Eduardo García Serrano: Victoria Nacional, derrota de Caín
Por Eduardo García Serrano.- No quiero olvidar porque la amnesia que se nos exige para otorgarnos el plácet democrático es cómplice de la claudicación. No quiero participar con mi silencio en el holocausto de la memoria porque no quiero vivir, como la sombra de un esclavo, en las brumas de la damnatio memoriae. No quiero que el olvido se beba la sangre de los héroes de la Victoria Nacional en una pitanza que sabe a cenizas y a derrota, en un festín orquestado por la izquierda y los separatistas y servido por la derecha en los puercos manteles de la traición y en los pucheros del consenso de la infamia, en el que los traidores y los cobardes viven opíparamente.
No quiero el perdón de los hijos y los nietos del Frente Popular pero deseo, aún menos, la sonriente condescendencia de los invertebrados de la derecha que escupen sobre la Victoria Nacional con una altivez que son incapaces de mostrar ante esa izquierda pútrida que buscó la Guerra Civil y que, gracias a Dios y a Francisco Franco, fue derrotada en los campos de batalla y, a partir del 1 de abril de 1939, también en los campos de labranza de la Paz en cuyos surcos los españoles, todos, cosecharon el pan y la justicia y vendimiaron el vino de la reconciliación sobre la tumba de Caín.
Desde la soledad y la irrelevancia escupo sobre su perdón y su condescendencia, sobre su consenso, su democracia y su rey de atrezo, al que el tiempo se le agota en la Ley de Memoria Democrática urdida para condenarle a él y a sus descendientes en la cainita abominación del 18 de julio de 1936, de la que el pigmeo José María Aznar y sus tullidos herederos participaron con tanto entusiasmo democrático.
El dia 1 de abril de 1939 empezó un tiempo mejor para España
Creo que se equivoca en algo.
Quizás entre los fanáticos defensores de la Ley nazi llamada de memoria histórica haya más hijos y nietos de quienes vivieron muy bien durante el franquismo que hijos y nietos de los del frente popular. Pero, ya sabe, no hay mayor furia integrista que la de los conversos…o los acomplejados.
Don Eduardo: A mayor brevedad de sus escritos… mayor enjundia. Gracias. ¡Viva España!
coño todavia recordando al “mochuelo del pardo”??…si es que no escarmentais..