. Lo que sí se sabe, sin embargo, es el nivel de intimidación sin precedentes en el que se ha manejado este Comité.

A pesar de posicionarse como un esfuerzo casi fiscal, este Comité ha violado algunas de las reglas más básicas de los procesos judiciales. Por ejemplo, bloquea simultáneamente el contrainterrogatorio, pero permite afirmaciones ridículas de oídas. Al estilo del macartismo, el Comité utiliza condenas pasadas y fragmentos políticos para insinuar culpabilidad.

Los vínculos de Trump con un grupo violento: un montón de tonterías

El Comité afirmó que esta audiencia ahondaría en los vínculos de Trump con estos grupos radicales, exponiendo imágenes de Alex Jones y Matt Bracken llamando a los votantes de Trump a “tomar medidas” y movilizarse “ocupando toda el área, si es necesario irrumpiendo directamente en el Capitolio”. Si bien estos videos, junto con algunas de las cosas expresadas por el Sr. Jones, son preocupantes, pasan por alto a un actor crucial: Trump. ¿Dónde está la grabación de Trump pidiendo a sus seguidores que tomen el Capitolio? No lo veremos porque ese material de archivo no existe.

El presidente Trump podría publicar cien videos denunciando la violencia y a los grupos extremistas. Los demócratas, junto con sus agentes de extrema izquierda en la prensa, trabajarían día y noche para vincular al expresidente con afirmaciones ridículas. No olvidemos cómo la prensa le preguntó una y otra vez a Trump si denunciaba a los grupos de supremacistas blancos, a pesar de que el presidente había reprendido a todos los grupos extremistas.

Mire este video de 8 minutos de duración del presidente Trump denunciando a los grupos extremistas: