La ley animalista multará con hasta 10.000 euros a quien tenga a su perro (o gato) en el patio
La polémica ley animalista, redactada desde los postulados animalistas más radicales y duramente criticada por la comunidad científica y por todos los sectores afectados por ella, sancionará con hasta 10.000 euros a quienes mantengan a sus perros en un patio o similar de forma habitual.
El borrador de la polémica normativa, que cuenta con una fortísima oposición que se materializó en la masiva manifestación del mundo rural el pasado 20 de marzo en Madrid, establece en su artículo 27 las prohibiciones específicas respecto a los animales de compañía. Es en el apartado e) de este artículo donde se prohíbe expresamente «mantener de forma habitual a perros y gatos en terrazas, balcones, azoteas, trasteros, sótanos, patios y similares o vehículos». De lo que se deduce que, no tener al perro dentro del domicilio al menos durante unas horas al día -independientemente de las dimensiones del patio y de sus instalaciones- podría considerarse una infracción leve, según recoge el régimen sancionador del texto.
Así se detalla en su artículo 81, en el que expone que «se considerarán infracciones leves las conductas que, por acción u omisión, conlleven la inobservancia de las prohibiciones y obligaciones establecidas en esta Ley, siempre que no estén tipificadas como graves o muy graves», que no es el caso. En concreto, las infracciones leves están multadas de 500 a 10.000 euros, según el Anteproyecto.
El régimen sancionador de la ley animalista impulsada por el Gobierno establece otras llamativas prohibiciones con sanciones similares a lo expuesto anteriormente. Por poner dos claros ejemplos, citaremos la de ejercer la mendicidad con perros o el caso de que tu perra se quede preñada por accidente.
(Jara y sedal)
Y los perros de ganado ?… que duermen en las parideras, que ?… quieren que no tengamos hijos, que tengamos mascotas. Es la agenda 2030. No tendrás nada y seras feliz.
O sea que si ven a un pobre miserable con chucho, le quitan lo único que al pobre hombre le queda: el perro.
Muchas veces las buenísimas intenciones conducen al infierno.
Pobre perro: se le nota el sufrimiento.