El mercado laboral empeora también en septiembre
La vicepresidenta segunda se quejaba hace unos días amargamente de la ‘invitación’ de su colega griego de Trabajo a que le imite. Para Yolanda Díaz en el país heleno había vuelto el esclavismo, mientras que para su homologo lo que debía hacer la española era aprender de ellos, ya que España ha conseguido empeorar sus datos de paro y empleo con relación a Grecia. Y así es un mes más. El pasado septiembre en tasa interanual el paro bajó casi un 7,5% menos y con relación a agosto pasado las personas que o no trabajan o no están ocupadas apenas descendieron en 12.000.
Según los datos oficiales y elaborados por el sindicato USO, se han realizado más contratos indefinidos que personas los han suscrito. Nada menos que 36.130. El pluriempleo ha entrado de lleno en nuestras vidas. Si el aumento de contratos indefinidos ha sido de casi 545.000 en un año ha sido necesario realizar más de 15,7 millones de contratos. Es decir que cada afiliado habría firmado 29 contratos, dos y medio cada mes. Según datos del propio Ministerio de Trabajo, de enero a septiembre se han creado 495.000 puestos de trabajo y que por ello se trata del mejor periodo de la serie histórica. Sin embargo, hay que saber que para conseguirlo se han firmado en ese mismo periodo 11,575 millones de contratos, lo que significa una media de 23,4 contratos por afiliado en 9 meses, 2,5 contratos al mes.
El análisis de estos datos nos dice claramente que el empleo se está ralentizando y troceando. No es extraño cuando la economía también se está enfriando. La inversión, el consumo y hasta las exportaciones están en caída y las empresas acosadas por los impuestos y los costes de todo tipo se lo piensan antes de contratar o realizar cualquier inversión nueva. El contexto político de España, sin gobierno y con la no descartable expectativa de unas nuevas elecciones, no invita precisamente a embarcarse en proyectos. Los servicios, sobre todo el turismo, es el único sector que podría sacar algo de pecho en esta situación y como ya dijeron desde el Gobierno no es precisamente el sector que aporta mayor valor añadido y sí empleo, aunque inestable. La poca industria competitiva y productiva de que disponemos en comparación con otros países europeos no levanta cabeza. Incluso algunas fábricas de automóviles se están pensando el despido de centenares de trabajadores y veremos qué ocurre con la empresa auxiliar.
No hay nada de lo que alegrarse y veremos, aunque nos den millones y millones de fondos europeos que no saben ejecutar, qué ocurre en los próximos meses con la marcha de la economía y del empleo.