Coalición por Melilla es solo el síntoma, la enfermedad es el hombre-masa
AD.- El monumental escándalo de la compra de votos de Coalición por Melilla a base de agusanar el voto por correo en la ciudad autónoma, nos pone con brutalidad ante una realidad incómoda e inquietante. Este tipo de cosas acaba invalidando la legitimidad de las democracias liberales, en las que ni siquiera creen los que viven de ellas.
Afirman por un lado la sacralidad de la soberanía popular y de la voluntad del pueblo, y luego compran miserablemente los votos para torcer los resultados electorales. La voluntad del pueblo no es más que la manipulación de las masas por el poder. Así, a base de enajenar voluntades a cambio de espurios intereses consiguen sus objetivos. ¿No dicen ellos que el pueblo es sabio y nunca se equivoca? Y, sin embargo, se dedican a manosearlo, porque no se fían de unos votantes que eligen a sus representantes por las razones más peregrinas y pasajeras. El pueblo ha sido convertido en el sumidero de todos los detritus morales que destila el poder a través de sus terminales mediáticas. Por ello, son políticos basurizados que actúan en un sistema basura.
Ya profetizó Ortega y Gasset en 1927 que “este hombre-masa es el hombre previamente vaciado de su propia historia, sin entrañas de pasado y, por lo mismo, dócil a todas las disciplinas llamadas «internacionales». Más que un hombre, es sólo un caparazón de hombre constituido por meros idola fori; carece de un «dentro», de una intimidad suya, inexorable e inalienable, de un yo que no se pueda revocar. De aquí que esté siempre en disponibilidad para fingir ser cualquier cosa. Tiene sólo apetitos, cree que tiene sólo derechos y no cree que tiene obligaciones: es el hombre sin la nobleza que obliga -sine nobilitate-, “snob”. Los amos de la gentuza que nos gobierna tomaron buena nota de todo ello y lo han conseguido más allá de sus expectativas.
Mohamed Ahmed Al-lal y Mustafá Aberchán no son más que los sicarios de un sistema que trata al pueblo-masa como cucarachas infectas. También los socialistas de Mojácar untaban a los votantes por correo con atractivas gratificaciones para votar por ellos y no son musulmanes precisamente.
Así pues, los programas electorales y los debates correspondientes entre los candidatos parecen todos iguales, porque lo que verdaderamente nos interesa ya lo han decidido: los niños que abortarán, los enfermos que eutanasiarán, los adolescentes que castrarán, los jóvenes que pervertirán y los impuestos con los que nos esquilmarán. Y lo han decidido sin preguntarnos, ya que nos desprecian.
Por otra parte, la política de Marruecos siempre fue esa: convertir Ceuta y Melilla en un nuevo Gibraltar donde blanquear el dinero del narcotráfico y de otros negocios turbios con la anuencia de las grandes entidades bancarias donde tienen sus cuentas los mayores delincuentes. Tanto Ceuta como Melilla no han sido nunca lugares de convivencia, sino de un mutuo soportarse de unos y de otros. Sólo gracias al mínimo control que ejerce sobre ellas el Estado español no se han convertido todavía en Cisjordania y Gaza. Pero tal como está el asunto… tal vez algún día nuestros ojos contemplen el desastre.
Mustafa Aberchán. Es mas falso que las monedas de 5 euros Esta gente les importa una mierda España única mente quieren el pasaporte y DNI: para poder jodernos desde dentro están a las órdenes de Marruecos. Lo que pasa en nuestro país es que te vas al quiosco compras un paquete de pipas te sale la bolita rosa premio acabas de ganar pasaporte y DNI ya eres español. En suiza no puedes tener antecedentes penales, dominar un idioma nacional perfecta mente, conocer algo de historia sobre el país llevar diez años en el mismo Cantón, lo se porque tengo doble… Leer más »
El hombre-masa, el empanao, el sin sustancia, el medio crudo, el quemao y el boladillo.
Eso lo dijo mi tío.