Ayuso califica de «peronista» el modelo económico del PSOE y Podemos
Marcelo Duclos.- En 1895, Argentina tenía el PBI per cápita más alto del mundo. Ese proceso virtuoso, iniciado con el final del gobierno de Juan Manuel de Rosas y la constitución de Juan Bautista Alberdi, hizo del país uno de los focos de inmigración más importantes del planeta, junto a los Estados Unidos. Muchos españoles decidieron tomar el barco y establecerse en una tierra repleta de oportunidades, que brindaba un porvenir de abundancia que Europa no tenía para ofrecer.
Sin embargo, un día llegó el peronismo. Hay que ser justos y reconocer varias cuestiones alrededor de este proceso: el populismo en Argentina había comenzado hace unos años antes y los militares que se alzaron en 1930 y 1943 ya tenían varios vicios nacionalistas y corporativistas, que explican los fundamentos del justicialismo. En el mundo también proliferaban los fascismos, incluso en los Estados Unidos, que tuvo iniciativas para el olvido desde el Poder Ejecutivo, muchas de ellas frenadas por la Corte Suprema de Justicia, afortunadamente.
La caída de Juan Domingo Perón en 1955 no solucionó demasiado. Casi toda la dirigencia política, incluso los militares que tomaban el poder con frecuencia, ya estaban absolutamente influenciados por el caudillo que estuvo en el exilio hasta 1973. Todos odiaban a Perón, pero en el fondo querían ser como él. Aunque lleva muerto casi medio siglo, su vigencia es permanente.
El problema es que el partido fascista ya desapareció de todos los países de Europa, pero en Argentina sigue siendo la fuerza política hegemónica. El Frente de Todos y el kirchnerismo han tomado varias iniciativas anacrónicas, dignas del primer peronismo de finales de los cuarenta y principios de los cincuenta. Estas ideas fracasadas del redistribucionismo económico extremo, están demasiado presentes hoy en día en España. Si no fuese por el “corset” que significa la Unión Europea, el poder de daño de la coalición del POSE y Podemos hubiera sido mucho mayor.
La que se animó a trazar la justa analogía entre la alianza de izquierda que gobierna España y el Partido Justicialista argentino fue la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. En una durísima intervención, que viraliza por estas horas tanto en España como en Buenos Aires, la dirigente del Partido Popular acusó a Pedro Sánchez y su gobierno de llevar a cabo un «populismo fiscal», que va a dirigir al país «a la ruina».
“No es el gobierno de las mayorías y mucho menos el gobierno de la gente real. Es el gobierno que primero crea la pobreza para luego crear la dependencia del Estado”, aseguró. Para Díaz Ayuso, la coalición de izquierda “le quita el dinero a la gente para luego, como hacen los peronistas, repartirlo en pagas, ayudas y subsidios”.
Durante los últimos dos años, las iniciativas del gobierno español han sido prácticamente calcadas a las del kirchnerismo. Tanto desde la justificación de las mismas como desde sus nombres. Recientemente, Podemos anunció el “impuesto de solidaridad” a las grandes riquezas de los españoles, algo que se ha implementado hasta con el mismo rótulo en Argentina durante la pandemia.
“Me niego a que el peronismo arruine el motor económico de España, con esa decadencia política y económica que está arruinando tantos países del mundo”. Para la dirigente del PP, en España “la gente quiere ser libre, quiere tener sus proyectos y tomar sus decisiones”.
Ya que Argentina hace décadas que no puede ser un ejemplo, como lo fue en su momento, al menos puede advertirle al mundo los resultados de las recetas populistas, que convirtieron al país más rico del mundo en un lugar con 50 % de pobreza.