Macarena Olona primero baila al son de Los del Río en aquel esperpento de fiestorra cutre de cuñados que fue el acto organizado por Vox “ Viva 21”; luego, la que fuera candidata a la Junta andaluza por los de Abascal se hizo un Arrimadas, saliendo por patas de Andalucía tras su desastroso resultado, y ahora lo ha vuelto a hacer saliendo disparada de la que fue su formación política para, ni más ni menos, intentar fundirse en un nuevo chiringuito hecho a su medida.

Ahora se acuerda de la democracia interna y de no sé cuántas pamplinas más, de las que ella fue cómplice cuando estaba comiendo de la mano del de Amurrio. ¿Democracia? ¿Capacidad de asumir críticas? ¿No te da vergüenza? ¿No te acuerdas del veto inaceptable a este medio de comunicación por no escribir al dictado? ¿No te acuerdas de que fuimos eliminados de todos los grupos de WhatsApp por no plegarnos a los chanchullos de tu ex partido? ¿No te acuerdas  del bloqueo en Twiter? ¿No te acuerdas de la negación de acreditación en vuestra sede? Y ahí estabas tú, Macarena.  No con poco poder, todo sea dicho. Y ahora hablas de renovación, libertad de expresión, libertad de información, democracia, respeto… ¿Ahora? ¿Y qué hacías cuando pasaba todo eso en tu partido y te ponías de perfil?

¡Ay Macarena, que sabio es el karma que siempre vuelve! Ahora eres el azote de aquellos que a este medio quisieron amordazarnos, contigo de cómplice, mirando hacia otro lado. ¡No lo consiguieron!

Ahora, Macarena, que aseguras contar con financiación nacional para articular un partido y estar dispuesta a tomar esta decisión si Vox pierde mecha en la próxima cita con las urnas y deja de ser una alternativa al bipartidismo.

«Abiertamente, por supuesto estoy dispuesta para dar un paso al frente llegado el caso», dijiste el pasado mes de septiembre sobre lo que puede ocurrir en los siguientes comicios autonómicos y municipales.

¿Qué ha cambiado Macarena? No ha cambiado nada y ha cambiado todo.

Vox nunca será en España alternativa de nada, lo dicen una y otra vez los españoles en las urnas, pero tú tampoco. Cerdo no come cerdo.

*Delegada de AD en Madrid.