El primer ministro noruego abraza al líder de las juventudes laboristas (de espalda).

Redacción/AD.- Son diez preguntas, diez interrogantes que contienen razonables dudas acerca de la verdadera naturaleza de los atentados del viernes en Noruega. Diez preguntas cuyas respuestas servirían para diluir o no posibles complicidades y negligencias criminales en la matanza. La actitud del Gobierno noruego, como la mantenida por el ejecutivo español tras el 11-M, parece orientarse más al apuntalamiento de una determinada tesis política que al esclarecimiento de unos hechos que han sido causa de consternación en todo el mundo civilizado. Los promotores de la cruzada contra el movimiento identitario que a estas horas recorre Europa de norte a sur harían bien en tomarse un respiro y arrojar algo de luz a estas diez cuestiones:

1.- ¿Cómo se las ingenió Anders Behring Breivik para hacer detonar un coche bomba frente al complejo gubernamental de Oslo, alejarse 40 kilómetros de la capital a bordo de un taxi y sin ser interceptado por las fuerzas de seguridad, para finalmente adentrarse con una barca en la isla de Utoya, donde supuestamente tiroteó,  disfrazado de policía, a decenas de jóvenes que participaban en un campamento de verano vinculado al partido laborista?

2.- ¿Por qué no se cortaron las carreteras de entrada y salida a la capital noruega hasta una hora después de la detonación de un coche bomba en la zona gubernativa?

3.- ¿Por qué carecía de vigilancia policial el viernes la isla de Utoya, cuando el día anterior contó con una veintena de agentes armados hasta los dientes? ¿Es verosímil que una reunión política de los jóvenes del partido en el Gobierno no contase con un sólo efectivo policial el día de autos?

4.- ¿Por qué tardó la policía noruega una hora y cuarto en tomar posiciones en la isla de Utoya, pese a los desesperados requerimientos telefónicos que hicieron los aterrorizados jóvenes a partir de que cayesen las primeras víctimas?

5.- ¿Por qué Breivik mató a jóvenes blancos y noruegos si su obsesión, según se remacha una y otra vez, eran los musulmanes?

6.- ¿Por qué Anstein Gjengedal, jefe de la policía de Oslo y simpatizante del partido laborista, ha impedido que las cámaras televisivas tengan acceso a la declaración judicial de Breivik ante el juez? ¿Acaso pretendía acotar las revelaciones del presunto homicida sobre hechos trascendentales de la tragedia?

7.- ¿Por qué las embajadas noruegas en el mundo recibieron instrucciones, la tarde del mismo viernes, de descartar la implicación islámica en los atentados, pese a que fue inicialmente reivindicado por el mismo grupo salafista que, meses antes, amenazó con provocar una matanza en  respuesta a la publicación de unas caricaturas de Mahoma en un periódico de aquel país? ¿Por qué se invitó al líder de los islamistas locales, el mulá Krekar, a abandonar Noruega rumbo a un país árabe en la mañana del sábado, según han revelado fuentes periodísticas israelíes?

8.- ¿Por qué no se vincula a Anders Behring Breivik con un grupo masón y sí repetidamente con la ultraderecha noruega? Si tan estrecha era su vinculación con la derecha identitaria del país escandinavo, ¿por qué no se ha podido encontrar una sóla foto del supuesto pistolero que comprometiese a dirigentes o militantes del populista Partido del Progreso, mientras que sí se han hallado imágenes en las que aparece embutido en un uniforme masónico?

9.- ¿Por qué ninguna fuente oficial ha revelado que Anders Behring Breivik solía comer en el restaurante Milano de Rena, propiedad de los ciudadanos turcos Ali Aykut y Bilal Guclu, un lugar muy frecuentado por miembros de los servicios secretos del país otomano?

10.- ¿Por qué no informa el Gobierno escandinavo de un informe que el legendario servicio secreto israelí le hizo llegar en septiembre de 2010, en el que se alertaba de algunos movimientos islamistas que habían sido detectados en las dos principales ciudades noruegas, Oslo y Bergen, como parte de un elaborado plan para perpetrar una masacre terrorista similar a la del viernes, que contaría incluso con la participación directa de colaboradores locales?