Eduardo García Serrano: «Solo fuimos fuertes cuando nuestros músculos los tallaban la batalla y el trabajo, y no el gimnasio y los anabolizantes»
Por Eduardo García Serrano.- Solo tuvimos alas cuando tuvimos raíces. Solo tuvimos futuro cuando izamos el pasado a nuestras banderas, a nuestros mástiles y a nuestras velas. Solo tuvimos espadas cuando tuvimos voluntad. Solo asombramos al mundo cuando desterramos el miedo a los predios del deshonor. Solo hicimos nuestro el tiempo cuando destronamos a Cronos, adueñándonos de sus clepsidras y de la arena de sus relojes, para navegar sin más brújula que el horizonte a babor y a estribor, a proa y a popa. Nada más. Esas fueron las rutas de nuestros mapas y de nuestras naves, la cartografía de nuestra Historia y los senderos de nuestra Gesta.
Solo fuimos grandes cuando éramos pocos. Solo fuimos fuertes cuando nuestros músculos los tallaban la batalla y el trabajo, y no el gimnasio y los anabolizantes. Solo tuvimos destino cuando le quitamos las bridas a nuestra furia y le pusimos espuelas a nuestra inteligencia, cuando afilamos nuestra ira con las piedra de amolar el acero de nuestras espadas, cuando hicimos ingeniería con nuestros sueños y convertimos en mascotas infantiles los monstruos de nuestras pesadillas. Solo fuimos ricos cuando buscábamos El Dorado.
Fuimos la aristocracia universal cuando abandonamos nuestras aldeas sin blasones para convertir el palio celestial en un palacio español, almenando nuestros nombres y nuestro linaje con una épica sin mitos.
Hicimos de Marco Polo un grumete de Juan Sebastián Elcano y de los Doce Apóstoles unos predicadores de cercanías. Convertimos a Aquiles en un mochilero de Hernán Cortés, a Alejandro Magno en un cabo tomatero de Francisco Pizarro y a Julio César en un gondolero del Emperador Carlos. El Vaticano fue nuestra parroquia de barrio mientras elevábamos la Cruz a las cumbres de los Andes y de las feroces pirámides aztecas, el Papa fue nuestro sacristán y España la Esparta de Cristo y el Jordán de la pila bautismal de todo el Orbe.
Buena frase, que condensa la degeneración del varón español: del heroísmo al narcisismo.
Sí. Es como decir de lo sublime a lo patético..
Alguien miente!!!
Ud. habla como español, pero en realidad segun este historiador, quienes llegaron a America fueron judios conversos o marranos, y no la descubrieron, ya habia mapas de navegacion para llegar a ese continente, desde epoca de los templarios, .
FUIMOS,fuimos y fuimos…. si, talvez fueron cierto, los sicarios al servicio del sionismo de la epoca… eso, segun este historiador:
la participacion judia en el descubrimiento y conquista de America
https://www.youtube.com/watch?v=whYZMyaJtCI
Claro, y así medir la españolidad o por fuerza bruta o por nivel de violencia. Si tu trabajo te desloma al final del día, eres un buen español. SI trabajas en una oficina no. Si apaleas catalanes, o matas moros, eres buen español. Si te destinan en el extranjero para llevar luz a un poblado, mal español. ¿No lo veis aún, verdad?
Lo de matar catalanes, no sé de donde te lo has sacado, pero sólo esta en tu mente. Los catalanes también contribuyeron a hacer el imperio español como por ejemplo Joan Orpí Pou, Manuel de Oms, Bartolomé Ferreló, Miquel Ballester, etc,etc,etc
Como toda nación, tuvimos nuestro mejor momento entre los S. XVI, hasta finales del S. XVIII, con la expedición Balmis. Luego, después, a principios del S. XIX, llegó el ocaso: la independencia de América, y a finales del siglo, la pérdida de Filipinas, Pintao ( Guilbert ), Santa Catalina ( Marshall ), las Marquesas y las Marinas ( lo que hubiese sido hoy, la Polinesia Española ). Hay rumores de que los ingleses pagaron un dinero a los reyes, para que España se retirase del Pacifico; la oligarquía quería deshacerse de todas las provincias de ultramar, por que estaban muy… Leer más »