La Nostradamus austriaca predice la fecha del juicio final: “Dios corregirá todas las cosas”
Nostradamus es un conocido intelectual francés famoso por sus predicciones a futuro dentro de sus ‘centurias’ que han asombrado al mundo entero por su fiabilidad. Hay que tener en cuenta que datan del siglo XVI por lo que además tienen un gran valor artístico.
A lo largo de los años, centenares de videntes se han hecho participes de la manera de predecir que tenía y han sido proclamados por la opinión popular como los ‘nuevos Nostradamus’. Una de ellas es sin duda Maria Simma.
Simma es una unna religiosa y mística católica austriaca conocida por su don de recibir la visita de las almas del Purgatorio. La medium cuenta en su haber con una profecía sobre el fin del mundo de lo más terrorífica.
La gran particularidad de María fue su facilidad para contactar con las almas del purgatorio, algo que despertó recelo en la comunidad cristiana por la similitud del proceso con los esoteristas.
Antes de morir en 2004, sin embargo, dejó constancia de cómo sería el juicio final. “Se acerca una intervención de Dios para corregir el Mundo” vaticinó.
Según ha explicado en su canal de YouTube, la III Guerra Mundial dará comienzo en 2023 a raíz de un accidente en Taiwán: el estado insular situado a 180 kilómetros de China y que sostiene una complicada relación jurídica y diplomática con el país asiático, que en los últimos meses no ha cesado de tensarse.
La colisión de dos aviones o submarinos en Taiwán sería el detonante de la próxima guerra mundial y comenzaría este mismo año, según ha revelado el ‘Nuevo Nostradamus’ en The Daily Star. Este posible accidente sería la chispa que haría estallar el conflicto bélico entre China, Rusia y los países occidentales.
“He dicho durante algún tiempo que se avecina un conflicto sobre Taiwán, algo que creo que sucederá en 2023. Creo que tendremos un conflicto accidental en algunos aspectos porque vamos a tener algo así como una colisión. O los submarinos se golpearán entre sí o los aviones se cortarán entre sí o alguien que lo desencadena, y todo comienza a salirse de control”, ha explicado Hamilton-Parker.