Las mentiras de la pandemia en Occidente versus las mentiras de la pandemia en Oriente
María C Caminos.- Muchos escépticos del Covid están desconfiando de lo que tímidamente comenzaron a reportar los medios occidentales que reportan sobre un ‘tsunami de infecciones’ y muertes que han desbordado hospitales y crematorios.
Esto se debe a lo que algunos llaman ‘plandemia’, una teoría alternativa que se originó en 2020 debido al mismo virus del Covid, en la que se desconfía de los protocolos, de las internaciones, de los certificados de defunción, del número real de muertos, etc. Para muchos esto fue parte de un ‘plan’ o un ‘experimento social’ y que el virus como tal -algunos también desconfían de su existencia- no es para nada letal.
En este complejo contexto y de acuerdo a análisis de observadores de China como del otro lado del hemisferio, se puede afirmar que ese virus sí existe, pero no funciona igual para oriente y occidente. ¿Un virus inteligente? ¿sobrenatural? Aunque parezca una idea algo alocada, hay varios indicios para creer que de eso se trata.
Mientras Occidente inflaba los números, China los ocultaba
Según diferentes investigaciones, en Occidente las tasas de infección y de mortalidad del coronavirus se “maquillaron” por diferentes razones. Los mayores manipuladores de datos provinieron de líderes izquierdistas.
Un ejemplo es el Partido Comunista chino (PCCh). En el caso de la China comunista, es comprensible que las autoridades nunca digan la verdad, ya que mentir es la esencia del PCCh y, por lo tanto, para salvaguardar su reputación y resguardar sus oscuros intereses, los números que reportaron desde el comienzo fueron ridículamente bajos.
Por el contrario, en otros lugares del mundo, la tasa de infección por coronavirus estaba aumentando cada vez más. Tal vez se realizaban más pruebas, pero los test rápidos no siempre resultan fiables. Se ha comprobado que estos no son específicos para el SARS Cov 2, sino que dan positivo para la familia entera de coronavirus, la cual incluye a los virus que producen el resfriado común.
Los testeos rápidos realizados por única vez no son para nada confiables y solo servían para “inflar” artificialmente el número de infectados por el virus chino.
Así como el régimen comunista chino “desinfla” las cifras, los gobiernos occidentales pueden “inflarlas” para inculcar miedo, imponer cuarentenas interminables y mandatos de vacunas.
Por otro lado, no es novedad que el régimen comunista chino no fue para nada transparente en los comienzos de los brotes de Covid. Pero en realidad, no solo al comienzo, sino que nunca lo fue y los números de muertes fueron muchos más que los informados.
El Sr. Li Hongzhi, fundador de la disciplina espiritual Falun Dafa, reveló el 15 de enero que la pandemia se había cobrado 400 millones de vidas en China desde que estalló hace tres años. También señaló que el SARS de 2003 mató a 200 millones de chinos.
¿Qué sucedió en diciembre de 2022? La paradoja de China
Aunque el Covid-19 se ha desvanecido en gran medida de la mente de los occidentales y desde los gobiernos relajaron ampliamente los mandatos de máscaras, el distanciamiento social y los pasaportes de vacunas a principios de 2022, todo el tiempo, la pandemia se ha mantenido central a las vidas de los chinos continentales bajo Xi Jinping y la muy criticada política «Cero Covid» del Partido Comunista Chino.
A finales de noviembre, Xi y el Partido se enfrentaron a protestas y disturbios nacionales sin precedentes en suelo continental por parte de ciudadanos hartos de vivir bajo arresto domiciliario perpetuo o de ser enviados a campos de concentración de «cuarentena» COVID, lo que llevó a que el pueblo chino finalmente pidiera directamente el fin del PCCh.
En respuesta, la administración de Xi decidió primero relajar y luego poner fin abruptamente a prácticamente todas las restricciones, lo que provocó una nueva ola de infecciones.
Expertos citados por Epoch Times afirmaron que el régimen chino sigue encubriendo el verdadero número de muertes por COVID-19.
