“Les agradezco que me acompañen esta tarde. Tenía la intención de hacer esto ayer, viernes, al día siguiente de que me dieran el alta, pero no he podido por la hora del día y hoy he tenido una misa de boda por la tarde. Gracias al padre Tony, que se ha ocupado de la otra misa, y he podido descansar un poco. Aunque tiene unos 80 años y tuvo una misa en Washington Island, así que fue un día largo para él”.

“Me dijo: ‘Eres uno de nuestros jóvenes. No deberías tener problemas de corazón ahora, así que tenemos que cuidarte para que puedas seguir trabajando”.

“Así que sólo quiero compartir un poco… mucha gente sabe que estuve en el hospital el jueves y que estuve allí unas 14 horas. Entré en urgencias a las cuatro, no… fue a las 2:30 cuando llamé a alguien y entonces vinieron y me recogieron y me llevaron a urgencias en Green Bay y entonces me ingresaron….”

“Sabes, a veces sientes que no puedes hablar por… por …. las razones que sean… pero creo que es importante compartir lo que ha estado pasando… así que quiero remontarme a febrero de 2021… se nos recomendó encarecidamente que nos pusiéramos la vacuna Covid.

“Y de hecho, los hospitales nos dijeron que si no nos vacunábamos no podríamos visitar a la gente en los hospitales. Nos dijeron que no podríamos ir a residencias de ancianos si no nos vacunábamos. Si no nos vacunábamos, allí… allí… donde casi parecía que, por el bien de tu trabajo… y esto se ve hoy en día en los currículos y solicitudes de trabajo…”

“Así que realmente, las vacunas fueron empujadas sobre nosotros”.

“Era febrero, yo estaba en la primera oleada de personas que recibieron la vacuna Covid… y en realidad, con esa primera inyección, no tuve una reacción inmediata.”

“Llego a casa y me doy cuenta de que mi ritmo cardiaco era más alto de lo normal: …. que era de unos 110, 115 latidos por minuto. Estaba muy cansado”.

El padre Looney cuenta que, posteriormente, sus síntomas empeoraron.

El padre Edward Looney fue ordenado sacerdote en la diócesis de Green Bay el 6 de junio de 2015 y actualmente es párroco de las parroquias de San Francisco y Santa María, en Bruselas, y San Pedro y San Huberto, en Lincoln/Rosiere.

A una edad temprana, el P. Looney fomentó una devoción a la Santísima Virgen María, que ha permanecido con él hasta el día de hoy. De niño, se unía a la comunidad parroquial para rezar el Rosario después de la Misa diaria. Mientras crecía, veía con regularidad El canto de Bernadette y quedó fascinado por la historia de Nuestra Señora de Lourdes.

La peregrinación mariana ha sido fundamental en la vida del P. Looney. Durante el verano de 2005, el P. Looney, siendo estudiante de segundo de bachillerato, hizo una peregrinación mariana al Santuario de Nuestra Señora del Buen Socorro (Champion, WI). Esta peregrinación abrió las puertas de su corazón para discernir más seriamente la vocación sacerdotal. Ha visitado santuarios marianos por todo el mundo, como Lourdes, Fátima, Knock, Beauraing, Banneux, Pontmain y Rue du Bac.

El P. Looney empezó a escribir libros cuando aún estaba en el seminario, primero un libro para niños titulado The Story of Sister of Adele. Publicó otros libros, como Desayuno en Belén, Rezar el rosario con Sor Adela y Novena a la Reina del Cielo. Tau Publishing dejó de publicar los títulos mencionados, por lo que ya no están disponibles.