¡Qué bonita es La Alhambra!
La Cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y otros líderes del continente celebrada en Granada terminó sin pena ni gloria. Estaban sobre la mesa asuntos de vital importancia como la ampliación de la UE o la inmigración, preocupación agravada estas últimas semanas tanto en Italia como en España, desbordadas por la llegada de cientos de inmigrantes a Lampedusa o Canarias. Cierto que en esta cumbre no se iba a cerrar ningún acuerdo sobre asuntos del calado de la ampliación, pero sí se esperaba algo más en inmigración. Al menos, ayuda urgente, pedida no precisamente por parte de España, pero sí y desesperadamente por Italia.
Es bastante desolador comprobar que problemas acuciantes pasen de una cumbre a otra o que decisiones que se toman tarden años en ser una realidad. A veces es para bien como es el caso de la Agenda 2030. Ahora ya no sabemos muy bien qué es lo que realmente pretende hacer Bruselas en este terreno. Se dieron fechas, órdenes sobre uso de energías, coches de combustión y hemos acabado viendo cómo se proponen cambios sin grandes explicaciones a los ciudadanos. Ha ocurrido lo mismo con los miles de millones de los fondos europeos. Bruselas iba a ser implacable con su uso y el cumplimiento de los hitos exigidos para su reparto. Hoy no tenemos ni idea, al menos en España, de qué ha pasado realmente con esos fondos, ni siquiera quiénes forman la lista de los 100 primeros beneficiados. Parece que nos han dado 9 días para publicarla. Sabemos que se ocultan cambios, hasta 52, y no pasa nada, y que seguimos sin saber, como exigió la responsable del Parlamento Europeo, cuál ha sido el destino real del dinero o cuánto realmente se ha ejecutado, a pesar de lo cual nos van a seguir transfiriendo fondos.
Cada día es más claro que los pasos se dan no en beneficio de empresas y ciudadanos sino de ‘lobbies’. Si a determinado grupo le interesa un cambio se hace y la urgencia ya no es tal como ha ocurrido con el automóvil o el uso del carbón, o la definición de verde a la energía nuclear. En fin, La Alhambra ha vuelto a lucir por el mundo como una de sus maravillas, Sánchez tiene otra foto para su álbum y a seguir esperando respuestas para problemas graves y acuciantes.