El principal regulador de salud de China reconoció el 14 de enero casi 60.000 muertes relacionadas con el COVID-19.
En este marco, las escenas de hospitales y crematorios abrumados han avivado la desconfianza hacia las cifras oficiales.
Un trabajador de la funeraria Baoxing en Shanghái dijo en diciembre de 2022 que quemaban entre 400 y 500 cuerpos por día, frente al máximo de 90 antes de que se levantaran las restricciones por la pandemia.
Un funcionario de la provincia de Henan dijo en una conferencia de prensa que la tasa de infección de COVID-19 podría haber alcanzado el 89 por ciento para el 6 de enero.
Entonces, con una tasa de infección de aproximadamente el 70 por ciento y una gran población de ancianos, el número de muertos, basado en una tasa de mortalidad del 1 por ciento, debería ser mucho más alto que el recuento oficial de 60.000 muertes.
Esta información coincide con una baja enorme en el número de habitantes chinos.
Según datos oficiales, China cerró el año 2022 con 1.411,75 millones de habitantes, lo que contrasta con los 1.412,6 millones que había en el país a finales del año anterior. Esta sería la primera vez que se registra un descenso en 61 años.
En este sentido, los datos muestran que la población se redujo en 850.000 personas en 2022.
En marzo de 2020, el año en que se desató la pandemia en China y se exportó al resto del mundo, el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China reportó que en los últimos 3 meses se habían dado de baja más de 21 millones de cuentas de teléfonos celulares, mientras que 840.000 líneas fijas habían sido canceladas.
Este anuncio fue realizado por las autoridades de Beijing el 19 de marzo de 2020.
Los teléfonos celulares son una parte indispensable de la vida en China, por lo que esta cifra no puede ser casual. Las muertes por el virus o por las draconianas políticas de Cero Covid, seguramente contribuyeron al número de cierres de cuentas.
Las plagas tienen ojos
En todas las culturas existió la creencia de que las “plagas tienen ojos” y que se dirigen a determinadas poblaciones en lugar de atacar a la gente al azar. Por ejemplo, durante la persecución religiosa de los cristianos en la Antigua Roma, estallaron múltiples oleadas de plagas y tan solo la Peste Antonina (165 – 180) mató al 10% de la población de la época. Sin embargo, tras atender a los enfermos, algunos cristianos no fueron infectados, incluso después de abrazar a sus seres queridos fallecidos con la esperanza de morir juntos.
Los antiguos creían que las plagas se dirigían a aquellos que cometieron malas acciones en su vida actual o anterior.
Después de que el PCCh abriera totalmente el país en diciembre de 2022, su intento de propagar la nueva oleada de la pandemia por todo el mundo, tal como lo hizo a principios de 2020, fracasó.
La mayoría de los países no prohibieron la entrada a los viajeros procedentes de China, sin embargo no se vieron afectados por la última oleada en China. Mientras que casi todo el mundo en China se infectó tras el fin de la política de cero COVID, ningún otro país experimentó una situación similar.
El PCCh ha matado a innumerables personas y ha causado un sinfín de tragedias desde que tomó el poder en 1949. Además, ha impulsado activamente su programa comunista en todo el mundo aprovechando su fuerte poder económico.
A medida que el PCCh se ha convertido en una importante economía mundial, también se ha infiltrado en muchos otros países y ha exportado su persecución a grupos religiosos como los practicantes de Falun Dafa.
Por eso es importante que quienes siguen al régimen rompan sus lazos con él para mantenerse seguros. Después de todo, el virus existe, pero no está apuntando a todos, sino al PCCh y a sus seguidores.
En un artículo esclarecedor, el Maestro Li Hongzhi explicó que para liberarse de la plaga es necesario “Mantenerse alejado del perverso partido comunista chino, no ponerse en fila para el partido perverso, porque detrás de su espalda está el demonio rojo, su comportamiento superficial es el de un matón y es capaz de cometer los peores crímenes”.
Además, el Maestro Li afirmó: “El cambio del corazón humano ya hará que el asunto gire hacia el lado positivo”.
Fuente: es.visiontimes.com