Jack Maxey regresa con el sacerdote Charles Murr, Liz Yore y John-Henry Westen para este episodio de Faith & Reason, en el que analizan el próximo Sínodo sobre la sinodalidad que comienza la próxima semana, el último de la saga McCarrick, y más.

La semana pasada, LifeSiteNews publicó un artículo que detalla el calendario del Sínodo sobre la sinodalidad. Si bien el Sínodo comenzará el 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, el Sínodo está precedido por un consistorio el sábado en el que el Papa Francisco nombrará nuevos cardenales, incluido el Arzobispo Víctor Fernández, Prefecto del Dicasterio (anteriormente Congregación) para la Doctrina de la Fe (DDF), con un encuentro ecuménico de oración ese día. Los días posteriores al consistorio y la reunión ecuménica hasta la víspera del Sínodo se realizará un retiro para los participantes del Sínodo dirigido por el sacerdote dominico herético Timothy Radcliffe.

Hablando sobre el Sínodo inmanente, Yore comentó que el evento suena más como un “evento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU… Suena como el lanzamiento de una nueva religión mundial, que se llamará ‘Iglesia Sinodal’, cuyos principios morales serán cambio climático e inclusión LGBT”.

Señaló también que el Sínodo está financiado por la Fundación SOS Planeta, una organización globalista, y que el cardenal Gerhard Müller, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, tenía razón cuando advirtió que “los falsos profetas intentarán utilizar el Sínodo sobre la Sinodalidad para impulsar la agenda 2030 de la ONU”.

El padre Murr, sin embargo, admitió que en parte estaba contento con el evento, porque “todos ponen sus cartas sobre la mesa”. En su opinión, el Sínodo permitirá una futura corrección del error para ser precisos. “Cuando finalmente se aborden todas… las cuestiones, sabrán exactamente qué abordar por tema, y ​​sabrán quiénes son los responsables de estas cosas”, dijo, añadiendo que el Sínodo podría servir como “el colmo” y que los participantes del Sínodo se “obligarán a ser abordados”.

Maxey habló de la falta de transparencia por parte de Francisco desde el comienzo de su pontificado, citando el acuerdo del Vaticano con la China comunista. También aludió a la financiación del Vaticano tras la caída en picado de las donaciones de los fieles estadounidenses, algo que atribuye a la crisis de abusos sexuales. “Creo que están un poco arruinados”, opinó Maxey. “Es por eso que están tomando dinero de los activistas climáticos, y tengo que imaginar que tomaron miles de millones de los chinos comunistas”.

Yore también estuvo de acuerdo con el P. El punto de Murr, diciendo: “Estoy empezando a pensar que así es como se ve una purificación… Todas las ratas han salido de su escondite. Por más difícil que fue para todos nosotros el escándalo de abuso del clero, [es] mejor limpiar la casa… y creo que este es el paso final”.

También se dirigieron al Cdl. La reciente carta de Müller al obispo Joseph Strickland de Tyler, Texas, aconsejándole no dimitir a la luz de su visita apostólica desde el Vaticano y la filtración que alegaba que Francisco se lo iba a pedir.

“Se ve la coalición de buenos obispos y cardenales como si uno de sus propios obispos fieles estuviera siendo atacado y perseguido”, comentó Yore. “A medida que vemos a los modernistas exponerse… también vemos a los buenos sacerdotes, obispos y cardenales santos salir a la superficie y decirle la verdad al poder”. Yore añadió que la reciente serie de cartas pastorales de Strickland ayuda a educar a la gente sobre la fe en un momento en el que la mayoría de la Iglesia estadounidense no sabe lo que enseña la Iglesia.

P. Murr estuvo de acuerdo con Yore, comparando a Strickland con San Ignacio de Antioquía, un Padre de la Iglesia enseñado por San Juan Evangelista que fue arrojado a los leones en el Coliseo aproximadamente en el año 107 d.C. Se repite Ignacio, aunque esta vez quienes persiguen a un obispo están dentro de la propia Iglesia.

Maxey estuvo de acuerdo con la evaluación de Murr y dijo que, en su opinión, la parte más triste del problema, como converso al catolicismo, fue el aparente intento de Francisco de tomar la verdad “e intentar convertirla en algo más”, algo que él llama “un poco horrible”. “

“No es sólo una traición a los fieles”, dijo Maxey. “Es una traición a cada santo en… la historia de nuestra fe. Y eso me preocupa mucho. Es algo en lo que tengo que dedicar mucho tiempo en oración”.

Mientras tanto, un juez de Wisconsin dictaminó la semana pasada que el ex cardenal caído en desgracia Theodore McCarrick debe someterse a un examen de competencia para ver si puede enfrentar un juicio por presuntamente agredir a un joven de 18 años en el estado en 1977. Los abogados de McCarrick intentaron que el tribunal aplicara el fallo de un tribunal de Massachusetts que decía que McCarrick no podía ser juzgado debido a demencia. El abusador de McCarrick en el caso alega que el ex clérigo caído en desgracia comenzó a abusar sexualmente de él cuando tenía 11 años, y que McCarrick lo llevaba a fiestas en las que otros hombres lo agredían sexualmente.

Según Yore, el hecho de que McCarrick deba someterse a un examen de competencia es un “avance importante”.

“Es de esperar que estas víctimas de McCarrick, no sólo la… víctima del caso en Wisconsin, sino también las muchas víctimas que están observando este caso con mucha atención, esperando décadas de justicia por parte de este poderoso, poderoso prelado que parecía ser capaz de convocar a todos los tiros y patinar libremente una y otra vez”, dijo Yore.

Maxey pidió a los oyentes que oraran por el sistema judicial de Wisconsin, para que diera un veredicto justo en el caso y McCarrick fuera a prisión. También opinó que dado que la homosexualidad se celebra en la cultura popular, nadie querría que McCarrick fuera a la cárcel por abusar de un joven de 18 años. “ [La homosexualidad en el sacerdocio] es un gran problema que nadie quiere enfrentar porque ofende a la comunidad en general fuera de los fieles”, dijo Maxey.

(N de T: aunque aun no se sabe qué significa exactamente, sinodalidad es una palabra que deriva de sínodo, pero tampoco es claro qué significa sínodo. «Sínodo» proviene del griego y significa camino conjunto, es decir, reúne dos dimensiones, una comunitaria -conjunto, comunidad- y otra dinámica -camino, en marcha-.

Para quienes ven en la falta de claridad sobre qué es la sinodalidad el peligro de su uso para fines no buenos, como impulsar una agenda no fiel a las constantes enseñanzas y prácticas de la Iglesia católica, especialmente en lo que respecta a valores morales tradicionales como la moralidad sexual, la sinodalidad seria equivalente a un eufemismo para introducir cambios que sometan a los fieles a preceptos contrarios a la esencia del catolicismo)