Olona o el fin del principio
Pedro Ignacio Altamirano. Málaga,.- “Now this is not the end. It is not even the beginning of the end. But it is, perhaps, the end of the beginning.” Como bien se dice en esta frase del discurso de Wiston Churchill relativo a la Segunda Batalla del Alamein, la aparición de Macarena Olona en el panorama electoral, justo es este momento, significa, al menos, el fin del principio de la desaparición del movimiento más conservador en España desde Fuerza Nueva con Blás Piñar.
El fin del principio, del fin anunciado por muchos. No hace falta ser un experto politólogo, ni analista especializado, para comprender que VoX, ha tomado el mismo rumbo que todas las formaciones, que al final, se quedan como flor de un día. UPyD, Ciudadanos y ahora ya con la tumba cavada Podemos, pero a la zaga ya le va VoX. Se han dedicado más, como todos, en repartir cargos, amiguismos y prebendas, que en crear estructura, base social, y un ideario político claro. Es lo mismo que lo ocurrido en las formaciones mencionadas.
A VoX le ha salido su Yolanda Díaz. No sabemos qué ocurrirá con esta maniobra que se semejan tanto, pero yo solo preveo dos opciones, o bien el voto se reparte entre PSOE y SUMAR, o bien entre VoX y CAMINANDO JUNTOS de Olona, dividiendo y debilitando a izquierdas del PP, o bien polarizando y concentrando como “voto útil” hacia el PSOE y PP. Ello supondría el regreso al tan denostado bipartidismo, pero que, al final, se muestra, a la vista de los desastres políticos de la última década con la sopa de letras, como el bipartidismo útil para España.
Por tanto, el movimiento de Macarena Olona, lejos de ser criticable, que podría serlo, nace de la mentalidad española, que no somos capaces de ir juntos ni a coger dinero del árbol. Pero eso no es culpa de nadie, sino del sistema férreo con el que nos dotamos en la transición. Partidos tan cerrados en sí mismo, que o eres obedientes o te marchas. Te marchas, y montas otro tenderete justo en la puerta contigua.
Si los partidos hubiese abierto las puertas, cambiado las leyes electorales, y un largo etcétera de reformas necesarias, los políticos que tienen iniciativas no serían defenestrados por la dirección indicándoles la puerta de salida. Con unas listas abiertas y por distritos, la lucha política en los partidos sería democrática y a las órdenes de los votos obtenidos por los candidatos, no por los caprichos de una dirección de partidos, siempre endogámica.
Macarena sólo ha evidenciado los problemas endémicos de la democracia española. Macarena nunca debió ser invitada a abandonar VoX, debió tener la oportunidad a un refrendo de las bases del partido en unas primarias limpias y libre, pero pedir democracia interna a los actuales partidos españoles es como pedir peras al olmo. Ni estamos en la reforma electoral ni se le espera, por desgracia de la ciudadanía y la democracia española.
En lo personal, cada vez me inclino más hacia el bipartidismo democrático y abierto en el PSOE y PP, ya que lo que nos jugamos siempre son dos modelos políticos alternos y alterantes, todo lo demás es ruido y despistar al electorado. Espero por tanto, que este movimiento CAMINANDO JUNTOS de Macarena Olona, lleve a la reflexión de los partidos y piensen, de verdad, en la democracia española. Que sea el último triste espectáculo del dividirse por sí mismo hasta el infinito y más allá.
Habrá que esperar a la noche del 23 de Julio para hacer un análisis serio y realista del sentido del voto de los españoles y españolas. Si los votantes bipolarizan el voto “útil” en PSOE y PP, se habrá abierto la puerta a la cordura política, repito, que debería ser indicativo para los partidos de la necesidad de las reformas electorales pendientes y necesarias, o no avanzaremos. Si el voto se dispersa en la sopa de letra, el país seguirá siendo un espectáculo insoportable, e insufrible, de poner los intereses de los egos particulares, e intereses electorales de los partidos, por encima de los intereses de los españoles y de España.
Todos, partidos y ciudadanos, el 24 de julio deberemos hacer una gran reflexión colectiva entorno al país y la calidad democrática que queremos. Que Dios reparta suerte. El futuro de las próximas generaciones está en juego. Ustedes con su voto en la mano, son los únicos que deciden.
No está claro que este sea el inicio del fin de Vox. Aunque la gestión interna sea mala, eliminando la democracia interna y promocionando a parientes, amiguetes, pelotas e inútiles de todo tipo, el mensaje no tiene rival. Podemos tiene poco sentido cuando existe Más Madrid o un PSOE podemizado. Ciudadanos ya no se distingue ideológicamente del PP de Núñez Feijóo. Pero Vox no tiene alternativa ideológica y recoge banderas que otros partidos ya no defienden. Por eso Vox seguirá a pesar de sus chanchullos. Y seguirá hasta que haya una alternativa seria del mismo ideario.
con el ridiculo y espectaculo que estan haciendo los de vox
lease lo ocurrido en un pueblo de murcia se les ha echado el pueblo encima por un mensaje en sus redes
me fio mas de olona que de estos del moco verde!!!!!