Sigue la crisis en EEUU: bancos “problemáticos” pasan de 4 a 43 en seis meses
Los bancos estadounidenses identificados como problemáticos se han multiplicado por diez en un lapso de seis meses, informó la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) en un informe trimestral.
De acuerdo con la institución, los depósitos de los clientes en poder de todos los prestamistas del país también han caído, hasta alcanzar los niveles más bajos desde hace 40 años.
El Perfil Bancario Trimestral es el primero que se publica por la FDIC después de la quiebra de varios bancos registrada entre marzo y abril. Aunque el informe enumeró más aspectos positivos que negativos, la cantidad de bancos enumerados por la FDIC como potencialmente problemáticos indicó que se necesitaba más trabajo para asegurar el sistema bancario de EEUU.
“Durante el trimestre, un banco abrió, un banco se autoliquidó, un banco vendió la mayoría de los activos y no presentó un informe; dos bancos quebraron y 31 instituciones se fusionaron con otras instituciones aseguradas por la FDIC”, detalla el documento.
“El número de bancos en la lista de bancos ‘problemáticos’ de la FDIC aumentó de cuatro —desde el trimestre anterior— a 43”, agrega.
Mientras tanto, los depósitos totales disminuyeron en 472.000 millones de dólares, equivalentes a un 2,5%, entre el cuarto trimestre de 2022 y el primero de 2023.
El sistema bancario de EEUU se vio sacudido por una crisis de confianza en el primer trimestre cuando los clientes retiraron abruptamente sus depósitos en varios entes financieros, lo que requirió asistencia del Gobierno o una venta directa a una entidad bancaria más fuerte para mantener operativas a las instituciones afectadas.
La Reserva Federal dijo que la crisis se debió a su propia falta de supervisión, así como a la insuficiencia de las salvaguardas en las instituciones financieras.
El 1 de mayo, el Departamento de Protección e Innovación Financiera de California transfirió el First Republic Bank a la Corporación Federal de Seguro de Depósitos, que al mismo tiempo aceptó la oferta de JP Morgan Chase para comprar los depósitos y activos del FRB.
A pesar de las medidas adoptadas por los gigantes de Wall Street y los reguladores gubernamentales, el banco con sede en San Francisco se hundió aún más. Inicialmente, el FRB vio cómo sus acciones se desplomaban en marzo, tras el espectacular colapso de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank.