Alfonso De la Vega.- En un intento de sacudirse su pereza y molicie real o atribuida, Su Majestad ha hecho el soberano esfuerzo de endiñarnos otro de sus estupefacientes sermones navideños. Esta vez era esperado con cierta curiosidad por ver por dónde nos iba a salir dado el calamitoso estado de su reino durante su lamentable reinado. En el que el enemigo no se encuentra ya solo extramuros del Régimen sino que actúa desde el poder que le dan las propias instituciones. Sí, aunque no lo diga don Felipe, Su propio gobierno está dando un golpe de Estado.

No ha defraudado a los más avisados. Leído como con cara de susto, sin convicción ni menos implicación emocional en un tono monocorde de incrédulo funcionario pasota deseando que llegue la hora para fichar y largarse a disfrutar de lo suyo.

Desde el punto de vista del entorno cabe resaltar la estudiada colocación de la bandera española y la de la UE para simular la bandera republicana. O la incoherencia simbólica de celebrar la Nochebuena con un pequeño nacimiento medio perdido entre la decoración, pero con un ostentoso gran árbol pagano, sin apenas referencias religiosas al motivo de la celebración, una fecha preciosa para el Cristianismo, la Paz y la Libertad.

Y el discurso refleja a quién pretende servir don Felipe. La NATO, la Uropa de la Von Trinken y la corrupción generalizada, aunque le faltó citar al cabal usurero, los poderes fácticos globalistas que mandan y a los que Su Majestad con tanta dedicación sirve. No se corta: Uropa como “nuestro gran marco de referencia político, económico y social y que, por ello, nos ofrece certeza y seguridad”. Una columna de nuestro tenderete junto con la «democracia». En Sus propias palabras: «El mayor compromiso de todos con nuestra democracia y con Europa, con la Unión Europea, que son las dos columnas vertebrales sobre las que se asientan nuestro presente y nuestro futuro.» ¿Democracia en la plutocrática UE? Democracia y Uropa, una contradicción en términos. Una incoherencia como casi todo lo que representa.

Por si esto fuera poco Su discurso compra y vende todos los argumentos de mercancía averiada del cinismo falaz atlantista. Entre socaliña y socaliña nos enteramos que la Rusia mala, muy mala, causa el presente desastre energético. No el terrorismo que coloca bombas en los gasoductos ajenos o acosa a la población rusa en anterior territorio “ucraniano” o instala laboratorios bioterroristas o intenta colocar armas nucleares junto a la frontera para provocar el conflicto. O coloca traicioneros coches bombas contra mujeres indefensas fuera del teatro bélico. En consecuencia, hay que apoyar al pederasta y corrupto Zelenski, un tipo que nos insulta. Sin olvidar el oportuno pero sucio negocio de la granjería del cambio del clima climático y el timo de las ineficientes renovables pagadas a precio de oro.

Lo del sarao madrileño de la NATO, con su banquete a lo castellano viejo nada menos que en el Museo del Prado, también resultaría muy polémico de celebrar, al ser instrumento para nuestra actual servidumbre y sometimiento a intereses ajenos y habitualmente enemigos. Ni siquiera los de los países europeos teóricamente aliados son respetados y se sacrifican a los del DS anglo-gringo.

Pero resulta personalmente comprensible que Su Majestad adule a los amos que son los que llegado el momento le pueden poner camino del exilio.

Está muy bien lo de criticar «la división, el deterioro de la convivencia, o la erosión de las instituciones». Lo comparto plenamente. Ahora bien tratar por igual, con una exquisita neutralidad, a delincuentes y víctimas por el atentado contra las instituciones recuerda el famoso jesuitismo del PNV que equiparaba a filantrópicos etarras asesinos de pura raza vasca con sus víctimas de razas inferiores.

En su deseo de “seguir compartiendo objetivos” confieso que me he perdido. ¿Con quiénes? ¿Los de los golpistas de Su gobierno y socios? ¿Al contrario, los de los patriotas españoles que intentar mantener una cierta resistencia?

Lo de “la renovación y adaptación a los tiempos” ¿Acaso supone un apoyo a las agresiones contra la familia y la civilización del neo marxismo cultural perpetradas por Su propio gobierno: la promoción de la pederastia, la ley de memoria democrática, la suelta de violadores o las delicias de la promoción de trans en la más tierna infancia? ¿Va preparando al personal para un futuro referendo separatista? Su Majestad nos deja con la duda.

Llama la atención el olvido de referencias a Sus propios padres, sobre todo al que se encuentra en un extraño exilio, dado como se las gastan los tartufos que ahora le acusan cínicamente tras beneficiarse de sus acciones.

Tampoco ha habido ninguna referencia a la situación de la Hispanidad y sus intentos de defenderse de los ataques globalisto-comunistas en alguna de las naciones de las que forman parte.

En resumen. Ha quedado claro que en el dilema globalismo frente a Patria con su confesión de lealtad globalista don Felipe ha elegido a los poderes fácticos internacionales antes que a España.

Los patriotas que esperaban una heroica defensa de España y de los españoles tendrán que esperar a un “vuelva usted mañana”: a ver qué cosas se le ocurren a doña Leonor, si es que para entonces sobrevive la pertinaz monarquía como augura el Emérito cuya figura histórica ningunea su adanista hijo.

No obstante, a la pintoresca «derecha», o lo que sea, «española» le pasa lo que al famoso tonto de la linde: Alaba al discurso globalista de Su Majestad sin querer reconocer aún que quiere complacer al enemigo. Así nos luce el pelo.