El gobierno declaró la guerra civil española el 1 de junio
La filosofía aplicada mediante la neutra lógica es la única doctrina que nos puede salvar del feroz fanatismo del que hace gala millones de imbéciles palmeros. Lo fácil – apéndice de toda lógica- resulta ser para la humanidad ardua quimera, puesto que su ego es incapaz de aceptar la carestía que padecemos de neutra lógica. Somos parte y arte además de soberbios: pretendemos ser justos sin asumir la propia injusticia genética. La raza humana es el problema y la solución: La guerra y la paz. El escarnio y el regazo. El verdadero problema es cuánto damos de una y otra cosa.
La guerra civil española la organizaron, bien por omisión o devoción, toda esta retahíla de personajes que hoy son santo y seña, sobremanera de rojos y comunistas, sin olvidarnos de los independentistas. La turbulenta analfabeta “Pasionaria, el afónico obrero Wenceslao Carrillo, Largo Caballero y Casares Quiroga” fueron los principales artífices de la guerra civil española. Estos siniestros personajes conocían el malestar que imperaba en el ejército y buena parte de la guardia civil; malestar fundado, sobre manera en las políticas de Casares Quiroga el cual había anunciado medidas para tratar de controlar el Ejército, mientras España se sumía en el caos.
En la sesión parlamentaria del 16 de junio del año 36, José Calvo Sotelo dejó claro que el gobierno debía de atajar urgentemente la anarquía de toda índole, que imperaba en España. “La “producción nacional” ( es decir España) está por encima de todas las clases sociales, partidos e intereses” afirmó. Para acabar diciendo “que si esa idea de Estado era la de un estado fascista él mismo se declaraba como tal” lo cual venía a decir veladamente la posibilidad de un golpe de Estado, afirmando que sería “loco el militar que no estuviese dispuesto a sublevarse a favor de España y en contra de la anarquía, si esta se produjera” lo cual produjo un encendido enfrentamiento con Casares Quiroga, Presidente del Gobierno y Ministro de Guerra.
El presidente de las Cortes, Martinéz Barrios le advirtió de que no hiciese “invitaciones” que pudiesen ser “mal traducidas”, pero Calvo Sotelo insistió en demostrar que las autoridades daban un trato preferente a las milicias del Frente Popular frente al ejército y las fuerzas de seguridad. También criticó que se permitiese “poner verde” a la Guardia Civil mientras se prohibía informar sobre determinados sucesos como el de un guardia que supuestamente habría sido degollado en la Casa del Pueblo.
Casares Quiroga consideró tan graves las afirmaciones de Calvo Sotelo sobre el Ejército que pidió la palabra y le acusó de simpatizar con los grupos que llamaban al golpe de estado. Quiroga dijo que el ejército estaba “al servicio de España y de la república”, pero le advirtió de que si parte del ejército se sublevase, le haría el máximo responsable.
Calvo Sotelo le respondió: “Yo tengo, Sr. Casares Quiroga, anchas espaldas. Su señoría es hombre fácil y pronto para el gesto de reto y para las palabras de amenaza. Le he oído tres o cuatro discursos en mi vida, los tres o cuatro desde ese banco azul, y en todos ha habido siempre la nota amenazadora. Bien, Sr. Casares Quiroga. Me doy por notificado de la amenaza de S.S. Me ha convertido su señoría en sujeto, y por tanto no sólo activo, sino pasivo de las responsabilidades que puedan nacer de no sé qué hechos. Bien, Sr. Casares Quiroga. “Lo repito, mis espaldas son anchas; yo acepto con gusto y no desdeño ninguna de las responsabilidades que se puedan derivar de actos que yo realice, y las responsabilidades ajenas, si son para bien de mi patria (exclamaciones) y para gloria de mi España, las acepto también. ¡Pues no faltaba más! Yo digo lo que Santo Domingo de Silos contestó a un rey castellano: ‘Señor, la vida podéis quitarme pero más no podéis”. Y es preferible morir con gloria a vivir con vilipendio”. (Rumores.).Extracto del Diario de Sesiones de las Cortes Españolas del 16 de junio de 1936.
