Irene Montero financia encuestas para descubrir tabús “de las mujeres trans” en comparación con “el resto de las mujeres”
Los hombres no menstrúan. La realidad es esa pero la ministra de Igualdad del gobierno, Irene Montero, financia encuestas para descubrir los tabús que rodean a la comunidad trans sobre el sangrado vaginal que jamás experimentarán.
“Las mujeres trans sufren más tabús” en comparación con “el resto de las mujeres” halló el último sondeo pagado por el Instituto de las Mujeres, dependiente de la cartera de Montero. El estudio, llamado “Educación y salud menstrual de las mujeres jóvenes en España” alega que las falsas creencias y mitos sobre la menstruación son prácticamente inexistentes entre las jóvenes españolas, sin embargo, prevalecen entre las mujeres trans, quienes además tienen más dificultades económicas para adquirir este tipo de productos.
Basado en estos resultados sobre los tabús trans, el informe propone, entre otras cosas, revisar los contenidos curriculares sobre la salud menstrual para integrar a los hombres en “la cultura de la salud menstrual” a través de campañas de formación y sensibilización «para que deje de verse y percibirse la menstruación como cosa de mujeres y se perciba como asunto de derechos humanos».
Gastos con interés ideológico
El gasto en esta insólita encuesta, que costó al menos 10.000 euros, engrosa una la larga lista de desembolsos de Montero para ahondar en los gustos y preferencias e de la comunidad LGTBI, cuando España enfrenta inflación, pérdida de poder adquisitivo, crisis de suministros, aumento de tipos de interés y paralización de industrias.
A mediados de marzo, la cartera de Montero también entregó 18.000 euros a la Fundación 1º de Mayo para la elaboración de un estudio sobre feminismo sindical, dispuso de otros 80.000 para organizar el Foro Internacional Feminista “Nosotras lo llamamos feminismo” y anunció un contrato de 3,2 millones de euros para instalar un servicio telefónico de información y atención de la comunidad LGTBI que se llamará ‘028 Arcoíris’ y funcionará hasta 2026 por diversos canales: teléfono, correo electrónico y chat online.
El ‘028 Arcoíris’ facilita “asesoramiento emocional y psicológico” además de acompañamiento personalizado; apoyo legal en temas relacionados con cuestiones LGTBI (matrimonio, filiación, modificación registral para personas trans) y orientación laboral y educativa, incluso, asesoramiento a personas inmigrantes LGTBI sobre las posibilidades de regularización de su situación y de petición de asilo.
Un despilfarro del cual no puede dejarse a un lado, los 18000 euros que pagó para conocer “La sexualidad de las jóvenes en el contexto español”. Sin embargo, sólo el 20 % de las jóvenes admitieron que son acosadas por Internet.
Una maniobra incoherente
Montero pierde el tiempo con estas tácticas, especialmente si pretende con estos sondeos conocer cómo opera la psique de la comunidad trans, para desplegar acciones desde su despacho que levanten su anémica popularidad.
El último sondeo de Telemadrid.es arroja que 91 % de la población cree que debería de dejar su cargo tras la polémica por la Ley del sí es solo sí. La tendencia es innegable y resuena desde el año pasado cuando la encuesta de NC Report registró que 52 % exigía su dimisión.
El crecimiento abismal del rechazo a su figura es un fruto propio. Su ley provocó que 943 condenados por delitos sexuales lograran rebajas en sus penas. De ellos, 103 dejaron la prisión según la data del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), donde además se alerta que el número podría ser mayor, considerando que el recuento no incluye los procesos de las audiencias provinciales de Guipúzcoa, Granada, Sevilla y Teruel como tampoco a los tribunales superiores de justicia de Andalucía, Canarias, Castilla y León y el País Vasco.
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo convocó a un Pleno monográfico entre el 6 y 7 de junio para fijar criterio sobre las revisiones efectuadas por los tribunales sentenciadores sobre la Ley solo sí es sí. Es la única esperanza de frenar los pasos progre de Montero.
Claro, no iba a ir a los empresarios que son el motor del país ni a las familias que traen hijos … iba a ir para el bolsillo de la analfabeta esta, digo … para “tabús de trans”. Mientras sigamos subvencionando esta payasada la culpa seguirá siendo nuestra, elusión fiscal tipo Ferrovial a gran escala y vemos quien gana la partida
Y los trans, cada cuanto tiempo tienen el periodo, cada 28 días o 30? Ah pues que no se preocupen porque hay una aplicación en el móvil, para que estén seguros de cuando ovulan, por si quieren quedarse o no quieren quedarse embarazados. Y el tampax por dónde se lo van a meter. ¡ Qué Dios me perdone!. Pero es que estos hacen blasfemar al mismísimo Santo Job.
Primero: el término “salud menstrual” no existe sino fruto de una analfabeta que no sabe hacer la o con un canuto. Cada día da más vergüenza ajena escuchar las gilipolleces que dice esta “señorita”.
Segundo: la menstruación no es un “derecho humano” sino un proceso biológico que se da SÓLO en las mujeres, porque SÓLO las mujeres tienen la menstruación pues para ello es necesario tener ovarios, trompas de falopio, etc. Ya está bien de reírse de la gente y de tratarnos como si fuésemos gilipollas.
¡¡¡Nos quieren volver locos está rodilleras,hija de la gran puta!!