El Buen Gobierno
Básicamente un GOBIERNO es la forma de ejercicio del poder legítimamente establecido en un País. Pero para poderlo definir como BUEN GOBIERNO, se necesita además que presente unos rasgos distintivos de Eficiencia, Transparencia, Rendición de Cuentas, Participación de la Sociedad Civil y Estado de Derecho. A todo esto hay que añadir la Determinación del Gobierno de Utilizar los Recursos Disponibles a favor del Desarrollo Económico y Social.
EFICIENCIA y EFICACIA
Se entiende por “Eficiencia Política” la aptitud, competencia o potencial de un gobierno para fijar directrices que conduzcan a objetivos considerados válidos por una sociedad en un momento determinado, es decir que “sirve para hacer” lo que se espera de él. Mientras que “Eficacia Política” se refiere a su competencia, es decir que “funciona bien en su actividad”.
O sea, que un gobierno formado por personas no preparadas, sin estudios, sin formación y sin experiencia profesional o laboral, no pueden rendir en la acción de gobierno, siendo este el primer indicio de lo que llamaríamos un “Mal Gobierno”.
Gobiernos formados por personas que serían inútiles o inservibles en cualquier ámbito de la vida laboral y social, malamente podrán rendir en la acción tan compleja como es la de gobernar a un país.
TRANSPARENCIA
La “Transparencia Gubernamental” consiste en que la información sobre las actividades de los organismos públicos sea creada y esté a disposición del público, sin excepciones, de manera oportuna y en formatos de datos abiertos sin límites. La transparencia es algo claro y evidente que se comprende sin generar ningún tipo de duda ni ambigüedad.
El principio de transparencia consiste en respetar y cautelar la publicidad de los actos de los políticos, así como de dar publicidad a sus resoluciones, procedimientos y documentos de la Administración.
El “Mal Gobierno” evitaría la Transparencia, haciendo que sus actividades se organicen fuera de los ámbitos constitucionales o legales. Evitaría el Parlamento y tendría reuniones en Restaurantes, Clubes, Despachos u otros Oscuros Cenáculos, fuera del control de los ciudadanos o de sus representantes con el fin de ocultar dichos actos. O por lo menos que el resto de los políticos se enteren de las decisiones gubernamentales a través de la prensa o por los rumores. Ya se sabe que cuando la información no fluye, en una estructura jerarquizada, surge irresistiblemente la “Rumorología”.
RENDICIÓN DE CUENTAS
La “Rendición de Cuentas” es el deber que tienen las personas que ejercen labores de servicio público de informar, justificar, responsabilizarse pública y periódicamente sobre el uso dado a los fondos asignados y los resultados obtenidos siguiendo los criterios de eficiencia, eficacia, transparencia y legalidad.
La “Rendición de Cuentas” es una oportunidad para que la Sociedad evidencie los resultados de la acción del Gobierno, de acuerdo con el cumplimiento de la misión o propósito fundamental, orientados a satisfacer las necesidades o problemas sociales.
Un “Mal Gobierno” no rinde cuentas, o si lo hace falsea las estadísticas, la realidad o los números. Y pone al frente de los organismos encargados de los estudios estadísticos a compinches afectos a su Régimen. Asimismo emplea los medios de prensa adictos para exagerar los logros y para ocultar o minimizar los fracasos. Esta clase de gobiernos amenazan y persiguen a aquellos medios empeñados en señalar la verdad, ya sea a través de amenazas judiciales, asfixia económica u otros procedimientos coactivos y coercitivos que tengan a su disposición.
PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL
La “Sociedad Civil” cumple un rol fundamental en las políticas públicas. La generación de la democracia se enriquece cuando todas las partes involucradas participan activamente en las decisiones que afectan sus destinos.
Como plantea el doctor Jorge Balbis, la participación ciudadana se entiende como “toda forma de acción colectiva que tiene por interlocutor a los Estados y que intenta –con éxito o no- influir sobre las decisiones de la agenda pública”.
El “Mal Gobierno” impedirá, por todos los medios, la participación de los ciudadanos en las decisiones que se tomen. Lo hará violentando los derechos de manifestación o de asociación para que la gente se quede en su casa y no haga nada. También empleará los medios de comunicación social, imponiendo un relato intrascendente, para adoctrinar o embrutecer a las masas. En ese embrutecimiento también cuenta la tolerancia con las drogas o fomentando el desorden en las familias. Lo que sea, con tal de no permitir a los ciudadanos que estén tranquilos para poder expresar su opinión.
ESTADO DE DERECHO
El “Estado de Derecho” es la Filosofía Política según la cual, todos los ciudadanos e instituciones dentro de un País, son responsables ante las mismas leyes divulgadas públicamente, incluidos los legisladores y los líderes. Es una condición política que no hace referencia a ninguna ley en concreto. El Estado de Derecho implica que cada persona está sujeta a la misma ley, incluidas las personas que son legisladores, encargados de hacer cumplir la ley y jueces.
El “Mal Gobierno” evitará a toda costa ser juzgado por la Legislación Común que juzga a todas las personas por igual, y buscará “Aforamientos” para ellos, es decir otros tribunales formados por jueces elegidos a dedo y con leyes muy benignas. Es decir, que un delito cometido por una persona corriente, y que implicara cárcel o severas penas, en el caso de cometerlo un político, para éste no implicaría la menor reprobación.
Además el “Mal Gobierno” procurará impedir la “Separación de Poderes de Montesquieu”. Ello permite a los Gobiernos hacer leyes a la medida de sus necesidades, que conviertan toda clase de crímenes en beneficios para ellos y en castigos para los que no sean de su misma cuerda. El que hace la Ley, también hace la Trampa.