El odio a España hace de esta basura de izquierda su única bandera
El socialismo es aquella doctrina que consigue que Venezuela no tenga gasolina en las gasolineras, que el primer productor del mundo de aceite de oliva tenga el aceite al doble de precio que Irlanda y que como dijo Winston Churchill, si gobernaran un desierto, en cinco años no quedaría arena.
Mientras el piquito de Rubiales hace una cortina mediática y alimenta, abre y cierra cada uno de los informativos de este país, resulta curioso que las rayas de cocaína y la juerga con putas de Tito Berni y otros cuantos diputados socialistas,vno ocupase ni la décima parte de los tiempos informativos de los tan subvencionados medios de este país.
Mientras Yolanda Díaz, ministra en funciones de Trabajo, celebra los más de ciento ochenta mil nuevos parados que nos trae septiembre, humillando a la mitad de los catalanes y a una gran mayoría de españoles decentes, reuniéndose con un cobarde que abandonó a sus amigos en la penumbra de un maletero, mientras esos amigos compartían celda.
Resulta curioso que un iletrado con un escaso bachiller, y un currículum más falso que la tesis de Pedro Sánchez y que dice ser periodista, doblegue y humille al estado social comunista español.
Tampoco nos podemos extrañar conociendo la historia de la miserable izquierda que ha parido este país; aquellos que expoliaron el oro del Banco de España, aquellos del paseíllo, la checa y más modernamente el tiro en la nuca.
La cobardía, la traición y el odio a España hace de esta basura de izquierda su única bandera.