La delegada del Gobierno en Cataluña no sale en defensa de la Policía después de que el Parlament la acusara de “islamófoba” por detener a un salafista
La Delegada del Gobierno en Cataluña, María Eugenia Gay, no ha salido en defensa de la Policía después de que el Parlamento aprobara ayer una declaración para mostrar su apoyo al presidente de la Asociación para la Defensa de los Derechos de la Comunidad Musulmana (Adedcom ), Mohamed Said Badaoui, que lleva más de treinta años viviendo en Reus y que fue detenido el martes por una orden de expulsión que tenía pendiente desde el verano.
El texto que aprobó la Junta de Portavoces con el apoyo de ERC, Junts, la CUP y los Comunes denuncia su detención, asegura que es víctima de “la represión política y la islamofobia del Estado” y cree que el procedimiento ha sido “irregular”.
También critica que “la Policía Nacional ha iniciado un proceso administrativo para expulsarlo alegando un supuesto extremismo religioso y radicalismo fundamentalista, sin prueba alguna ni basándose en ningún hecho atribuible a esta afirmación”.
“Entiende -dice- que los motivos o alegados para expedir la orden de expulsión son infundados y no responden a hechos concretos ni están demostrados con solvencia, dado que no se ha iniciado ningún procedimiento judicial para presentar y evaluar pruebas de sospechas de su presunta radicalidad o extremismo religioso que sustentan el orden de expulsión irregular”.
Por último, constata “la vulneración, como mínimo de los artículos 11, 12 y 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos hacia Mohamed Said Badaoui por parte del Estado español, dado que se le ha condenado sin juicio público, se ha cometido un ataque contra su reputación y honor y se ha vulnerado su derecho a elegir residencia”.
El diputado de Ciudadanos, Nacho Martín Blanco, hizo constar que “nos parece una anomalía que en esta cámara parlamentaria se haga lectura de acuerdos que no son declaraciones institucionales del Parlament, sino acuerdos de la Junta de Portavoces”. “No es absolutamente en absoluto asumible en una democracia es que se lea en el Pleno del Parlament una resolución que carece de la unanimidad de las fuerzas políticas”, sentenció.
Los políticos, legisladores y medios “informativos” traidores obedecen a sus amos para la proteger el islam cómo religión y a la invasión islámica que ya es un hecho. Esto por dos importantes y más motivos. El islam es en gran parte el encargado de desaparecer la cultura cristiana de libertad y porque el islam es una plataforma cultural de comunismo atroz; ideal ambos motivos para el más fácil establecimiento e imposición del nuevo orden mundial , esclavista, embrutecedor y satánico