¿Cuántas putas hay en España?
Si bien y personalmente me importa bastante poco, intuyo que tiene que ser un tema de vital importancia, ya que la ministra de Igualdad, Irene Montero, se acaba de fundir cien mil euros en un estudio para conocer el número exacto de putas que hay en España.
Sospecho yo que el número va a sorprender a propios y a extraños dada la cantidad de hijos de putas que últimamente pululan por el país.
Hubiera sido, dada la situación económica del país y con el fin de recortar gasto, interesante pedirle los datos al PSOE andaluz, que de puticlubs controlaban bastante.
Me parece bien que se gaste dinero en saber el número exacto de putas, sobre todo después de acabar con la ocupación de vivienda, con la inflación y haber conseguido dejar el litro de gasolina 95 a 32 céntimos/litro.
Lo que me preocupa es saber el criterio de cuantificación que se va a seguir para saber si una señora es puta o no.
Por ejemplo, una señora cajera que se mete en la cama con un cerdo zarrapastroso y que trepa socialmente a su costa, ¿es puta no es puta? ¿Sería una puta fina o simplemente una lista?
¿Hay que cobrar por el acto sexual para ser puta? ¿Se considera puta a la mantenida?
Si vas a la tele y haces edredoning viéndote toda España, con la finalidad de que te hagan tertuliana en algún programa, ¿cómo se considera?
Si te metes en la cama con un tío 30 años mayor que tú porque tiene 30 millones de euros en la cuenta del banco, pero te tiene echa una reina, ¿cómo se considera, Irene?
Después de un primer sondeo y al ver que hay diez veces más políticos que putas, la única conclusión que saco es que no todos los políticos son hijos de ellas.
Muchas.
Una buena parte son de Podemos, y, supongo, que amigas suyas.
Casí mejor contar las honradas.