Un doctor en Hispánicas se pronuncia sobre la polémica del “hijes” de Montero
Un doctor en Filología Hispánica llamado Ernesto Filardi se ha pronunciado sobre la polémica del “hijes” de la ministra de Igualdad de España, Irene Montero, mediante un hilo publicado en Twitter, que se ha hecho viral.
“No nos engañemos, esta escandalera de patio de colegio cuando decimos la palabra ‘hijes’ no tiene que ver con la defensa del lenguaje ni con que la RAE [Real Academia Española] no admite la -e como marca de género neutro. ¿Queréis hablar de lengua? Venga, soy Doctor en Hispánicas, vamos para allá”, empieza.
El hombre indica que, si bien la norma dice que la -o es marca de masculino y de neutro, desde hace años en España “muchísima gente” se dio cuenta de que decir ‘todos’ no era suficientemente inclusivo, por lo que se pusieron de moda los términos ‘todxs’ y ‘tod@s’. Pero como uno suena muy mal y el otro es ilegible, surgió la alternativa ‘todes’, donde el sufijo -e funciona como una marca de género neutro.
“¿Se nos hace raro? Sí, como todas las palabras nuevas. ¿Suena forzado? Pues quizás, pero todo es acostumbrarse”, señala. “Pero acostumbrarnos a cosas nuevas es algo que hacemos continuamente para vivir en sociedad y no pasa nada. Especialmente porque nadie te está obligando a que digas ‘hijes’ si no lo quieres decir […] ¿No la quieres usar? Pues no la uses, pero deja que otras personas lo hagan”, añade.
Por ello, pide no insultar a la gente, burlarse de cómo habla ni montar escándalos en nombre de la Real Academia Española (RAE), recordando que, si bien esa institución considera que el uso de la letra ‘e’ como supuesta marca de género es “ajeno al sistema morfológico del español, además de ser innecesario, pues el masculino gramatical funciona como término inclusivo en referencia a colectivos mixtos, o en contextos genéricos o inespecíficos”, nunca ha dicho abiertamente que sea incorrecto.
Asimismo, el experto en cuestiones lingüísticas afirma que ‘hijes’ se usa en ciertos ámbitos de la sociedad, aunque admite que todavía no ha arraigado lo suficiente entre los hablantes. En este sentido, sostiene que “es normal usar palabras incorrectas de vez en cuando”.
Para ilustrar su explicación, Filardi habla del vocablo ‘churri’, que en España se utiliza como forma cariñosa para llamar a la pareja, aunque el diccionario de la RAE no incluye ese significado. “Nos puede servir como ejemplo de que no todas las palabras arraigadas son aceptadas por la RAE”, apunta.
“Pero con ‘hijes’ hay que encender las antorchas porque lo ha dicho Irene Montero”, continúa. “El problema, por tanto, no es lingüístico sino político. De acuerdo, hace mucho que hemos entendido que lo personal es político y aquí estamos, listes para esta lucha. No solo por nuestro idioma sino por las personas que usan esa -e para referirse a sí mismes”, concluye.
Esta es tan limitada intelectualmente -por no decir idiota, o bordeline-, como la ministra de Zapatero, que hablaba de “miembras”, y hasta quiso patentar el palabro…
¿De qué basurero sacan a la mayoría de los ministros?
En el caso de “churri” u otros semejantes, se trata de términos de origen popular, nacidos espontáneamente. Lo de “hijes” es un intento de imposición desde arriba, con evidente intención de adoctrinar. No es lo mismo.
Por supuesto
Así que ahora el lenguaje ” se impone ,decreta y ordena “,,, Porque no estamoos ante la evolución espontáneam natural dell lenguaje, sino ante su manipuación porque a través del lenguale se conforma la mente, que elabora el pensamiento
Y esto es es exactamente, su perversiòn.
Pervertir es desviar de la función natural, que en el caso del lenguaje, don divino, nos acerca a la verdad
Lo que tiene poner al frente de un ministerio a una “señora” que no sabe hacer la o con un canuto. Antes se les ponía el pisito. Ahora se les da un ministerio.
Y ¿este señor es doctor en Filología Hispánica? Debería empezar a estudiar la gramática española; ¡qué vergüenza! Esto es como si un obispo dijera que es ateo y que ya nos acostumbraremos a admitirlo. ¡Asco!
Lo que está claro es que usted es tonto.
Tonto perdido.