Se dice y no se dice mal que La Pasionaria comentó refiriéndose a Calvo Sotelo: “Este hombre ha hablado por última vez”.
Al finalizar la sesión el propio socialista Julián Besteiro comentó: “Si el gobierno no cierra el Parlamento hasta que se aquieten las pasiones, seremos nosotros mismos los que desencadenaremos, aquí dentro, la guerra civil”. Efectivamente, la Guerra civil española acababa de engendrarse en el mismísimo congreso de los diputados-.
El día 1 del mes siguiente , José Calvo Sotelo también tomó la palabra para opinar acerca de la situación, a su juicio caótica, que se vivía en las zonas rurales .Su discurso, desarrollado inicialmente con relativa paz, comenzó a provocar duras reacciones de los diputados de la izquierda cuando afirmó “que el auge del fascismo se había producido por un intento de “proletarización”, por parte del marxismo y de la Rusia Soviética, de lo que denominaba “nuevas clases medias”. Sin duda y el tiempo lo ha demostrado, tenía razón .El marxismo supuso el mayor cáncer terrenal de todas las políticas conocidas…
El socialista Ángel Galarza justifico la legitimidad del uso de la violencia contra Calvo Sotelo, al cual le dijo: “Pensando en S.S. encuentro justificado todo, incluso el atentado que le prive de la vida”,mientras la comunista Dolores Ibarruri gritaba apasionada “Hay que arrastrarlos” Ante la llamada al orden por parte de Martínez Barrios, el diputado socialista insistió, “lo dicho no figurará en el Diario de Sesiones sin embrago el país lo conocerá, y nos dirá a todos si es legítima o no la violencia”.
El día 11 de ese mismo mes el Director general de Seguridad, José Alonso Mallol, ordenó que se cambiase la escolta de Calvo Sotelo, ya que los anteriores serían “demasiado afectos” a éste, sustituyéndola por dos agentes afectos a la república. José Calvo Sotelo fue asesinado en la madrugada del 13 con la connivencia del gobierno; el cual, valiéndose de la fuerza de orden público a su servicio, permitió el alevoso asesinato de un diputado de la nación elegido democráticamente… La ya declarada guerra, había comenzado. Un gobierno de ineptos fanáticos dictadores la escenificó en el congreso, la definió contra la oposición y la refrendó asesinando a un digno representante del pueblo.
Hacernos creer mediante sus aparatos mediáticos que Franco tuvo algo que ver con el inicio de la Guerra, es inútil por mucha “memoria histórica” con la cual el reaccionario rojo Zapatero, pretende desvirtuar lo realmente acaecido. La guerra civil española fue producto de un gobierno febril mezcla de un rancio marxismo y otros intereses independentistas de los nacionalistas. Ni franco, ni cojones. Ellos, únicamente, fueron quienes enfrentaron a los españoles en fraticida lucha.
Para que quede en la historia constancia, lo dicho, dicho está.
Estimado Jose Luis: Perdone mi incultura por no haberle leído antes. Para empezar no es muy educado llamar a la gente imbécil y después, antes de escribir un artículo, hay que pensar bien lo que se dice en él. Creo que usted no lo ha hecho y le diré la razón. Por muy incapaz que sea un gobierno y por muchas tonterías o exabruptos que digan sus políticos ya sean de uno u otro signo no podrían hacer una guerra sin las armas. Si que es cierto que el ministro de defensa y las fábricas de armas están muy relacionados… Leer más »
SIEMPRE CON LO MISMO CABALLERO DANDO MANIJA NO SE VIVE TANTO DE SU HISTORIA PODRIDA CAMBIE DELE PARA ADELANTE NO SIEMPRE CON LO MISMO.
¿ZP rojo?. Ni por pura casualidad. Es un loco de atar, un analfabeto, un mitómano que se ha inventado un abuelo supuestamente republicano, etc.
noas han contado demasiadas mentiras sobre la Guerra Civil y la Dictadura. yo no me reconozco en la historia de mi vida que me cuentan mis colegas “historiadores”. Así que la histrionica memoria histérica de ZP sólo sirve para la propaganda de unos pretendidos socialistas anticuados,reaccionarios, corruptos y enloquecidos por el poder.