Vox, o la desesperación de los inútiles
Inutilidad es lo contrario de lo que se define como útil “que trae o produce provecho, comodidad, fruto o interés”.
Provecho lo producen solo para los magníficos, el resto de la banda sacan poco, solo tienen derecho a fotos en momentos señalados y pagándose el autobús.
Comodidad ninguna, como se te ocurra llevar la contraria eres expulsado fulminantemente; también se te expulsa si devuelves un recibo de 9€ de tu cuota – ya no las necesitan, han trincado las subvenciones dos años -.
El fruto está en un chalet de 284 m2 – esos si son útiles – 5 dormitorios, garaje para dos coches, y amplio jardín en el centro de la ciudad. (no se ha salido de Hortaleza).
El interés va desapareciendo día a día y cada vez con más velocidad.
Cogieron un sitio, que es el que hace falta cubrir en este circo de política que es España – la defensa de la lógica ante todo lo creado en la época del “puesto para todos” -, apostando por el adelgazamiento de las instituciones, eliminación de chiringuitos, reducir las competencias de las autonomías a lo estrictamente esencial, eliminación de subvenciones a partidos y sindicatos, etc; pero se han dedicado a montar un edificio sin cimientos.
Hay que tener poca capacidad de gestión para que se les caiga la afiliación activa del partido en la gran mayoría de las sedes provinciales. No han sido capaces de crear las bases en las que se tiene que apoyar todo partido político. Que le hubiesen preguntado a Rivera, que murió de éxito antes que ellos lo viesen venir. Son unas maquinas de cabrear afiliados con las contestaciones mal sonantes de Padre Damián 33, a cualquier cosa que consultes, siempre rozando el larguero de la incongruencia, impertinencia y la chulería déspota.
Así, que os lo habéis ganado.
No habéis creado partido en las provincias, las habéis ninguneado, y ahora os encontráis con que no tenéis ni la más básica organización para afrontar la campaña electoral en ningún sitio que no sea Madrid. Las provincias son viñas sin amo, y sin el más mínimo asesoramiento. Cada uno de su padre y de su madre, con las listas realizadas con afiliados recién engañados, que no llevan más de un cuarto de hora en el partido.
¿A quién presentáis para sustituir a Ayuso, a Juanma Moreno, a Francisco de La Torre , a Ana Mula, a… a… a…?
De ahí nace la desesperación que están padeciendo, – cuando se te empieza a caer todo lo que pensabas que iba a funcionarte, – caso de la narco-candidata dentro de la casa y otros asuntos que sería larguísimo de nombrar.
No votemos a una inutilidad de partido, que hasta en Madrid están muy vistos, con las sobreactuaciones de Smith y Monasterio, y con lo repetitivo del discurso de Santiago. No le restemos escaños a la derecha que tanta falta hace ahora para medio arreglar los descocidos que nos va a dejar en herencia el Sanchísmo.
Ese hueco que tendrían que haber llenado, queda libre para que lo ocupe otra organización que sea un poco más inteligente y menos engreída que estos de VoX.
A ver si aparecen pronto, “pero que sean más listos”.