Los esfuerzos de China para influir en EEUU no tienen precedentes
Robert Williams.- “El sistema está parpadeando color rojo”, dijo un alto funcionario anónimo del FBI en un informe reciente del Center for Strategic and International Studies (CSIS). “Nunca habíamos visto este nivel de Inteligencia y actividades para influir en o alrededor de los Estados Unidos”.
China está utilizando todos los medios excepto la guerra “para expandir la influencia del Partido Comunista Chino (PCCh) y debilitar a Estados Unidos y sus socios”, continuó el informe.
“Esta campaña involucra sofisticadas actividades de espionaje chino, operaciones cibernéticas ofensivas, desinformación en redes sociales, coerción económica y operaciones de influencia dirigidas a empresas, universidades y otras organizaciones”.
Este nivel sin precedentes de Inteligencia y actividades para influir en Estados Unidos están ocurriendo bajo el presidente Joe Biden, quien en febrero de 2022 cerró el programa del Departamento de Justicia conocido como la China Initiative (Iniciativa China), que se había centrado en contrarrestar el espionaje chino. La supuesta razón del cierre fue que “retrataba injustamente a los residentes y estadounidenses de origen chino como desleales”.
El cierre de la China Initiative por parte de Biden terminó, por supuesto, beneficiando al PCCh. Una vez más, según el informe:
“China está llevando a cabo una campaña cada vez más activa y agresiva para penetrar en una amplia gama de instituciones académicas, empresas, agencias gubernamentales y organizaciones no gubernamentales estadounidenses”.
Mientras que la Administración Biden se preocupa por la corrección política, el Partido Comunista Chino está utilizando con éxito todos los medios a su disposición para debilitar a los Estados Unidos en todos los campos.
Estos son solo algunos ejemplos:
Durante más de dos décadas y media, China ha estado robando propiedad intelectual, secretos comerciales y tecnología de Estados Unidos, causando a EEUU una pérdida acumulada que se ha estimado en alrededor de al menos $600.000 millones. Como consecuencia, China ahora lidera en 37 de las 44 tecnologías cruciales en la carrera tecnológica con los Estados Unidos.
Desde 2014, China ha pirateado y robado los datos de aproximadamente el 80% de los estadounidenses, según Bill Evanina, ex director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad de Estados Unidos.
China ha tratado de infiltrarse en las principales instituciones estadounidenses, incluida la Reserva Federal, para “suplantar a Estados Unidos como líder económico mundial y poner fin al estatus del dólar estadounidense como la principal moneda de reserva del mundo”, reveló un informe del Senado de 2022.
China está librando una campaña de desinformación y propaganda que ha influido a los estadounidenses, especialmente a sus élites. Según Miles Maochun Yu, miembro visitante de la Institución Hoover, “una parte significativa de las élites intelectuales y políticas estadounidenses comparten la responsabilidad de promover temas clave de la agenda propagandística china, incluyendo engañar al público estadounidense para minimizar el hecho de que la República Popular China sigue siendo un país gobernado por un partido comunista marxista-leninista. La manipulación del lenguaje es un excelente ejemplo de este esfuerzo. Pocas personas en los Estados Unidos se refieren al líder supremo chino por su verdadero título, y el único que importa: Secretario General del Partido Comunista Chino, quien es sin excepción un ideólogo comunista acérrimo al mando de una despiadada dictadura leninista del proletariado. En cambio, la mayoría de los estadounidenses lo han rebautizado casi universal y falsamente como ‘presidente’ de China, un título mucho más democrático pero sin sentido.
El FBI ha tildado a China como “una grave amenaza para el bienestar económico y los valores democráticos de los Estados Unidos” y ha dicho que enfrentarla es “la principal prioridad de contrainteligencia del FBI”. Sin embargo, en lugar de concentrar todos los recursos disponibles en contrarrestar esta “grave amenaza” del PCCh en todos los frentes, la Administración Biden ha estado ocupada institucionalizando la ideología woke en la burocracia federal, incluso en el Ejército e instituciones como la NASA.
La Administración Biden, bajo una orden ejecutiva emitida en febrero de 2023, ahora requiere que todas las agencias federales presenten “planes de acción de equidad” anuales para “avanzar en el ambicioso objetivo, que incluye a todo el Gobierno, de alcanzar la equidad racial y el apoyo a las comunidades desatendidas”. Desde que Biden se convirtió en presidente, solamente los militares han dedicado cerca de 6 millones de horas a la diversidad, el cambio climático y el “extremismo”.
El otro punto focal para la administración Biden ha sido mitigar el “cambio climático”, mientras que China, durante 2022, ha aprobado la construcción de dos nuevas plantas de carbón por semana.
Podría decirse que Estados Unidos bajo Biden ni siquiera está cerca de contrarrestar la amenaza que representa China o, tal vez, incluso de entenderla adecuadamente. Según el CSIS:
“Un análisis detallado de la actividad china indica que Beijing ha llevado a cabo una amplia campaña de guerra política contra Estados Unidos y sus socios en todo el mundo.
Para llevar a cabo estas acciones, Beijing invierte recursos sustanciales en la comprensión de los Estados Unidos, incluso en la traducción de documentos y la exploración de la cultura y la política de los Estados Unidos. El Grupo de Comunicaciones Internacionales de China, que está operado por el Departamento Central de Propaganda del PCCh, distribuye la línea del partido sobre numerosos temas a audiencias extranjeras, dirige investigaciones sobre medios extranjeros y lleva a cabo programas de capacitación lingüística. El mercado de capacitación en inglés en China fue de aproximadamente 75.000 millones de dólares en 2022… En contraste, el tamaño del mercado para toda la enseñanza de idiomas en los Estados Unidos fue de sólo $1.500 millones en 2022. A pesar de que China tiene una población mucho mayor que los Estados Unidos, Beijing gasta aproximadamente 14 veces más per cápita en la enseñanza del idioma inglés que los Estados Unidos en toda la formación lingüística. En términos más generales, el gobierno de los Estados Unidos y el sector privado no han invertido en las habilidades y experiencias lingüísticas para competir eficazmente con China.
“Los líderes estadounidenses durante la Guerra Fría se habrían horrorizado ante esta discrepancia. El gobierno de los Estados Unidos invirtió importantes recursos en la realización de campañas de información y traducción de documentos soviéticos al inglés.
Desafortunadamente, la Administración Biden ha demostrado ser incapaz de detener, o incluso limitar, el continuo ascenso de China. Por el contrario, las conexiones del hijo de Biden, Hunter Biden, con China podrían significar que el presidente de los Estados Unidos está en deuda con el Partido Comunista Chino. Mientras tanto, en una reciente conferencia de prensa, cuando se le preguntó si a la Administración le preocupa que los vínculos de Hunter Biden con China “planteen un problema de seguridad nacional”, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, respondió: “No tengo ningún comentario al respecto”.